Mi montaña es un dragón.

Mi montaña es un dragón (7)

-¿Crees que hiciste bien?- Me pregunta confundiéndome un poco.

-Lo hice bien porque me salió del corazón.-

Sonríe de felicidad.

-¿Cristóbal?-

-¿Qué pasa?-

-Mira en dirección a mi casa.-

-¿Qué es lo que quieres que vea?-

-Solo hazlo.-

Sacude la cabeza para quitarse el polvo que le ayuda en su camuflaje y sin mover el cuerpo mira a mi humilde hogar.

-¡Es un pino de navidad!- Exclama sorprendido.

-Así es. Es mi pino de navidad.-

-¿Y qué es lo que tiene como estrella?-

-Oh sí, eso verde es una bolsa de plástico que encontré frente la tienda.-

Comienza a reírse pero no con sarcasmo, sino con nobleza.

-¿Es hermoso verdad?- Le pegunto emocionado.

-Demasiado hermoso ya que tú lo creaste con tus propias manos.-

-Es para ti.-

-¿Para mí?- Pregunta sorprendido.

-Sí, para ti... Cada vez que quieras verme miraras a mi ventana, me protegerás de todo mal y como recompensa ese pinito te hará recordar la felicidad que me hiciste sentir al llevarme a la ciudad ya que en el depositaras tu fe.-

-Gracias, que gran e inesperado detalle.-

-En ocasiones los mejores detalles vienen de quien menos lo esperas.-

-Tienes razón Johil, tienes toda la razón.-

El silencio conformista nos invade por unos segundos.

-¿Qué es lo que tienes en tu nariz?- Le pregunto después de ver algo blanco que sobresalía de ella.

-Algo que tú dejaste anoche.-

-¿Yo?, no recuerdo que te pusiera algo en la nariz. Voltea para ver qué es.-

Poco a poco gira su cabeza sonriendo.

-Es un girasol, pero yo nunca puse un girasol en tu nariz.-

-No, pero unas semillas si, solo que te confundiste pensando que era mi boca sin saber que era uno de mis orificios nasales.-

Ambos nos echamos a reír.

-Perdón, creí que era tu boca.-

-No tienes porqué disculparte, además ¿se me ve bien no?-

-Jaja.- Nuevamente sonrió – Se te ve de lo mejor. ¿Pero por qué es de color blanco?-

-Por qué creció de noche y creció mirando la luna.-

-¿Entonces es un GIRALUNA?-

-Así es, es un GIRALUNA... ¿Johil, porqué has confiado últimamente en mí?-

-Porque he entendido que me quieres cuidar y sé que lo aras aunque yo no pueda hacer gran cosa por ti.-

-¿Y qué hay del pino?-

-Es solo un pequeño detalle.- Le contesto intimidado.

-No es solo un pequeño detalle, es algo bastante increíble, las pequeñas cosas resultan ser más apreciadas que las grandes ya que con ellas puedes llevarlas a todos lados.-

-Pero una grande siempre cuesta y vale más.-

-No es así... Dime, ¿Te has puesto a pensar en ese limosnero que convierte los centavos en monedas valiosas?, o ¿Ese vagabundo que recicla los desechos?-

-No, nunca lo había hecho.-

-En ocasiones ignoramos las pequeñas cosas porque siempre nos encontramos anhelando las gigantes.-

Tras escucharlo comienzo a asimilar miles de cosas que nunca pensé que valdrían la pena detenerme para verlas ni tan siquiera por un segundo y darme cuenta que por más pequeñas que sean siempre hay un gran esfuerzo detrás de ellas.

-Amigo, ¿y por qué hay cosas que ignoramos?

-Por qué no le tomamos importancia.-

-¿Cómo qué?-

-Como ese albañil de quien todos se burlan que ha creado tantos hogares donde vivir, ese indígena o indio que representa los verdadero orígenes de las personas, ese pobre que te demuestra que no se tiene que tener dinero para vivir, ese inválido que te demuestra que no existen límites para ser feliz, ese anciano que te muestra que aún te queda mucho por vivir...-

-Esa mascota abandonada que te demuestra que puede dar amor a cualquier extraño.- Lo interrumpo para dar mi opinión.

-Correcto, o ese sentimiento cuando sientes que se te parte el corazón pero te demuestra que sigues vivo y que aun así puede dar amor, ser feliz y saber cómo vivir.-

-¿Lo dices por mí no es así?-

-Lo digo por ti, y por todas las personas que no se sienten amadas.-

-¿Sabes?, al conocerte me he sentido amado pues me demostraste que aún hay esperanzas para soñar, que por más feo que este el clima siempre habrá un lugar donde refugiarse y que la esperanza es lo último que muere incluso después de haber muerto uno mismo.-

-Has crecido muy rápido.- Me lo dice mirándome con esos grandes y hermosos ojos azules donde sus pupilas tenían la forma del conejo que se veía en la luna.

-Solo han pasado un par de días, es imposible que crezca tan rápido, además la ropa me sigue quedando igual.- Le respondo con mi ingenuidad de niño.

-Me refiero a tu crecimiento espiritual y sobre todo mental.-

-Es gracias a ti que me permites mostrar mi verdadero yo sin miedo a ser golpeado o humillado, esa es demasiada enseñanza para un niño pues me enseñaste el significado de tener mis propios y verdaderos sentimientos sin miedo a ser juzgado. No encuentro la manera de agradecértelo.-

-Pues yo si la he encontrado.-

-¿Y cuál es?- Se lo pregunto curioseando sus palabras.

-Nunca, pero nunca dejes de soñar e imaginar, que por más tonto que los demás creen que sea resulta ser la mejor manera para solucionar los problemas, sigue soñando que es la única manera de despejarte de todo lo malo que pueda existir en este mundo ya que te abre cientos de puertas a lo increíble que puede llegar a ser tu imaginación comprando cosas que en realidad nunca tendrán costo aquí en la vida real, como lo es el amor, la felicidad, los sentimientos pero sobre todo la Fe, la fe de creer en ti y en los demás, en que todo puede cambiar para lograr un solo, único y verdadero objetivo que es la PAZ.-

-Te prometo que nunca dejaré de hacerlo, promesa de amigos.-

-En realidad estoy convencido de que lo harás, pues creo en tus pequeñas y sabias palabras.-