Aburrido, así es como Yuto se sentía, si, había pedido ir a esa fiesta con tal de esta presente para apoyar a su marido, pero nunca espero que fuera un evento tan tedioso lleno de sonrisas falsas ¿no había nadie ni un poco sincero en ese lugar?
-Está bien si quieres marcharte ahora- dijo Jotaro a un lado suyo antes de tomar un poco de una copa de champán, Yuto no le veía sentido, el hombre era un vampiro, no disfrutaría ni una sola gota del licor, sin embargo, si era por las apariencias definitivamente estaba logrando atraer la atención de todos los presentes.
Después de todo, ni siquiera el mismo Yuto tenía el privilegio de ver a su marido en un traje tan elegante todos los días, sin duda, era digno de admiración, y un poco de derrame salival. Pero Yuto era demasiado educado para babear por ello, ganas no le faltaron, por supuesto.
-¿Sabes quién es ese que está a un lado del autor Kujo?- esas palabras sacaron su atención fuera de la apariencia exquisita de su marido.
-¿No lo sabes? Es su esposo, Yuto Kujo-
-¡¡¿¿Esposo??!! Oh dios, que asco-
Yuto frunció el ceño ante esas palabras, no podía creer que en esos tiempos modernos aún hubiera gente de ese tipo.
-De haber sabido que era un asqueroso homosexual no hubiera leído su libro, mis ojos se sienten sucios-
Si, no podía creer que hubiera gente tan estúpida como esa que juzgaban una gran obra como lo era la de su marido en base a sus prejuicios.
-No les hagas caso- Jotaro intentó tranquilizarlo puesto que, al ser un vampiro, también había alcanzado a escuchar la conversación.
-Oye, es debido a su esposo que el autor ha llegado tan lejos, el personaje principal está basado en él-
Así es, por lo tanto, ese sujeto no debía quejarse ¿¡cómo no podía ser genial algo que lo emulaba a él?! Yuto no quería más que golpear al tipo homofóbico justo en la boca, pero tenía demasiada clase como para hacerlo, además, no es como si eso fuera a ayudar a la reputación de Jotaro. Haciendo un puchero miró alrededor, su mirada cayendo en esas brillantes copas de líquido burbujeante de color claro... no podía hacer nada a menos que... despacio, una sonrisa se presentó en sus labios.
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-¿Yuto?- Jotaro no podía creerlo, solo un momento, un breve instante en el que le había quitado la mirada y su esposo había terminado bebiendo una de esas copas de alcohol, oh, pero eso no era lo peor ¡eso era una copa de sidra por el amor de dios! ¡¡¿¿cómo es que su adorable chico parecía totalmente ebrio??!!
Las cosas solo empeoraron cuando Jotaro se dio cuenta de con quien estaba hablando su adorable esposo, era ese sujeto homofóbico de antes ¿pero qué..? Se apresuró a acercarse cuando vio a Yuto señalando al sujeto en cuestión, no alcanzó a escuchar con claridad sus palabras ya que sonaban arrastradas, además sus mejillas estaban sumamente sonrojadas y su ceño estaba fruncido. A pesar de todo, se veía tan lindo.
Tan distraído estaba con la apariencia de su esposo que no alcanzó a reaccionar cuando Yuto le soltó un puñetazo al hombre homofóbico. La multitud se congeló mientras Jotaro se apresuró a tomar a su esposo por la cintura y alejarlo del hombre.
-¡Suéltame! ¡le enseñaré a faltarle al respeto a mi marido!- gritó Yuto luchando por liberarse para pelear contra el hombre.
-¡Tú!- el hombre agredido, obviamente, no iba a permitir que las cosas se quedaran así, sin embargo, se detuvo cuando observó a Jotaro detrás del chico de ojos grises, apretó los puños con fuerza, pero no iba a rendirse con facilidad -como era de esperarse ¿te esconderás detrás de tu marido ahora?- provocó -maricón cobarde-
Jotaro gruñó, mirando al hombre amenazadoramente.
-Estás muy equivocado si crees que me esconderé detrás suyo- contestó Yuto de inmediato -nunca necesité a alguien que me defendiera antes-
-Si claro, nadie te cree pequeña mariquita-
-¡No me importa si ellos me creen o si tu lo haces!- gritó Yuto, su tono afectado desconcertó un poco a los presentes -él no estuvo cuando mi familia murió, no estuvo cuando mi hermana murió dando a luz, no estuvo cuando tuve que cuidar de ese niño yo solo a pesar de ser un adolescente ¡¡no necesito de Jotaro para demostrar lo fuerte que soy!!-
El gran salón se quedó en el más absoluto silencio que solo fue roto por el suave llanto del chico de ojos grises. Ni siquiera el hombre homofóbico pudo decir algo, no después de escuchar esa trágica historia.
-Claro que no lo necesitas- al final Jotaro rompió el silencio, tomando suavemente la barbilla de su compañero para hacerlo voltear hacía él -mis personajes principales se parecen a ti de una u otra manera ¿sabes porqué?-
-¿Porqué me amas?- preguntó Yuto antes de morder su labio inferior para tratar de detener su llanto, seguro se veía fatal.
-¿Y sabes porque me enamoré de ti?- repuso Jotaro, pero no dejó a su esposo decir nada antes de contestar -por esa fuerza que yo sé que tienes, esa fuerza que demostraste cada uno de esos días, esa fuerza que aún ahora posees. No se trata de ser grande como los hombres de mi familia, se trata de tener el coraje para sobreponerse a todo lo que esta vida de mierda nos arroja-
-Jotaro- fue lo único que pudo decir Yuto, conmovido más allá de las palabras.
-También por eso elegí casarme contigo, porque sé, que mientras estés a mi lado podremos soportar todos esos angustiantes momentos y muchos más-
-¿Estando a mi lado?- repitió Yuto
Jotaro asintió -¿no lo entiendes? tu eres mi fuerza, Yuto-
Ante esas palabras el jovencito de ojos grises no pudo soportarlo y se echó a llorar arrojándose a los brazos de su esposo.
-Yo también te amo Jotaro-
El mencionado sonrió antes de mirar al hombre que había iniciado todo esto, afortunadamente, seguridad ya había llegado para sacar al sujeto en cuestión de la fiesta. Esperaba no volver a verlo de nuevo o se las vería con él.
-Jotaro... no me siento bien-
Perfecto, era hora de lidiar con su muy ebrio adorable problema.
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La risa de Yuya era estridente cuando terminó de escuchar la historia contada por sus padres. Yuto estaba sonrojado hasta la raíz de su pelo mientras Jotaro le advertía en silencio a su hijo de no molestar demasiado a su esposo por ello.
-Y esa es la razón por la que no pueden darle de beber a Yuya- dijo Yuto a Josuke y Giorno, tragando la vergüenza lo mejor que pudo.
Afortunadamente, sus dos yernos tuvieron la consideración de no reirse de él, no así su adorable princesa que se reía a carcajadas. No pudiéndolo soportar más Yuto gritó.
-¡NO TE RÍAS JOVENCITO!- pero eso solo aumentó la risa de Yuya.
-Yuya- dijo Jotaro reprendiendo a su princesita que, en cuanto se calmó un poco, miró a los ojos esmeralda de su padre.
-Vamos papá, no puedes pedirme que no me ría, mami se emborrachó con una copa de sidra- en verdad, tenía dificultades para conservar la compostura.
-No te rías Yuya, te puede pasar a ti, estoy seguro de que tu tolerancia al alcohol es mínima al igual que la mía- señaló Yuto aún temblando de vergüenza.
Yuya se rió, eso no le pasaría a él.
Josuke, por su parte, miró a Giorno, el cual negó con la cabeza, nunca le dirían a Yuya que él, en realidad, no soportaba ni los chocolates con cereza al licor.
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Gotta be somebody
Fanfic¡¡Bizarreshippingweek!! ¿Qué es? Es un término que le dimos a la week dedicada a dos parejas como resultado de mi fic anterior "Broken Diamond" y sus secuelas "Unmei no wa" y "Bloody Crown", ésta última perteneciente al usuario de Wattpad Gapriel, a...