911 » yoontaegi || #TAEGIWEEK18 ✔

vi.

Era una noche lluviosa, las gotas de lluvia cayendo con furia contra el auto donde estaban, creando el sonido de pequeños golpecitos constantes que se oían en la soledad de la calle desierta donde el auto estaba estacionado. En un callejón, en la oscuridad, para que nadie pudiera ser presente de lo que ocurría dentro de ese vehículo.

Ambos se besaban con necesidad, tocando al otro sin tocar realmente, sólo siguiendo ese instinto carnal del cual los humanos nos dejamos llevar tan fácilmente. No había amor, no había cariño, sólo un hambre por el otro que no podían explicar y no había necesidad de hacerlo, pues era algo simple de resolver.

-Taehyung. - Gimió el nombre del chico que tenía sobre sus piernas, sentado en su regazo en el asiento del conductor. El joven chico de apenas 17 años repartió besos húmedos y hambrientos en la piel de su cuello, con sus manos colandose bajo su camiseta.

-¿Qué es, Yoongi? - Susurró el en su oreja, justo antes de lamer ésta, la sensación siendo familiar para Yoongi, sólo que ésta vez, sintiéndose bien.

-¿Por qué... - La pregunta no pudo ser formulada cuando un gemido escapó de su boca al sentir a Taehyung morder su cuello suavemente. - por qué hacemos esto?

-¿No es obvio? - Taehyung se separó, sonriendo ante él.

Yoongi se dedicó a mirar a Taehyung, un hermoso chico más joven que él, teniendo el rostro de un bebé aún. Ojos grandes, mejillas lindas, labios color cereza, cabello castaño, cuerpo delgado sin mucho músculo y una peculiar sonrisa ladeada que era dirigida a Yoongi. Era una sonrisa traviesa, como cuando le ocultas algo a alguien, como cuando tú vas ganando, o como cuando tu tienes el control.

Y era verdad, el pequeño Taehyung tenía el control.

-No, no lo es. - Respondió Yoongi, comenzando a sentirse inquieto. Por cada segundo que pasaba, todo le resultaba cada vez más extraño, como si no fuese real.

-Es un premio, un regalo por volver ha hacer tu especialidad. - Se inclinó a darle un besó en la frente, volviendo a poner distancia, para enseñar esa sonrisa llena de emoción.

-¿Mi especialidad? - Yoongi estaba ahora más confuso que antes. No estaba al tanto de tener una especialidad, pues en su perspectiva, él era un inútil.

-Si, tu especialidad - La sonrisa en el rostro del menor hizo que Yoongi sintiera un escalofrío por todo su cuerpo. Era como ese tipo de sonrisa que ves en la oscuridad, aquella que te dan antes de acabar contigo, en muestra de burla hacia tu insignificante vida. -, hacer que personas inocentes mueran.

Yoongi se quedó helado, el sonido de la lluvia cayendo se detuvo, fue como si el aire se congelara, como si alguien apretara justo en el centro de su pecho hasta hacerle sentir dolor. Sintió náuseas, recordando entonces todo, dándose cuenta que esa no era más que otra de sus pesadillas, pero más real, más cruda, mucho más vivida.

La sonrisa en el precioso rostro de Taehyung desapareció poco a poco, y con ello Yoongi se puso ansioso, queriendo quitarlo de encima, queriendo escapar de el menor, pero como en cada una de sus pesadillas, no pudo moverse, tan sólo respirar y llevar su mirada de un lado a otro.

Nuevamente, Taehyung tenía el absoluto control.

Los ojos de el joven brillaron en la oscuridad, la cual se volvía cada vez más y más oscura, como si los estuvieran tragando dentro. Yoongi comenzó a respirar de forma agitada al verse frustrado en su intento de huir, de despertar, de simplemente terminar con todo. Estaba apunto de llorar, llorar otra vez, porque era lo único que sabía hacer para resolver sus problemas.

-¿Se sintió bien, Yoongi? - La voz susurrante de Taehyung se escuchó en la oscuridad, esos ojos brillantes observándolo de frente pero los labios de alguien rozando sus orejas, ambas, y con manos frías recorriendo su cuerpo. -. No te bastó con hacérmelo a mi, sino que tuviese que arrebatarle su vida al pobre de Siwon, una persona que lo único que hizo fue tratar de ayudarte, ¿por qué tu no pudiste ayudarlo?