Capítulo O17

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Taehyung es tan atento conmigo, siento que no lo merezco. Y sobre todo, siento muy en el fondo que quizás el quiera más que una amistad. Espero no decepcionarlo.

Taehyung se encontraba durmiendo en la cama aún inconsciente, mientras yo esperaba su despertar con ansias. No había comido ni tomado nada en toda la noche más que simple café por culpa de mis nervios alterados y realmente mi mente se sentía muy cansada en esos momentos. No podía esperar más para ver a Taehyung despertar, que confirmaran que estuviera todo en orden para finalmente irnos a casa.

La doctora apenas lo vió me dijo que su nariz necesitaría cirugías. Y esas cirugías debían pagarse. Asi que sabiendo que probablemente me retrasaria un mes de renta, fui a mi casa sin tener más opción y agarré de mi pequeña caja los últimos billetes que aún me quedaban. Le pagué al hospital para que procedieran con la cirugía de Taehyung y estos luego de darme el OK lo hicieron. Antes de la misma, se encargaron de colocar en su lugar el brazo dislocado, y Taehyung insistió tanto en que podía hacerlo solo, que maldeció a toda su familia cuando le arreglaron aquel brazo a la fuerza ignorando sus quejas. Gimió de dolor.

Ahora se encontraba despertando de la anestesia. Tenía una venda en la nariz que lo hacia ver sumamente lamentable y me daban ganas de abrazarlo como si fuera un niño pequeño. Cuando vi que abrió los ojos me arrimé a él rápidamente y tomé su mano. El al verme frunció el ceño.

—Lalisa...--susurró con voz ronca—¿acaso me...?

—Te arreglaron el tabique de la nariz, sí. —informé manteniendolo al tanto. Acaricié suavemente el dorso de su mano con la yema de mis dedos y besé esta con cariño. —ay Taehyung, estaba tan preocupada por ti...

—¿Quien pagó mi cirugía? —insistió, con el entrecejo fruncido. Yo mordí mi labio sin saber como decirle.

Hasta que finalmente, suspiré mordiendo el interior de mi mejilla.

Acto seguido, se lo dije.

—Yo—respondí finalmente. Taehyung abrió los ojos como platos incorporandose en aquella camilla de repente.

—Lisa no tenías porque hacerlo. —me regañó. Estaba enojado realmente.

—Claro que si. La necesitabas y estabas inconsciente. —le expliqué—Solo yo podia hacerlo y lo hice. —expliqué y juraria que en cualquier momento me largaría a llorar.— Lo siento tanto, Tae. De verdad te debo una disculpas por absolutamente todo.

—No me debes nada. —susurró en una negativa. Luego me sonrió levemente—pero... me alegra que estés aquí.

Reí, con las lágrimas a flor de piel abordando mis ojos. Aún seguía con mis emociones latentes por lo sucedido hace unas horas y francamente no quería volver a estar cerca del horror nunca más.

—No sabes cuanto me alegra a mi también, Taehyung.

Me recargué sobre la camilla y me permití reposar mi cabeza en las piernas de Taehyung. El entonces acarició mi cabeza.

—Tranquila. —me susurró, pasando su dedo pulgar por mi mejilla, donde tenía un moretón. Pude ver como endurecía la mandíbula—¿Qué le dijiste a los doctores?

—La verdad. —respondí mirándolo de reojo. —me pidieron que denuncie al hijo de perra, pero ni siquiera sabemos como es su cara, así que decliné la idea.

—No lo hagas. Es poco probable que nos vuelva a hacer esto. —me informó seguro—solo fue mala suerte.

Lo miré por unos cuantos segundos con detenimiento, para luego asentir. No pude decir lo contrario de todas formas al ver su rostro, en donde sus ojos me expresaban a través de la mirada que por favor le creyera.

Mine | TaeliceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora