It is love, Gemelos. Daryl O Matt

MOJADA

Los labios de Matt se mueven sensualmente, sin prisas apreciando cada borde de mis labios, su cuerpo sobre el mío dificulta aún más mi respiración logrando que me agite rápidamente, tenerlo sobre mi, besándome recostados en la orilla de la playa solitaria es demasiado exitante, mi mente se llena de pensamientos morbosos y no tardo en mojar mis bragas.

Matt
No lo resistí más, deseaba tanto probar esos carnosos labios rosados, desde el primer día en que la conocí deseé poder saborearlos y morderlos como ahora hago, son suaves y dulces, sus movimientos son delicados pero seguros y sobre todo delisiosos.

Después de algunos segundos de jugueteos con nuestras lenguas nuestras respiraciones comienzan a tornarse agitadas, mi temperatura y las ganas por seguir besándola se han elevado, sus manos sujetan mi nuca invitándome a continuar con nuestro beso, pensé que sería una mala idea y tal vez me rechazara pero es todo lo contrario.

Nuestros labios se separan un poco y puedo notar que ella está temblando. Justo en la posición que estamos la tomo de la cintura y la levanto junto conmigo, cargándola entre mis brazos, sus piernas se cruzan al rededor de mi cintura mientras camino en dirección a nuestra habitación. Su cabeza se ah metido entre mi cuello acurrucándose en mi como si fuera un gatito.

Llegamos a la habitación y la suelto haciendo que se apollo en sus pies, sus manos no me sueltan dejando mi cuerpo pegado al suyo.

Sus enormes ojos esmeralda me observan con un brillo especial, es como si algo que estaba muerto dentro de ella ubiera vuelto a nacer.

Con esa fuerza que es tan característica de ella me empuja a la cama haciéndome sentar, me toma por sorpresa cuando ella se sienta sobre mí dejando sus piernas a lado de las mías, como la posición flor de loto, debo ser muy bueno finjiendo que no me incomoda estar así, pero lo hace, es como si me pidiera a gritos hacerla suya y me cuesta mucho trabajo ir contra mis instintos, tanto que duele.

Marion
Sigo besando a Matt esperando que no me rechace, siento que eh ido muy rápido cuando trata de separar su rostro del mío, despegó un poco mi pecho de él pero éste lo atrasado con su caliente mano en mi espalda, dirigiendo mis hombros a su rostro, torturandome con sus calientes labios húmedos presionando en mi hombro derecho, dejando uno...y otro...y otro...y otro beso haciendo ese delisioso sonido succionante que me enchinado la piel. Va haciendo una línea calentando más y más mi piel, cada beso se acerca más y más a mí cuello erizando con cada uno de ellos mi piel.

No hago más que estirar mi cuello dejándolo hacer, dejándome ir en el placer de esa deliciosa sensación de sus labios en mi piel.

Matt
Trato de relajar mis impulsos pero es inevitable, cada beso me pide más y más de ella, el dulce aroma de su cuello me atrae cada vez más, beso lentamente su firme piel notando algunos de sus bellos totalmente erectos, tal y como se encuentra este campeón, estoy por terminar con estos besos cuando escucho un delicioso gemido salir de su boca alterando mis sentidos, mis tímpanos vibran al no estar acostumbrados a oír un gemido tan exquisito, tan delisioso y tan provocador, me encanta esta mujer, me fascina cada centímetro de ella y por supuesto me fascina sentirla.

Estoy perdido, ese gemido ah apagado mi cerebro y ahora funciono en modo automático, a cargo de mi erecto campeón.

Muerdo levemente su cuello volviendo a causar ese sonido una vez más pero ahora más fuerte, sus uñas razgan suavemente mi chaqueta exitandome más de lo que ya estoy.

Marion suspira pesadamente curveando su cuerpo, rosa mi miembro haciéndome suspirar al saber que la tengo tan cerca de mi, sólo una maldita tela nos separa, jamás había odiado tanto a una maldita prenda de vestir.

Su cuerpo vuelve a moverse sobre mi, volviendo a rosar mi erección, por un momento pienso que ah sido un accidente pero cuando observo su rostro me doy cuenta de todo.

Una y otra vez vuelve a rosar mi entrepierna con su parte, dándose placer ella misma utilizándome, sus ojos estan cerrados apreciando cada sensación que le otorga mi firme amigo, poco a poco sus movimientos comienzan a ganar velocidad, sus manos se sostienen de mis hombros mientras ella da ligeros brincos sobre mi. Es un espectáculo hermoso.

¡No lo resisto más!, ella lo desea tanto como yo...