Estudio

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Armeth estaba al otro lado de la mesa que se encontraba detrás de mi. Estaba parado a un extremo. Me sorprendió verlo ya que no lo esperaba allí.

-Hola Ishbelleh, parece que te asusté
-sonrió tontamente mientras caminaba hacia mí- ¿Estás bien?

- Si, solo rompí una taza y me corté.

- Déjame ver eso. - Estire el brazo y le enseñe la herida la cual era pequeña pero profunda. El tomo mi mano suavemente y la miró.

- Creo que debes saber que no es bueno sangrar frente a un Vampiro -Exclamó-

- Perdón, fue un accidente - Dije de manera avergonzadá-

- Tranquila, Solo es un consejo. Ven conmigo. <Armeth cubrió mi herida con un pañuelo que sacó de su bolsillo> Presiona un poco - Añadio -

Salió de la cocina y caminó hacia una de las habitaciones que se encontraba al final del primer piso. Yo caminé detrás de Él mientras observaba el pasillo y las habitaciones que en el se encontraban. Una parte de la casa que no había visto todavía. Era una mansión muy elegante aunque algo tenebrosa. El pasillo era amplio, tenía muebles antiguos de madera a lo largo del pasillo, sobre ellos había antigüedades de porcelana, cristalería fina y velas antiguas. Arriba de las estanterías, sobre la pared había cuadros de retratos, Todos de Armeth en su gran mayoria. Al final del pasillo había un gran ventanal que daba al patio trasero brindando una pequeña ráfaga de luz. En cada lado del pasillo había puertas de color marrón oscuro, con perillas doradas, cada una llevaba a una habitación diferente pero nosotros no nos detuvimos hasta la penúltima puerta. Armeth sacó la llave de su bolsillo delantero y abrió la puerta.

-Adelante por favor <Exclamó>

Entré a la habitación y me percate que era un estudio. En la última pared de la habitación había una estantería con libros todos acomodados por secciones y tamaños. Justo enfrente había un escritorio de madera con una silla, sobre el escritorio había una lámpara, un tintero y hojas sobre el. Las ventanas se encontraban en el lado izquierdo de la habitación las cuales estaban completamente cubiertas con cortinas muy antiguas estilo barroco. Eran de color rojo vino, con listones que las sujetaban y adornos bordados en tono dorado a lo largo. Al rededor del estudio , sobre las paredes había cuadros, retratos y pinturas abstractas, al lado derecho de la habitación había un gran cuadro, pero este se encontraba cubierto con una tela gruesa y era imposible ver qué había en aquel retrato. Justo debajo había un sofa de color rojo vino, con una pequeña mesa a un lado y un pequeño taburete al frente. Al final de la habitación, justo aun lado de la estantería había una puerta la cual estaba cerrada con una gran cerradura.

- Bienvenida A mi estudio Ishbelleh <Exclamó> Toma asiento por favor.

Entré al estudio y me senté sobre el sofá, Armeth cerró la puerta y camino hacia el escritorio. De uno de los cajones sacó un gotero de cristal con un líquido transparente dentro y de un cofre pequeño sacó algunos algodones. Caminó hacia mi y dejo todo sobre la mesa que se encontraba a un lado del sofá, Se sentó a un lado, tomo mi mano y posteriormente tomo el gotero colocando algunas gotas sobre mi piel. Armeth estaba atento a la herida, la limpiaba con el algodón y colocaba el líquido de manera continua. Había silencio, yo solo lo miraba.

- ¿Quien eres Armeth?- Pregunté mientras lo miraba. Armeth se detuvo por algunos segundos, mirándome extrañado sin decir palabra alguna.

- Digamos que soy alguien especial Ishbelleh- <Sonrío y me continuo limpiando la herida>

- ¿Eso es todo?- pregunté refunfuñando- no es suficiente para mi. Quiero saber más, Quiero saber quién eres, Quiero respuestas, Por favor Armeth- <Exclamé mientras lo miraba> Armeth no dijo nada, continuo limpiando la herida por algunos segundos más, cuando finalmente la cubrió y la dejó. Colocó todo sobre la mesa y se sentó frente a mi. Colocó su antebrazo sobre el respaldo del sofá y el otro lo coloco sobre su pierna. Me miro fijamente y suspiró...

IMPULSO ESCARLATADonde viven las historias. Descúbrelo ahora