Ethan:
Para ser sincero, me pone mal en ver en ese ánimo a Marcos, quiero que me empiece a tratar como su hermano. Se que ha pasado por mucho y apenas estoy recién llegado a su vida. Pero lo veo como un hermano y no un hermanastro, al final se que nos quiere sacar de este extraño bosque. Pero al final entiendo que pueden ser pruebas que tengamos que pasar. Me dormí profundamente, de repente un rayo de luz me hace volver a abrir los ojos, y ya no estoy en ese tronco con Marcos, miro a mi alrededor y tampoco está sparkie o Leonardo.
Me levanto y comienzo a caminar en aquel Prado donde todo brillaba de una manera majestuosa. Habían personas decorando las casas, todas parecían felices, me acomodé mi gorro y me acerqué con ánimos, la gente me saludaba con grandes ánimos y los veo preparando sus grandes comidas, una amable mujer se me acerca y me ofrece galletas recién horneadas, ¡que rico! Pensé para mi, acepte mientras caminaba intentando poder visualizar a mi hermano. O a Leonardo, ¿Será que estaré en otro lugar?, De pronto sparkie se unió a mi lado y mis problemas de pensar otra cosa se desvanecieron, así que me puse a jugar con el corriendo en un pequeño Prado más al fondo. Me divertía sin sentir ninguna preocupación. Una mujer se acercaba a mi mientras yo acariciaba la panza de Sparkie.
— Hola — Me saludo amablemente. — esperábamos por tí Ethan.
— ¿Por mi? Pero ¿Por qué? — Pregunté dejando de acariciar a Sparkie.
— Has sido un niño bueno y por lo tanto eres bienvenido a estar aquí con nosotros yo soy la princesa de la estrellas — Me dijo sonriente. — y si quieres puedo concederte un deseo.
— ¿Y que pasará con Marcos?— Le Pregunté.
— ¡Oh cariño! — exclamó — el está perdido aún no puede venir Aquí.
— Pero no puedo quedar aquí sin el — Le Respondí mirando al césped — si quiero un deseo es volver con mi perro para ayudarlo a que no se pierda.
La mujer me miró sorprendida y con una delicada sonrisa asintió dándome un toque con una varita. Desperté al lado de Marcos intente despertarlo pero no respondio, Sparkie se movía a mi lado moviendo la cola, pude notar que algo estaba afuera.
— Hola ¿Quien está allí?— Pregunté preocupado.
— Pequeño Ethan — La voz en un susurro era muy peculiar pero no me dió miedo. — tu hermano se encuentra perdido si quieres encontrarlo debes venir conmigo .
— ¿Como puedo confiar en usted si no te muestras? — le dije justo cuando una alta figura con grandes cuernos de color blanco se aparecía entre los árboles.
— ¿Ahora puedes confiar en mí? — me pregunto.
— Está bien pero ¿Mi perro viene conmigo?— Pregunté acercándome.
— Claro que si — susurró animado caminé hasta el hombre y le tomé las frías manos adentrándome con el al bosque.
Leonardo:
Dormía al lado de Marcos cuando sentí que Ethan se levantaba y hablaba con alguien, me estiraba adormecido y noté que no estaba a mi lado, pensé que era que jugaba con Sparkie pero no era así, mis orejas sintieron grandes pasos cuando corrí hasta donde escuchaba a hablar a Ethan.
— ¿y el irme contigo ayudará a volver a Marcos? — escuché a lo lejos a Ethan.
— Ethan espera no te vayas — Grite desesperado. TheFrost lo había capturado, estaba perdido, o debía conseguir al leñador para que ayudará ¿Por qué ahora? Corría lo más rápido que pude, pero ya habían desaparecido y la nieve estaba espesa, intenté regresar para despertar a Marcos pero todo era en vano ahora los tres estábamos separados.
Marcos:
Desperté por el fuerte frío que pegaba me levanté de donde me encontraba notando que Ethan no estaba a mi lado, miré su gorro a un lado mío y lo tomé ¿Pero donde puedes estar?. Comencé a llamarlo entre el frío bosque, los árboles lo sentía espesos no podía perder a Ethan, ¿acaso TheFrost se lo había llevado?. Me di cuenta que ni Sparkie y Leonardo tampoco estaba. Me sentía perdido, no me di cuenta de la caída que había al frente cuando de nuevo caía y otra vez era absorbido por la oscuridad.
Mi cuerpo estaba a dolorido no sabía cuánto tiempo estaba inconsciente, una ardilla me miraba y tenía una nuez en sus pequeñas manos.
—¿Leonardo? ¿Donde estaban metidos?— Pregunté levantándome.
— ¿Conoces a Leonardo? — Me preguntó la voz femenina — lleva días perdido y también estoy buscándolo junto a sus hermanos.
— Si lo conozco debo conseguirlo a el junto a mi hermano — dije poniéndome en camino de nuevo.
— Está haciendo mucha brisa y nieve mejor comete una nuez necesitas comer — me dijo la Ardilla.
— Lo siento mujer ya he estado mucho tiempo en este lugar y si no hice algo en vida por Ethan lo haré ahora que estamos aquí — me di la espalda y salí de el bosque corriendo entre las grandes ramas. Los árboles se hacían más grandes me sentía perdido, de nuevo te resbalé y caí en un Prado cubierto de nieve, una gran casa se alzaba entre ella. Era raro todo esto la nieve me cubría la cara, me puse de nuevo de pie hasta aquella casa abrí la puerta con cuidado notando que había desorden y todo estaba oscuro.
Caminé hasta la mesa cercana, sentía como el frío entraba por todo el lugar. Pude notar unas tijeras doradas, ¿que era esto?.
— ¿Quien se atreve a husmear en mi casa? — retumbó aquella voz por todo el lugar. — ¿Acaso han venido por algún trato? — está vez la voz estaba más cerca, mire las tijeras que tenía agarradas. Esta era la bruja debo salir de aquí rápido, decidido salí por el recibidor cuando un fuerte grito comenzó a sonar por el lugar. Una vez afuera corrí de nuevo al bosque sin mirar atrás, estas tijeras eran para Leonardo pero debo conseguir primero a Ethan.
ESTÁS LEYENDO
Un cuento de navidad
FantasyMarco es un chico de 15 años que ha dejado de creer en la Navidad, pero una noche su hermanastro casi muere y lo logró salvar de un trágico accidente, ambos chicos despiertan en un mundo diferente, que esta siendo consumido por una entidad maligna l...