Dia 1

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La mañana de ese día era muy fría, como de costumbre. Podía sentir el cobertor rozando mi piel, una sensación que me gustaba,  me hacía sentir muy cómoda, cobijada.

Coloqué mis manos debajo del cobertor y me cubrí completamente el cuerpo, hasta el cuello. Podía sentir el calor que mi propio cuerpo emanaba.  Me quedé allí por unos minutos, disfrutando ese momento. Mi habitación,  El único lugar donde puedo ser yo misma y nadie puede juzgarme, mi guarida.
Mi habitación es grande, tiene al frente un ventanal grande de cristal, que cubre toda la pared frontal, Allí puedo ver el bosque y la luna cada noche frente a mi con gran facilidad, el piso es de madera, el color de las paredes es crema, mi cobertor es  grueso y de color gris obscuro, con las sábanas y fundas de almohada haciéndole juego. Mi habitación tiene un computador en el otro extremo de la habitación, y por el otro lado se encuentra mi closer, el cual tiene toda mi ropa, a su gran mayoría negra, Mi cama se encuentra en el centro de la habitación y a su lado derecho se encuentra un escritorio donde cada noche me siento y escribo mi diario. El escritorio tiene cajones en la parte baja de la mesilla, allí guardo mis cosas personales y más preciadas como mis libros, mis cosas de dibujo y mi diario, al lado de mi cama esta un pequeño mueble de madera que tiene sobre el una lámpara a cada lado, y al extremo final de la habitación, se encuentra la puerta del baño. Mis ojos están fijados frente el ventanal, y a diario puedo mirar claramente lo que está a mi alrededor aunque sea la cosa más insignificante. Puedo observar si el día se torna muy nublado, nevoso, o un poco soleado, aunque está última ocurría una vez cada mil días, incluso puedo ver las gotas de lluvia o los pequeños copos de nieve cayendo sobre los pinos, a través del ventanal de cristal.

Me quedé recostada sobre mi cama, hasta que finalmente después de algunos minutos de haber despertado, Decidí levantarme de la cama, una decision muy difícil para mi. Camine hacia el ventanal húmedo y frío y comencé a contemplar solo por algunos segundos el exterior, la naturaleza que me rodeaba era hermosa, un bosque solitario y misterioso de un color verde intenso, un cielo nublado con un color muy grisáceo, que me hacía sentir en casa, La lluvia y frió que provocaba en mi una sensación de alegría y satisfacción, adoro ese sentir. Fui al cuarto de baño, La puerta del baño es de cristal también, el piso es de baldosa blanca y brillante, el inodoro y tina de baño son de porcelana blanca, y tiene un lava manos con un espejo que cubre toda la pared delantera, es de porcelana blanca y grisácea al mismo tiempo, dentro de el siempre hay perfumes, jabones y cremas, siempre he amado tenerlas allí, me fascina oler bien, y cuidar mi piel, aunque tengo un mueble especial para todo eso, se encuentra al lado del lavamanos, allí tengo toda clase de jabón, toallas, cremas y perfumes. Justo frente a el se encuentra un espejo enorme, de poco más de 2 metros. Realmente era difícil evadirlo, ya que a diario podía ver perfectamente todas mis imperfecciones. Me encontré cara a cara frente al inmenso espejo, era momento de contemplarme, mi piel es pálida, mi cabello es pelirrojo, mis ojos son verdes, mi nariz es pequeña, tengo labios medianos, Soy delgada y soy pequeña de estatura.

Me desnudé frente al espejo, podía ver mi piel, mi cabello, mis senos, la forma de mi cuerpo, cada parte en mi era única y de eso estaba segura. Tome el jabón que se encontraba en el lava manos y abrí el agua caliente para llenar la bañera, mi piel desnuda se levantaba al sentir la porcelana fría de la tina rosando mi piel. Mientras me apoyaba de ella para estar dentro. Coloque varias esencias y me sumergí dentro de la bañera.

Que delicia, -Susurre mientras me adentraba más y más-

No hay nada que disfrute más que un baño caliente y un clima helado afuera. Cerré los ojos por un momento y entre a una plena relajación, así que comencé a meditar, pensé en cada etapa de mi vida. pensé en mi Familia, la cual nunca había conocido a excepción de mi abuela, Ella me crió y siempre se hizo cargo de mi. Lamentablemente falleció cuando yo era pequeña y desde entonces me las he lidiado yo sola. Esa era mi vida, Estaba completamente sola aquí, y no tenía nada, ni nadie. Solo a mi. Eso me hizo recordar aún más. pensé en el colegio, en el que siempre era "la chica rara", "la chica reservada" "la diferente", nunca fui como las demás chicas, ellas a esta edad suelen tener un montón de amigos, pretendientes, novios, fiestas, yo que se, lo normal que una chica de 17 años suele tener. Yo nunca he sido de las chicas que hace amigos con facilidad, sinceramente "Amigo" en mi vocabulario es una palabra inexistente. Nunca he tenido un amigo, durante toda mi vida he estado sola, y sinceramente esto nunca me afecto en si, aunque siempre he deseado un amigo alguien a quien compartir lo que sientes, estar con el o ella para evitar que las clases se Vuelvan aburridas, o simplemente salir a la cafetería, pedir algo y charlar, nunca he tenido esa oportunidad, pero aun así nunca deje que esto me Afectará, siempre he tratado de ser fuerte y Protegerme a mi misma, aunque mi ser, muy dentro de mi sabía que me estaba mintiendo. Mientras meditaba, algo golpeó el ventanal de cristal de mi habitación, provocando un gran ruido. Abrí los ojos de golpe y mire a todos lados, me levante con apuro y tomé mi toalla, cubriendo mi cuerpo, salí de la tina de baño y miré hacia la ventana, No había nadie, o algo con lo que el cristal se hubiera podido golpear,  mire a todos lados y para ser honesta sentí miedo, En medio de la nada cualquier persona podría meterse  a mi casa y lastimarme. Pero me armé de valor y Salí de mi habitación, fui hacia las escaleras y baje lentamente, pero no había nadie, caminé hacia la cocina y tomé un cuchillo, y caminé lentamente, recorriendo toda la casa, siendo cautelosa, revise todo, hasta estar segura que no hubiera nadie allí y así fue, aunque fue muy extraño, ya que a pesar de no haber encontrado a algo o a alguien dentro de mi casa, yo sabía y sentía que alguien me observaba y estaba allí, conmigo...

IMPULSO ESCARLATADonde viven las historias. Descúbrelo ahora