Capítulo O26

584 68 8
                                    


Resulto ser que Taehyung fue a hablar con Jungkook sobre lo sucedido entre ambos y al parecer quedaron en buenos términos. Eso mismo me explicó Taehyung y luego para corroborarlo le pregunte a Jungkook. El dijo que asi fue.

En el trayecto Taehyung llevo a Café.

Al parecer, habían puesto veneno en el camino y Café sin saberlo, lo pescó.

Estaba destrozada.

Luego de mi ataque de llanto, cuando por fin lograron calmarme y dejé de lamentarme todos se fueron y quede con Taehyung sola. Al cabo de un rato el me ofreció comer algo, pero yo decline la oferta negando con la cabeza. No había salido de la cama en todo el día, ni tampoco había despegado mi vista de las noticias. Temía que si hacía una cosa o la otra, terminaría por derrumbarme otra vez. Aunque a fin de cuentas, sí estaba destrozada. Solo intentaba mantener mi mente calma al menos por unas horas.

Yoongi se había llevado el cuerpo de Café. Prometió enterrarlo en el patio de su casa.

Tan solo imaginarme la escena mi corazón se estrujó. Mi labio comenzó a temblar nuevamente cuando vi sus juguetes tirados en el suelo,y la pelotita rosa con la que tanto le gustaba jugar. Entonces, me vi envuelta de nuevo en mi llanto. Taehyung al verme suspiró mientras se sentaba a mi lado preocupado y me abrazaba.

—Lo siento bonita, tal vez si yo no lo hubiera llevado...

Quise decirle que no era su culpa. Que él no puso el veneno en la calle y provocó la muerte de Café por despecho, pero la voz no salía de mí.

La extrañaba. El corazón me dolia tanto que temía que fuera a explotar.

—Dejame sola, Taehyung—susurré. Y aunque en realidad él no quiso hacerlo, terminó por aceptarlo cuando comprendió que realmente no me sentía bien.

Así que me tapé con las sabanas hasta la cabeza para sentir que por un instante yo no era parte del mundo. Mi almohada fue mi única compañía en esa noche oscura.

(...)

Al día siguiente Bambam vino a visitarme y me preparó mi comida preferida para que estuviera a gusto a pesar de la profunda tristeza en la que me sumí.
Bambam me miró y fruncio el entrecejo, preocupado por mi salud mental.

—Demonios. No se cuando pasaste de ser una dulce chica con sueños por cumplir a... esto.—susurró lamentándose— Cada día hay mas miseria para ti desde que llegaste a aquí.

—Tal vez mamá tenía razón. Tal vez nunca debí haberme ido en primer lugar.—susurré.—hubiera sido mas fácil si solo me quedaba allá.

--Sabes que eso no es cierto. Estuvo bien que te hayas alejado de lo que te hacía mal, pero temo que te metiste en un escenario peor.—informó—y aun peor que eso, me involucraste a mi.—fingió un escalofrío y sonreí ligeramente por ello.—Lisa ¿sabes que te quiero? Y quererte significa ser sincero, incluso aunque no lo quieras.

—Lo sé.—asentí en un susurro. Bambam me tomo de la mano por arriba de las sabanas y me miro directo a los ojos, demostrándome que estaba realmente preocupado.

—Yoongi me contó que tú y Taehyung tuvieron una discusión fuerte.—dijo y abri los ojos como platos—su amigo, guardaespaldas o lo que sea, oyó la conversación. Dime ¿Taehyung te hace daño? ¿te obliga a hacer cosas que no quieres?

Negué de inmediato.

—No, Bam. El no es nada de eso.

—Lo mismo me decías sobre Kai. Minimizabas sus maltratos y mira como terminaste.—reprochó

—Lo se. Pero... es diferente. Taehyung me cuida, todo lo hace porque me quiere, no me quiere ver sufrir.

—Otra vez lo estas justificando.—respondió con cierto regaño en la voz.—Lisa, he notado cosas en Taehyung que no me agradan y...

—Buenos días.

Bambam y yo miramos sorprendidos en direccion a la puerta de la habitación. El corazón me salto en un latido de pánico cuando me di cuenta que Taehyung estaba ahí. No hacía falta ser un genio para saber que había oído todo.

—Buenos días.—contestó Bambam, entonces me miró y susurró en voz baja—cualquier cosa, sabes que puedes venir a mi casa.

Asentí.

—Lo sé. Gracias, Bam.

Bambam entonces se levantó y luego de darle un corto saludo a Taehyung declarando que ya se iba, se fue de la casa.

Taehyung no se movió de su lugar en el marco de la puerta, nisiquiera cuando oyó la puerta al cerrarse. Se quedó allí, observándome analítico. Trague saliva con dureza y lo mire, dubitativa.

—¿Ocurre algo, cariño?

—Sí.—respondió, haciéndole a mi corazón saltar en un latido ansioso.—Lisa... ¿tú me quieres?

—Claro que sí.—susurré.—¿Por qué?

—Porque estoy cansado de demostrarte cuanto te quiero y que todos digan que está mal.—confesó, su voz salio tan herida que de pronto el corazón comenzó a dolerme.—todos siempre creen conocerme, pero no es así. Yo siempre luche por lo que quise, siempre intenté salir adelante incluso cuando ya no tenia fuerzas para hacerlo—ya para entonces, sus ojos estaban cristalizados, comenzó a derramar lagrimas silenciosas, partiéndome el corazón—¿acaso no he hecho suficiente?¿acaso no merezco ser feliz?

—Taehyung... si lo mereces.

Me incorporé de la cama y lo abracé conmovida por sus palabras. Jamás pensé que el se sentía de esa forma, y para ser honesta, jamás crei que le importara.

Fue entonces cuando ambos decidimos sentarnos en su cama. Tome su rostro entre mis manos y elimine aquellas lagrimas que salían de sus ojos sin control.

—¿Mejor?-pregunté. El asintió con la cabeza.

—No le agrado a tu amigo ¿cierto?

Hice silencio sin saber que responder.

—Solo se preocupa por mí. Y no te conoce lo suficiente como para agradadarle.

—De todas formas tiene razón en desconfiar de mi.

Suspiré.

—No.—contradije—ya para de pensar en eso.

Dicho esto, le di un beso en la mejilla y tuve la necesidad de abrazarlo y reconfortarlo a pesar de mi tristeza. Y es que estaba tan cansada... últimamente mi vida se había vuelto un infierno. Y lo que me tenía aun mas preocupada eran las pesadillas y el hecho de que cada vez olvidaba más cosas de mis dia a día. Cosas tontas, pero que con el tiempo se volvían peores. A tal punto de olvidar conversaciones...o momentos.

Quizás debía volver al doctor.

—Nunca sentí que encajaba en ningún lado ¿sabes? Y no me importaba—dijo y lo miré sorprendida ante su confesión. Jamás me había hablado de algo así en todo el tiempo que llevábamos juntos—incluso mis padres me trataban como si fuera la peor escoria del planeta, pero aun así no me importaba. Y no me di cuenta cuanto anhelaba estar con alguien que me hiciera sentir que encajaba hasta que te conocí.

Hice silencio, mirándolo curiosa.

—¿De verdad?

El asintió.

—Por eso quiero que siempre estés a mi lado.

—Y así será.—asegure dándole un casto beso en los labios

—¿A pesar de todo?

—Claro.

Tal vez nuestro "todo" tenía diferente concepto.

(...)

Con el pasar de los días, mi ánimo fue siendo mas llevadero. Aun seguía destrozada, pero al menos para este punto podía fingir que no era así y pasar tiempo con los chicos. Jungkook y yo jamás volvimos a hablar de lo que sucedió entre nosotros, y por otro lado Yoongi, estaba mas alerta que nunca, sin embargo no quería decirme nada al respecto.

Al llegar a un café donde decidí que tenía muchas ganas de beber uno, vimos a Hana parada en una esquina. Llevaba un escote muy pronunciado, pollera y maquillaje que la había ver mas grande de lo que realmente era. Fruncí el entrecejo. Parecía haber salido de una casa y estaba muy nerviosa al respecto. Me pareció extraño.

Decidí ir a saludarla.

—¡Oye! Hana.—dije, ella al verme se asustó y se alejó unos pasos, como si hubiera visto el demonio mismo. Al ver que era yo, relajó los hombros.

—Ah, hola...—me miró por varios segundos confusa—¿Lina?

—Lisa.—corregí, incómoda.—¿Cómo estás?

—Bien. ¿Y tú?—preguntó, algo cortante y distante. Estaba siendo todo lo contrario a la hiperactiva y coqueta chica que tomó de la mano a Taehyung.

Extraño.

—Bien. Pasé a saludarte porque...—mordí mi labio—parecías necesitar ayuda.

—Confundiste las cosas, Lisa. Lo siento pero debo irme, nos vemos por ahí.—dijo, de repente un auto se estacionó a toda velocidad frente a nosotras con los vidrios polarizados. Y Hana se subió a él al instante sin mirar atrás.

¿Qué demonios...?

Yoongi se acercó por detrás con aire enfadado y me tomó del brazo.

—¿Qué haces hablando con una prostituta?

¿Qué?


Mine | TaeliceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora