IV

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Escuchábamos a alguien cantar por aquellas penumbrosas ramas, había una luz amarilla que apenas podíamos distinguir,  salimos entre las ramas y un hombre picaba aquel pequeño árbol. El hombre tarareaba armoniosamente sin notar que nosotros aparecimos de la nada, hasta que pise una rama que lo hizo levantar la mirada hacia nosotros.

— Veo que están perdido — Nos dijo mientras volvía a seguir cortando aquel árbol. — Soy el leñador... Es un placer.

— Solo busco la manera de salir de aquí a salvo con mi hermano — le dije mientras nos acercábamos.

— Es un largo camino parece... pero no deben permanecer en el bosque mucho tiempo — el hombre se ponía de pie y se arreglaba el sombrero — pronto será Navidad y no querrán estar aquí y mas si Thefrost los llegara a conseguir... Si siguen mas adelante conseguirán un viejo pueblo allí podrán pasar el rato — Aquel hombre se puso en marcha dejándonos allí solos, la verdad no me transmitió para nada de confianza, así que decidimos continuar. Sparkie era un perro alegre y juguetón, aunque Leonardo por otro lado cada vez hablaba menos. Esto era algo que no podía pasar por alto.

Entramos a un pueblo extrañamente deshabitado, salvo por una casa donde habitaba una chica, que extrañamente limpiaba la entrada.

Nos acercamos despacio, pero raramente Ethan tiene esa costumbre de querer saludar a todo el que se encuentre. La chica nos observó, tenía una mirada desorientada, por algún me dio escalofríos.

— Hola ... ¿Se encuentran de paseo? — Nos preguntó.

— la verdad buscamos salir de aquí — Respondí.

— Entiendo yo también me perdí hace mucho, vivo al cuidado de mi Tía y es la que me ha criado desde entonces — Respondió dejando la escoba a un lado.

— Veo que no tienes ninguna decoración navideña ¿Por qué? — Pregunte detallando el lugar, Ethan tambien curioseaba con el perro que jugaba alrededor de la entrada, lo iba a llamar pero deje que se divirtiera.

— A mi tía no le gusta celebrar nada,  dice que es por mi bien — me respondió.

— Si gustas te ayudamos a limpiar. — me ofrecí voluntariamente,  a lo que la chica accedió. Entramos en la casa que estaba oscura y la verdad no había mucho por hacer, así que revisando un armario con Ethan encontramos unas decoraciones de navidad, iba a decirle en ese momento del encuentro cuando llegó ella caminando rápido.

— Deben esconderse mi tía esta por llegar — Nos dijo mientras nos empujaba dentro del armario, todo estaba en oscuridad solo escuchábamos la conversación de afuera.

Hola tía ¿que tal su viaje?  — preguntó amablemente, mi respiración la sentía acelerada en aquel momento.

Muy gratificante Nancy...  Veo que has terminado las tarea que te puse — Respondió la mujer que tenía una voz áspera, Ethan se tropezó con una caja haciendo un poco de ruido. — ¿Qué  fue eso Nancy? ¿Acaso tienes a alguien escondido en la casa?  Sabes lo que te he dicho al respecto.

— No tía seguro es algo que puse mal en el armario — Respondió la chica.

Si me estas mintiendo lo sabré querida ahora iré a descansar espero me tengas la cena lista El sonido del reloj te lo indica — dijo la mujer que comenzó a subir las escaleras.

Después de un rato la chica nos abrió la puerta con una pequeña sonrisa.

— Eso estuvo cool — Dije saliendo del armario. — Por cierto encontré esto ¿Quieres decorar? .

— No estoy segura a mi tía nunca le ha gustado eso.

— Entonces haremos que le guste — Respondí sacando las decoraciones, la verdad nos divertimos haciendo todo, colocando las guirnaldas y las luces, hasta Ethan se puso hacer chocolate y el aroma invadía la cocina, una vez terminado le dije que fuera por su tía, ella lo hizo y la mujer comenzó  bajar las escaleras...  Pero cuando encendimos las luces la mujer tuvo un brillo, pude notar que extrañaba todo eso, pero despues miró a Nancy.

— ¿Acaso son tontos? — nos preguntó a Ethan y a mí — no saben lo que han hecho.

— Lo siento señora solo queríamos ayudar — respondió Ethan a mi lado.

— Niños a Nancy estas fiestas las alteran ahora todos estamos en peligro. — Respondió la mujer bajando hacia nosotros. — tengo un reloj de mano que la hipnotiza — nos dijo pidiéndonos que la ayudemos a buscar, miré hacia Nancy que de pronto sus ojos habían cambiado de color,  eran blancos como la leche y la forma de su cara era parecida a la de un demonio... O así me pareció, la chica se abalanzó sobre mi a lo que me puse en marcha para que no me comiera, Ethan y la tía buscaban el reloj,  Nancy había conseguido que le salieran varias manos mas cuando la tía aplaudió,  la extraña criatura levantó la vista; la tía tenia un reloj de mano el cual le apuntaba hasta su vista. La mujer comenzó a balancear el reloj haciendo calmar a Nancy que volvía a la normalidad, se quitó encima de mi y luego se fue a sentar al mueble como si estuviera ida.

— ¿Está bien? — le pregunté a la mujer levantándome.

— Si estara bien, pero desde que me la conseguí vagando en el bosque sola le pasa eso cuando tiene muchas emociones. — me respondió — por eso la tengo aislada de el mundo exterior, aun no se como sacar eso que la consume, una vieja conocida me dijo que podría ser el mismo Thefrost quien la esté consumiendo — la mujer cerró los ojos y suspiro — Pobre chiquilla.

— Oh vaya — respondí mirando a Nancy — Bueno creo que es mejor continuar quiero salir de aquí.

— Tengan cuidado niños... The Frost no los dejará ir tan fácil — Dijo la mujer preocupada, no entendí lo que quiso decir así que tomé a mi hermanastro, sparkie y Leonardo para irnos de aquella extraña cabaña.

Un cuento de navidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora