La chica de cabello castaño estaba en el autobús del instituto leyendo un libro, mientras aquella chica que estaba junto a ella miraba hacia la ventana con una mirada vacía y perdida.—Es muy jodido que solo nos molesten por ser nuevas —dijo la chica castaña, cerrando el libro de golpe y mirando fijamente a la chica que leía.
—La vida no es justa, Julie —dijo ella con un suspiro pesado, justo cuando el autobús se detuvo y un grupo de estudiantes entró, provocando un bullicio insoportable.
—Llevamos un año en este instituto de mierda y siguen molestándonos. A veces tengo que fingir estar enferma para no venir —volvió a hablar Julie, su voz quebrándose ligeramente.
—Al igual que yo. Y no deberías quejarte, que soy yo a quien siempre están dañando por ayudarte —respondió la castaña, con los ojos llenos de una rabia contenida.
—Sí, son tonta uno y tonta dos —dijo la rubia con una sonrisa cruel. La castaña cerró el libro con fuerza y lo guardó en su mochila con movimientos rápidos y tensos—. Las eché de menos este fin de semana —dijo con una sonrisa maliciosa.
—Julie, siempre tan fea de costumbre. Esa falda parece de convento, por eso no tienes novio. O tal vez Helen y tú son pareja —dijo la chica con una coleta, soltando una risa amarga. Julie solo la ignoró—. Te estoy hablando, estúpida —la chica alzó la mano para tomar del cabello a Julie, pero Helen se levantó de un salto, poniéndose frente a ella con una mirada feroz.
—¿Celosa? —preguntó Helen, con una voz peligrosa—. Porque Julie sí puede tener a alguien que la ame, mientras tú tienes que molestar a chicas menores para sentirte mejor contigo misma —la chica le dio una bofetada a Helen, pero ella no se movió ni un centímetro, manteniendo la mirada firme y desafiante.
—La próxima vez, solo cierra la puta boca y siéntate, o te irás llorando con la directora —dijo la chica, pero su voz temblaba ligeramente, notando la resistencia de Helen.
—¿Te crees mejor que nosotras? —preguntó la rubia, poniéndose ahora frente a Helen con una sonrisa fría—. Solo recuerda quién manda en el instituto: nosotras, no dos chicas que se la pasan llorando —la rubia le dio una bofetada a Helen, pero esta vez, Helen tomó un profundo respiro y la miró directamente a los ojos.
—Aprende a respetar —dijo la rubia, su voz temblando ligeramente al ver la determinación en los ojos de Helen. Luego, se dio la vuelta con desdén—. Esto es solo una pequeña muestra de lo que te espera hoy. Deberías desear estar enferma para no venir —dijo la rubia, y después caminó hacia un asiento. Helen se sentó de nuevo, sus manos temblando de rabia.
—Helen —susurró Julie, abrazándola mientras Helen luchaba para no llorar—. Podemos irnos —susurró, con la voz rota.
—Está bien, Julie —dijo Helen, suspirando profundamente y mirando al frente con los ojos vidriosos.
En el camino al instituto, ambas permanecieron calladas, el silencio solo interrumpido por el ruido del autobús. Al llegar, se apresuraron a bajar del autobús, sus corazones latiendo con fuerza, tratando de evitar más humillaciones.
Lo peor de aquella situación era que Helen sabía pelear y muy bien, ya que había sido expulsada de su anterior instituto por pelear con una chica a la que mandó al hospital. Su madre le había hecho jurar que no volvería a pelear, o se iría a un internado, y eso era lo que Helen menos quería, ya que tendría que volver a empezar su vida desde cero.
—Helen —Helen miró a Julie, tratando de calmar su respiración acelerada—, ¿puedes acompañarme a clase? —Helen asintió, caminando junto a su amiga con pasos rápidos y decididos.
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BULLYING; Lesbian
RomanceHelen es agredida constantemente por Scarlett y sus amigas. Pero Helen no sabe que Scarlett esta compelatamente enamorada de ella.