―Por cierto, ahora que lo pienso, es extraño ―dijo Dianna de la nada―. Acabas de ver a Gyigas. Es muy extraño eso. ¿Por qué tu pudiste verla, pero los demás no? ―le pregunta agachada a Elly, levantándole la cara desde su cabello.
―¿Nadie más lo puede ver? ¿Cómo es eso? ―pregunta confundida.
―A Gyigas nadie más lo puede ver. No sé por qué nadie más puede pero, supongo que el que la veas o no, no te librará de lo que te espera.
Dianna se queda un rato viendo detalladamente a Elly. Como si estuviera inspeccionándola, cuando dice:
―Ahora que lo pienso, tu rostro se me conocido. ¿Dónde te he visto antes?
Y la suelta del cabello, dejándola caer otra vez y acto seguido, Elly se levanta otra vez en contra de su voluntad y, Dianna comienza a inspeccionar todo en ella. Primero revisa los bolsillos del pantalón jean, tanto adelante como atrás. Después, le alza la camiseta y revisa entre los senos y el sostén. Y finalmente, los bolsillos de la chaqueta jean.
Fue ahí, que encontró algo. Era la billetera de Elly. Dianna comienza a revisar la billetera y saca un pedazo de plástico. Era la cédula de nacionalidad de Elly.
―"Elly Sera", uh ―dice Dianna en un tono revelador―. Con razón tu rostro se me hacía conocido. Eres la chiquilla esa que vino de Inglaterra a investigar las ruinas halladas acá, ¿no?
―¡...!
―Oh, vamos. No hagas esa cara ―dice al ver el rostro preocupado de Elly―. No te mataré... creo... por ahora. Se me ha ocurrido una mejor idea.
―¿Qué piensas hacerme?
―Oh, nada en especial. Tan sólo algo mejor como, uhm, no sé, ¿manchar tu nombre? ―propone en tono burlón.
―¿Y cómo se supone que eso va a lastimarme?
―Oh, no pienso lastimarte sólo a ti. Imagínate a alguien más importante que tú, y que comparte un fragmento de tu nombre.
―Un momento, no pensarás en--
―Sí, así es. Si te arruino a ti, también lo indirectamente con la reputación de tu padre.
―¡...!
―Sólo imagínate los periódicos, la televisión y revistas nacionales e internacionales hablando de lo que estás a punto de hacer mas, con tu muerte, tanto la reputación como las ganas de vivir de tu padre se irán a esfumar.
―¡ERES UNA HIJA DE PUTA! ―grita Elly enfadada.
Dianna le da una cachetada a Elly, callándola. Y, mientras le sujeta de los labios, le dice amenazante:
―Será mejor que no me grites ni me insultes. ¿Acaso no reconoces la posición en la que estás? Literalmente, ahora en cierta parte eres mi esclava.
Y la suelta.
―Ahora, ¿cómo debería humillarte? ―se pregunta Dianna y entonces, frente a ella, ve una tienda de empeño. Y con una sonrisa perversa, mira a Elly y dice... ―. Ya sé cómo iniciar esto.
Elly sigue a Dianna pese a su voluntad donde esta camina. Al llegar, entran al local y Dianna se pone a revisar las cosas mostradas en las despensas y mostradores. Entonces, sus ojos se enfocan en algo que le llama la atención.
―Disculpe, ¿alguien me puede atender? ―dice en voz alta, llamando la atención de una señora algo mayor que acude a ella.
―Dígame, ¿en qué puedo ayudarle?
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Life's Bizarre Adventure: Strike the Horn
ActionCornatta es una ciudad pacífica y turística rodeado de muchas zonas arqueológicas en sus alrededores. Un accidente en la investigación de unas ruinas antiguas dará paso a un suceso extraño con el pasar de los días: La aparición de los "Stand". Varia...