El fin del mundo

Locura sin fin (parte 3)

La pelea empezó muy rápida, Pito era muy veloz, podía esquivar cualquier ataque que le hiciera, eso me cagaba un poco pero aún más cuando se burlaba

-¿Qué pasó calvo, no que tan fácil era?- dijo riendo mientras me golpeaba un costado

-Callate imbécil, te estoy dando ventaja- dije para preservar mi orgullo, aunque sabía que no era nada cierto.

Di varios golpes al aire sin llegar si quiera a tocar parte de su ropa, lograba esquivarme y pegarme por momentos, pero llego el momento... me dio una buena patada hacia la cara que me derribo al instante.

-Nunca falla- dijo orgulloso

-¡Carajo!- grite desde el suelo mientras se subía a mi vientre.

Empezó a golpear una y otra vez contra mi cara, el mundo daba vueltas, sus golpes no eran tan fuertes pero si precisos. Empecé a sangrar mucho, estaba perdiendo mucha sangre y, empecé a sentir malestar, las náuseas de antes en el manicomio...

-¿Que tal sabrás?- dijo mientras veía mi herida en el brazo

-Ni se te ocurra, pito- y se abalanzó a morderme- ¡CARAJO!- grite al sentir como clavaba sus dientes a mi brazo

Deje de sentir todo momentos después, estaba tirado en el suelo, confuso, me levanté y vi una silueta de un hombre...

-Eres un pedazo de mierda Victor- decía el hombre, mientras me lanzaba un golpe que impactaba en mi cara, caí de nuevo.

-¡No vales nada!, ¡¿Por que no te mueres?!- decía el hombre

La voz se me hacia muy familiar, pero no sabia de quien.

Me enojó tanto la voz, que decidí pararme tomando todas mis fuerzas y lanzarlo contra pared, el hombre callo.

-Eres débil- dijo

-¡Callate!- grite desesperado.

me la pase golpeándolo, desde su cara, uno tras otro golpe, la estaba desfigurando poco a poco, me pare y lo levante conmigo, le di rodillazos en el vientre y lo azote contra el suelo. Tome la decisión de patear su estómago, su cara y luego hasta romperle cada una de sus costillas. Lo deje hecho mierda...

Terminado el acto me tape la cara, las náuseas habían vuelto, observe bien y vi que el hombre botado era Pito, no se que le hice o como no recuerdo haberle pegado a él. Necesitaba mi medicamento.

Agarre la tableta de su pantalón, y me la tome... Todo se veía como una puta masacre, aceptemos que fue muy genial.

-Joder- oí una voz apenas reconocible- yo soy caníbal pero tu calvo... Eres un demonio en este infierno. Al Sr José le encantarías...- suspiro y dejo de moverse más

Tome mis cosas, los medicamentos, la navaja chula y los dulces- ¿soy un demonio?- me preguntaba mientras tomaba mi arma de las manos del negro. Empezó a moverse el negro, yo le di una buena patada en la cara y se desmayo de nuevo.

Ahora debo salir de aquí, a ver a donde mierda ir ahora, bueno, el Almacén sigue siendo mi objetivo principal, pero vere si puedo pasar como dijo antes a ver al Sr José, un viejo maldito amigo...