Eran las tardes tórridas,
el verano crepitante de chicharras,
el cielo todo sol,
el pecho libre,
pulpa frutal,
destellando los rientes labios húmedos,
frescor hondo del ribazo casi asoleado,
sombra rocosa inminente, suspendida
sobre los desnudos y brillantes cuerpos infantiles,
risas, olas como balas espumosas,
salpicaduras tiernas,
manos llenas de flechas acuáticas,
escamas relumbrando,
plata veloz huyente.
Y todo el aire, nuestro,
como un mar superior de agua de luz.
Y la niñez vibrando, ansiosa de futuro.
Después, Aylán, bañado de mareas.
Arena gris en las fosas nasales.
Los cielos crujen rotos
por los ojos cubiertos de sargazos marinos.
Qué extraño coro de miles de ahogados resuena
en las profundidades del Mediterráneo.
Antes, otra playa, no lejana,
las estrellas saliendo del mar,
bello idioma griego: "Den ine pu fevgui..."
¡Andíkira!
Noche brillando en las jóvenes pupilas,
el corazón incólume, izado en las constelaciones
por el canto y el vino de la amistad eterna.
Y sin embargo, hay otras juventudes en jaulas subterráneas.
Desde Kocho a Mosul el trayecto es ominoso.
"Dime, ¿eres yazidí? Sí
¿Cuántos años tienes? 19
¿Violaciones por día? Muchas, ya no recuerdo
¿Alguna vez te vendieron? Varias"
Ministro de Asuntos Militares Moshe Yaalon: "Prefiero al ISIS"
"Quneitra. Enorme alijo de armas estadounidenses e israelíes
halladas en varios poblados, tras la derrota del Estado Islámico"
Agencia SANA.
Amor a quemarropa,
sexo y llanto en una noche negra,
antes de la muerte.
En otra noche nívea,
sábanas lunares blanqueando en la penumbra.
Un cuerpo como una sima luminosa,
fiebre de la primera vez, desprendimiento.
Como divinidades del Olimpo, trascendimos
hollando otros espacios, cosas, pasos,
descanso pero en alto,
rotos los muros de la carne,
libres de la sanción de Cristo.
Yo te sanciono
En el nombre de la Reserva Federal,
del Hijo Dólar
y del espíritu geopolítico,
te sanciono y te bloqueo.
"87.000 niños muertos en Yemen"
Demasiadas tumbas si se disponen en hilera.
¿Cuántos días para depositar una rosa en ellas?
Mejor tumbas en cuadro,
o quizás una fosa común con una zarza ardiendo.
¿Alguien que apague estos incendios?
Cielos, llorad, es tiempo de que llueva en los desiertos.
Agua plateada en el canal,
el frescor lamiendo la cubierta
humedeciendo los dedos
que se aplican al tacto,
gozosos y calenturientos.
San Marcos queda atrás,
barriadas periféricas para morir de sombra,
estrechas calles y los geranios dándose las flores
de balcón a balcón.
Puentes para aquietarse en cuatro pasos lentos,
de luna cada uno,
Y la cabeza llena del efluvio marino,
respirante de flores por doquier,
miles de flores.
Entretanto,
137.000 millones de dólares para los cortacabezas,
fanatismo bien regado de plata occidental.
El mercenariado a la orden del día,
después de tantos siglos.
"Wilson Aurelio Bautista, colombiano, ex fuerzas especiales.
Contratante: Blackwater.
Destino: Yemen.
Condiciones del contrato: 3500 dólares al mes, seguro de vida,
traslado de mujer e hijos a Arabia Saudí
en caso de muerte, futuro asegurado
Posible destino alternativo: Siria".
Refugio no nuclear, manos tiernas.
Mírame, aquí bajo tu sombra.
ESTÁS LEYENDO
Costa de los Abrazos
PoetryAbriendo puertas, sintiendo latir el corazón de todo, intentando llegar a una nueva playa. Derechos de la obra registrados en Safe Creative Código de registro: 2203130699368 Fecha de registro: 13-mar-2022 11:10 UTC