Capitulo 3

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¿Porque a MI?

(ADRIEL)

—Oye, te vas a quedar ahí parado o vas a entrar— dice Liana sacándome de mis pensamientos , desde dentro del auto.

No dije nada, sólo sacudi un poco mi cabeza de un lado a otro mientras me acercaba al auto. Ya dentro del auto Liana se puso en marcha y me dediqué a mirar por la ventana mientras pensaba.

Se hizo un silencio incómodo desde que entre al auto, ninguno de los dos nos saludamos, ni hemos cruzado mirada.

Cansado del incómodo silencio, gire para hablar con ella pero al verla tan concentrada conduciendo y con un leve entrecejo me di cuenta  que ella también estaba pensando, más bien diría que tiene una pelea interna. Así que decidí mejor voltear la mirada y seguir viendo por la ventana.

Después prácticamente una hora en el auto pude ver desde lejos el complejo privado donde vivimos, un poco lejos de la ciudad pero tranquila, no hay más de 45 casas y podría decirse que las personas son amigables.

—Entra a la casa—Me dijo Liana al estacionar en la garage de la casa— yo iré dentro de un momento— sólo asiento levemente, tomo las llave la casa que está en la guantera bajo del coche.

Ya dentro de la casa, me dirijo hacia la sala donde encuentro una reguero de tiritas de hojas y luego veo a la causante de ese desastre.

—Muñeca, eso no se hace, perra mala— reprendo a mi hermosa perra blanca con tonos grises de raza huskey Siberian. La cual agacha sus orejitas y baja la cabeza. No me gusta reprenderla pero hay que hacerlo.

—Muñeca pero que has hecho, eso no se hace— Dice mi hermana entrando a la sala— Ven, vamos afuera— Dice mientra la toma por el collar— y tu—se dirige hacia mi— recoge todo ese tiradero de papel, mientras saco a muñeca al jardín trasero.

Sólo asiento como niño bueno y empiezo a recoger todas los pedazos de papel mientras Liana saca a muñeca. Al terminar de recoger todo, me di cuenta que en el papel había un una nota, así que me dirigí rápidamente a la cocina a tirar los pedazos de papel al bote de la basura.

—¿Dónde está Lenis?— le pregunto a Liana, mientras voy entrando a la sala y me siento en uno de los sofá  pequeño, mientras ella está acostada en el sofá más grande.

—Salió en la mañana a casa de una amiga a terminar una tarea grupal que la dejaron en el colegio— Dice sin darle mucha importancia al asunto.

—Iré a mi habitación a terminar mis deberes del colegio—dije levantándome del sofá

—¿tu a donde crees que vas?— Dice mi hermana levantándose del sofá y señalandome con su dedo índice.— Tú y yo, tenemos que hablar

Ya me imagino de que tenemos que hablar.

—¿Hablar? Hablar de que— digo fingiendo demencia. Claro que sé de qué quiere hablar.

—No te hagas el inocente— Dice con impaciencia— sabes muy bien de que quiero ¡HABLAR!— Dice un tanto airada.

— Así, ya me acordé—siseo— hablemos de la irresponsable de mi hermana, la q...

Marcados Por Un Corazón Roto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora