Capítulo OO4

774 121 12
                                    

Al día siguiente me desperté temprano para poder ducharme y colocarme el uniforme escolar, el cual había comprado en una tienda luego de quedarme charlando con Taehyung.

El informe era comodo. Consistia de una camisa blanca con el escudo de la preparatoria a un costado del pecho junto a una pollera verde oscuro que dejaba al descubierto mis piernas pálidas. Unas medias negras que me cubrían hasta un poco mas abajo de las rodillas y unos zapatos negros.

Ate en una coleta alta mi cabello castaño y me coloque un poco de maquillaje, para sacarme la cara de muerta que seguramente tenía en el rostro. Una vez que desayuné tranquila en el apartamento me dispuse a salir de ahí. Como generalmente me aburría siempre de camino hacia la preparatoria me coloque los auriculares, escuchando a Blackpink sonar en mi playlist.

Al principio me sentí incomoda cuando entré, puesto que la mayoría sabían que yo era nueva allí y ninguno parecia querer ser discreto a la hora de analizarme. Tampoco ayudaba el hecho de que estaba algo desorientada y no entendía muy bien lo que hacia o hacia donde iba. Volví a ver el papel que me habían otorgado que decía "Salón B2" no entendía porque demonios el salón era llamado asi, pero tampoco me importaba mucho en ese momento.

Sin embargo, todo eso pasó a segundo plano cuando me detuve al ver una figura delgada, de largo cabello castaño sedoso y cuerpo pequeño. No hizo falta que la analizará más para darme cuenta que se trataba de nadie mas ni nadie menos que Kim Jennie. Caminaba tranquila por los pasillos, dando pequeños pasos. Mordi mi labio sintiendo la ansiedad comerme entera al saber que era el momento de vernos cara a cara.

Así que sin pensarlo mucho, comencé a dar pasos rapidos y silenciosos hasta ella, de modo que asi pudiera alcanzarla sin que lo notara. Y una vez que la tuve de espaldas frente a mi, la rodee con mis brazos en un gran abrazo acompañado de un pequeño "¡bu!"

Jennie se dio media vuelta algo asustada y sorprendida, pero eso cambió rápido cuando pudo reconocer quien era realmente. Su ceño fruncido y su mirada de extrañeza fueron cambiados rapidamente por ojos grandes llenos de sorpresa genuina, acompañado de unas pequeñas lagrimitas que se asomaban de forma casi imperceptible.

¿Lalisa?—susurró, incapaz de creerlo. Yo asenti con una sonrisa de oreja a oreja y, tal como lo predije, grito de la emoción para fundirme en un gran abrazo.—¡¡No puedo creer que estés aquí!!

Termine por reir mientras correspondía encantada su abrazo. Sólo Dios sabía cuanto la había extrañado. Y sabia que para ella no había sido diferente. Habia pasado un año desde que Jennie y yo no teníamos contacto físico. Por un instante, yo también tuve ganas de llorar.

—¿Cómo lo hiciste? ¿Como...?—Jennie suspiró. —de verdad no puedo creer que estés aqui.

—Aproveché que tenía 18 y decidi mudarme. ¿¡y que mejor que volver con mi mejor amiga de toda la vida!?—ambas reimos por eso—estoy algo perdida y no se cual es mi salón.

—¿Qué salon tienes?—sabia que aún no se tragaba que este ahi. Trago duro mientras miraba el papel que tenia, sintiéndo como si eso fuera un sueño y temiera despertar—B2. No es el mio, pero te acompañaré. ¡Tienes muchas cosas que contarme, eh!

Y en el camino, comence a hablar de todo aquello que nunca pude decirle por Skype. Le conté que la relación con mis padres estaba más distante que nunca y que mi llegada a aquí fue un caos pero que, afortunadamente, había tenido a mi vecino Taehyung, quien me había ayudado en todo hasta ahora.

—Vaya, no se ve gente tan solidaria todos los dias.—comentó Jennie con sospecha.

Me encogí de hombros.

Mine | TaeliceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora