Yuto estaba aburrido, Yuya había salido en una cita con Giorno y Josuke, Jotaro estaba entrenando y él... hacía zapping en la televisión ¿porqué ese maldito aparato no tenía nada interesante para ver?
Resignado, arrojó el control a un lado justo cuando un anuncio empezó a proyectarse en la televisión, Yuto lo miró desapasionadamente, era un comercial sobre un perfume, nada especial, por lo menos hasta que apareció ese hombre sensual vestido de leñador. Sus ojos no pudieron apartarse de la pantalla, incluso cuando escuchó unos pasos detrás suyo. Afortunadamente el comercial había acabado por lo que Jotaro lo se dio cuenta.
Sin embargo, Yuto si se dio cuenta del abdomen bien trabajado de su marido, escurriendo esas sensuales gotas de sudor mientras el hombre iba a la nevera a buscar algo para refrescarse ¿se había quitado la camisa deliberadamente para tentarlo o qué?
Reflexionando sobre eso ¿no se parecía un poco a ese sensual hombre de la televisión? ¿qué pasaría si Jotaro usara un atuendo de leñador? la imaginación de Yuto corrió salvaje, ni siquiera se dio cuenta de que su marido lo miraba con el ceño fruncido preguntándose que mosca le había picado.
Jotaro se enteraría después, cuando su esposo yaciera dormido a su lado y murmurara en sus sueños su deseo por un ardiente hombre en atuendo de leñador.
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Yuto podía ser un jovencito hermoso, educado, el esposo perfecto, pero también era un hombre con deseos, Jotaro nunca lo había juzgado de santo, mucho menos después de que se casaron y descubrió lo tentador que podía ser en la cama, sin duda había sido uno de los mejores días de su vida. Ahora bien, si puede cumplir con el deseo de su esposo y traerle un poco de la felicidad que el chico le ha dado a su vida desde el momento en el que acepto ser su esposo, con gusto usaría una estúpida camisa a cuadros y pantalones de mezclilla.
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Fue esa resolución de Jotaro la que hizo que, un par de días después, apareciera en la recámara con una camisa a cuadros rojos, un pantalón de mezclilla, botas de trabajo, lentes oscuros e, incluso, un hacha al hombro.
Decir que Yuto estaba sorprendido era un eufemismo, su rostro se quedó estático mientras sus neuronas hicieron corto circuito ¿pero qué...?
-¿Contento?- preguntó Jotaro, esperando que con eso pudiera sacar a su adorable esposo del trance en el que estaba metido de repente.
-Jotaro- Yuto tragó con fuerza -tú...-
El hombre rodó los ojos detrás de sus lentes oscuros y arrojó el hacha en algún lugar antes de acercarse a su marido para ponerlo contra la pared.
-Dime ¿hay algún árbol que quieres que tale por ti?- el tono de su voz se escuchó, al menos, dos tonos más grave de lo normal haciendo que el cuerpo de Yuto se estremeciera por completo.
-Pues no tengo un árbol para que tales en este momento- respondió el joven de ojos grises al tiempo que envolvía sus brazos alrededor del cuello de Jotaro -sin embargo, tengo un trabajo del cual puedes encargarte- declaró antes de tomar los labios de su marido en un beso.
Jotaro se vio un poco desprevenido por un momento pero no tardó en tomar el control del beso mientras pegaba el cuerpo de su esposo al suyo. No pudo evitar una sonrisa interna cuando sintió al joven entre sus brazos intentar escalarlo como si fuera un árbol, la diferencia de estaturas era a veces tan injusta. Pero, no era algo que no pudiera remediarse ya que, en la cama, no había esa clase de distinciones.
Yuto se vio gratamente sorprendido cuando, sin más, su marido lo tomó y lo arrojó a la cama. Sonrió mientras miraba a Jotaro despojarse de la camisa a cuadros.
-Se veía tan bien en ti- comentó haciendo un puchero por un momento antes de volver a sonreír, casi era una pena, sin embargo, era mucho mejor observar el cuerpo bien trabajado de su esposo.
