⇝Capítulo 8

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-Soy su novia, tengo derecho de estar aquí. -Dice Perrie entrando a la habitación-

¿Cómo que su novia? Zayn me había dicho que lo habían dejado, bueno es su vida, no voy a decir que no me importa porque la verdad es que si, y que me daba mucha rabia que estuviese ella allí también.

-Y tu eres? -me mira Perrie-

-Ashley, una amiga.

-Pues ya te puedes ir Ashley, ya estoy yo aquí para cuidarle -me dice dejando su bolso-

-Ya, pero prefiero quedarme hasta que se despierte -la miro-

-No hace falta, ya estoy yo.

-Ya, ya lose que estas aquí, pero que quiero quedarme. -digo sin moverme de donde estaba-

Perrie se quedó callada y se sentó en una silla al otro lado de la cama y le cogió la mano a Zayn.

-Cielo ya estoy aquí -le dice-

Se que es su novia y que yo soy una completa desconocida casi, no sabia ni que hacía ahí, pero lo que sentía eran... celos? Si, tenía celos de Perrie. Yo le solté la mano y me senté también en la silla.

-Zayn venga despierta que cuanto antes te recuperes, antes nos iremos a casa -le sigue hablando Perrie-

-Mmm...-se le olle a Zayn y mueve un poco la mano-

-Se va a despertar -me incorporo bien-

-Ash... Ashley -dice bajito y va abriendo los ojos-

Había dicho mi nombre, no me lo creía. Abrí los ojos como platos y Perrie me lanzó una mirada no muy agradable, pero normal. No sabía cómo reaccionar, solo me callé.

-Cielo soy Perrie -le dice mirándole-

-Perrie? -dice Zayn al fin despierto-

-Sí, en cuanto me enteré de lo que te había pasado he venido...Que susto nos has dado cariño -se acerca a darle un beso a lo que Zayn mueve la cabeza-

-Pero...tu porque estas aquí?

-Bueno... Os dejo que habléis -digo levantandome- no quiero molestar. Me alegro de que te hallas despertado y que estés bien Zayn -le sonrió y cojo mis cosas-

-Adiós -me dice Perrie sonriendo-

-No, no te vallas Ashley -me dice Zayn-

-Sí, después vengo a verte tranquilo.

-Tranquilo amor, me quedo to contigo -le coge la mano Perrie-

Salí de la habitación y me fui a la cafetería a tomar algo. Para que mentir, estaba enfadada. Era yo la que había estado desde que ocurrió el accidente con el, yo no ella, y ahora venía diciendo que en cuanto se entero vino? En fin. Me senté a tomarme una Coca Cola fría y a esperar un poco. Pasaron unos minutos y sonó mi móvil, era un número desconocido.

-Diga?

-Ashley, soy Liam.

-Hola.. Liam -digo atontada-

-Estamos llegando ya al hospital, que tal está? Se ha despertado?

-Sí, está despierto y bien, pero yo ya no estoy yo en la habitación, ha venido Perrie.

-Cómo? Cómo que ha venido Perrie?

-Pues en cuanto se enteró del accidente vino...-digo sin ganas-

-Pero.. bueno, no entiendo pero ahora llegamos.

-Bien, bueno yo me voy ir, más tarde si eso vendré.

-Pues entonces más tarde nos vemos Ash -dice Liam amablemente-

-Sí, adiós Liam -colgué-

Me levanté y me fui andando hacia casa, no quería coger el tren, necesitaba despejarme. Ver a Perrie ahí me había dejado, no se.

Cuando llegué me di cuenta de que eran más de las 3 y a esa hora tenia que estar para hablar con mi madre. Cuando entré me la encontré en el salón sentada.

-Ashley, ven aquí. -dice seca-

-Voy a dejar...

-He dicho que vengas.

-Voy...-me dirige a la sala y me quedé en frente de ella-

-Por qué no has ido a clase hoy? Por qué no has estado a las 3 aquí? Por qué te comportas así? -me dice casi gritando-

-No he ido a clase porque paso de no hacer nada, no he estado aquí porque estaba ocupada y no me comportó de ninguna manera.

-Estoy harta de que hagas lo que se te da la gana, de que me trates así, de que no hagas nada! -ahora si que gritó-

-Mira, si estas cansada de mi ya no te preocupes más que me voy a ir, me voy de casa, pero después no me llames para nada!

-Sí te vas no quiero saber nada más de ti! -me dice señalando la puerta-

-Pues no sabrás nada más de mi, nunca más!

Eso fue lo último que le dije y subí corriendo a mi habitación. Saqué la maleta de debajo de la cama y empecé a meter todo, ropa, zapatos... todo. Y lo demás ya vendría a buscarlo. Cogí a Milo en brazos, lo abracé y me senté con el en el suelo.

-Cuidate mucho gordito... -le dije con lágrimas en los ojos y acariciandole-

Amaba a ese gato, Milo, mi gatito, era como el único que me escuchaba y no me criticaba, era alguien especial. Mientras le acariciaba podía sentir como ronroneaba, iba a echar de menos esa sensación, la sensación de tumbarme y que viniese a dormir al lado mio, le iba a echar de menos, pero no podía seguir así, me tenía que ir.

-Cuando pueda te vengo a buscar, para que te vengas conmigo. -le doy un beso en el lomo y lo dejo en el suelo-

Cogí la maleta, el bolso, el dinero que tenia ahorrado y escondido en una caja, el móvil y salí de mi habitación, bajé con la maleta y vi a mi madre que seguía sentada.

-Sí te vas ya sabes lo que pasa. -me dice-

-Sí, y tu también. -le digo dándole la última mirada- asique adiós. -abrí la puerta y salí-

Me quedé de pies ahí fuera, suspiré y miré al frente. Ya no había vuelta atrás, pensar en eso me hizo sentirme asustada, estaba "sola en el mundo" y no tenia a donde ir. De repente empezaron a caer lágrimas por mis mejillas y no las podía controlar. Empecé a andar hasta que llegué a un parque y me senté. Estaba cansada, no sabia a donde ir...

《Eras tú》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora