DESEO

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Sus calientes y grandes manos rozan mi espalda, sus gruesos labios se pasean por mi cuello y el placer comienza a cegarme. Daryl sabe exactamente lo que hace.

Poco a poco comienzo a olvidar lo placenteros que son sus labios en mi piel caliente, la incomodidad me sobrepasa.

Mamba: Daryl... - digo con mi voz ronca, entrecortada por los nervios de la situación. -

Daryl: ¿Que pasa? - responde en voz baja-.

Una de sus manos levanta mi rostro obligándome a verlo a los ojos, como es su costumbre. Sus ojos están entrecerrados, se nota que trata de calmar lo caliente que está.

Mamba: ¿Así quieres que sea? ¿Quieres que te pague con mi cuerpo?

Ambos nos ponemos a la defensiva y la tensión se eleva.

Daryl: ¿Que?! No, yo no... Ah! Joder...
¡No vuelvas a decir eso! Esa no fue mi intención.... Hace tanto que quería besar tus labios.

Mamba: Disculpa por pensar así, pero eso me pareció. Si te hace sentir mejor, te creo.

Daryl: Obviamente no me crees, no me conoces aun, y esta bien que desconfíes. Todos te han traicionado, pero como te lo eh dicho muchas veces, yo jamás te traicionaré.

Sus manos sujetan las mías acercandolas a su boca, dejando un largo beso en ellas, como si yo fuera algo muy preciado para él.

Me es inevitable sonreír, siento una felicidad muy extraña que hace revolver mi estómago un poco. Olvidando lo anterior nos abrazamos fuertemente y me dejó cubrir por sus fuertes brazos, mi rostro rosa la fina tela de su traje y mis pulmones se llenan de su sensual aroma relajandome totalmente.

Siento sus labios besar la sima de mi cabeza y ambos caminamos hacia la cama, delicadamente nos acostamos uno al lado del otro sin separarnos.

No se cuanto tiempo hayamos pasado así, yo entre los brazos de Daryl viendo un poco de la piel de su pecho descubierto debajo de su camisa abierta y el jugando con mi cabello. Extrañamente me siento tan bien, siento que a su lado no hay nada más importante, pareciera que ya nada más existe más que él, y creo que así es la realidad, no tengo a nadie más pero no importa, con él me basta.

Mamba: Oye, no me has contado nada sobre ti.

Daryl: No me lo habías pedido.

Ambos guardamos silencio y lo observo. Su vista se separa de la mía y observa hacia la nada, en su mirada veo un poco de nostalgia, tristeza y emoción.

Daryl: Perdí a mis padres en un accidente siendo un niño, apenas recuerdo sus voces, viví con mi abuela hasta los 16, cuando me corrió de su casa. Mi hermano no me dejó solo y ambos vivimos juntos en un pequeño apartamento, ambos buscamos trabajo, el aún estudiaba pero yo ya no. Tenía amigos en la mafia y yo necesitaba dinero así que no lo pensé dos veces, mi hermano terminó la preparatoria y después se integró a nosotros. Ambos amábamos la velocidad, las emociones fuertes y la adrenalina que nos daba, éramos el mejor equipo. Tiempo después ambos nos enamoramos y ahí termino todo, cuando ella murió.
El se alejo del mal camino y siguió estudiando, yo en cambio sigo aquí, y lo que quiera lo obtengo. Es una buena mala vida.

Mamba: No imaginaba que no tuvieras a tus padres, se lo que se siente, es un vacío que con nada se llena... Ah, tampoco sabía que tuvieras un hermano, ¿sabes algo de él?

Daryl: Si, vive cerca, de echo se quedará aquí algunos días mientras arreglo algunos asuntos.

Mamba: Qué bien, me da gusto que no estés sólo, ya sabes, como yo.

It is love, Gemelos. Daryl O MattDonde viven las historias. Descúbrelo ahora