-Es demasiado caliente- contestó Jotaro arrojando la camisa por ahí.
-No es lo único caliente- Yuto respondió sin vergüenza alguna haciendo sonreír a su marido.
-Bien, veamos que tan caliente estás tu entonces- el hombre de ojos color esmeralda no tardó en colocarse encima suyo para empezar a despojarlo de su ropa, Yuto, desde luego, no se resistió.
-Muy, muy caliente- dijo Jotaro antes de inclinarse a tomar uno de los pezoncitos rosados de su esposo en su boca.
Yuto gimió antes de contestar -entonces hágase cargo Sr. Leñador-
Jotaro se burló -¿no sería mejor un doctor?-
Yuto rodó los ojos -pensaremos en eso la próxima vez- contestó antes de cerrar los ojos con fuerza cuando su marido tomó esa parte suya en extremo sensible -Jotaro- gimió.
El hombre en cuestión le dio una sonrisa algo perversa antes de inclinarse y tomarlo en su boca. Yuto gimió sin más, Jotaro sabía muy bien como tocarlo para hacerlo enloquecer, todos esos años de casados no habían pasado en vano. No pasó mucho tiempo para que se sintiera a punto de liberar su carga.
Su marido, desde luego, se dio cuenta y se retiró para disgusto de Yuto quien hizo un puchero. No pudo decir nada, sin embargo, cuando Jotaro lo besó de nuevo, solo para distraerlo de su asalto a la pequeña y estrecha entrada entre sus nalgas.
Yuto gimió mientras su marido empezaba a dilatarlo, el extenuante y un poco doloroso proceso era necesario para poder aceptar ma gran longitud de Jotaro dentro suyo. No le gustaba, pero no era algo que no pudiera soportar con tal de poder ser uno con su marido.
Así pues, cuando esos dedos lo abandonaron caso no pudo esperar mientras Jotaro se quitaba el resto de su ropa para luego colocarse encima suyo y poder entrar, despacio, dentro suyo.
Yuto hizo una mueca de dolor por la gran presión en su interior pero lo soportó abrazándose al cuello de Jotaro.
-Amor... Bésame- apenas pudo pedir intentando acoatumbrarse al gran tamaño del mencionado.
Jotaro no dudo en cumplir la petición. Sintió el cuerpo entre sus brazos relajarse y entonces pudo empezar a moverse.
Estocada tras estocada, el dolor se convirtió en placer, Yuto se sintió afortunado de que su marido fuera tan hábil en la cama, solo una de las miles de razones por las cuales lo amaba.
-Yuto...- Jotaro jadeó mirando dentro de los ojos grises del mencionado, el ritmo había aumentado considerablemente por lo que no fue difícil leer dentro del otro.
-Yo también, mi fuerte leñador- dijo Yuto sonriendo divertido tan sólo unos momentos antes de que una explosión de placer arrasara todo su cuerpo. Al mismo tiempo, un líquido espeso y caliente lo inundó.
-¡Jotaro!- gritó, aferrándose al mencionado que los sostuvo con fuerza, ambos sumergidos en el más intenso placer dado por la Unión con la persona que amaban.
Al finalizar se quedaron en la cama, abrazados, Jotaro depositó un beso en los labios de su esposo antes de retirarse de su cuerpo.
Pasaron unos momentos de tranquilo silencio hasta que Yuto lo rompió.
-De haber sabido que podía meterte en un atuendo de leñador tan fácil lo hubiera intentado antes-
Jotaro negó, su esposo podia ser adorable y educado, pero era un pervertido, uno al que amaba... definitivamente era perfecto para él.
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Gotta be somebody
Fanfic¡¡Bizarreshippingweek!! ¿Qué es? Es un término que le dimos a la week dedicada a dos parejas como resultado de mi fic anterior "Broken Diamond" y sus secuelas "Unmei no wa" y "Bloody Crown", ésta última perteneciente al usuario de Wattpad Gapriel, a...