la minivan de Seokjin ☆ taekook/kooktae

0004: verde agua o celeste verdoso

—Seokjin me habló esta tarde.

Taehyung levantó la mirada del plato con las mejillas llenas de trozos de pollo y un poco de puré resbalando por el costado de sus labios. Su madre le señaló con el dedo y él se limpió con el pañuelo bordó que tenía a su costado. Era de noche, quizá las nueve o quizá las diez, no tenían un horario fijo para cenar los días de semana. Taehyung tragó como pudo, su nuez de Adán subiendo y bajando con lentitud y nerviosismo, sus aparatos de ortodoncia a su derecha.

—¿Qué dijo? —Preguntó el joven tratando de lucir calmado, pensó que de seguro Jimin le susurraría "Stay cool", pero él no estaba ahí y su madre podía ser el diablo cuando quería.

—Me comentó que van a irse a Seúl al final del verano. —La mujer tomó un poco de gaseosa y Taehyung respiró en paz. —También me dijo que quiere hacer un viaje... Y vos estás incluido.

Taehyung se ahogó y tuvo que golpear su pecho dos veces para que la comida bajara. Sintió su colita en el cabello resbalandose a medida que tosía.

—Y me pidió que por favor te dejara ir con ellos. — Eun Kyung apoyó el vaso sobre la mesa y enlazó sus dedos. Apoyó la barbilla mirándolo con mucho interés, un brillo que Taehyung juraría ver sólo en el inframundo se apoderó de sus ojos oscuros. Tenía mucho miedo de que no le diera el permiso. —Tengo que admitir que es muy insistente, se puso de rodillas y empezó a vociferar en coreano. Hacía años no escuchaba a alguien tan desesperado por algo. Fue un poco divertido.

—¿Un poco divertido? —Taehyung se hizo la imagen mental de su Hyung arrodillado en la entrada de su casa, con los ojos enormes y esa capacidad que tenía para gritar sin siquiera darse cuenta. Contuvo una pequeña carcajada, su madre también.

—Me dijo que él iba a hacer todo lo yo que quisiera hasta que se vayan. Se ofreció a regar el jardín, algo un poco estúpido porque tenemos aspersores. Pero quería hacerlo sufrir un poco, así que le dije que lo hiciera. —Su madre escondió una sonrisa traviesa detrás del pañuelo para limpiarse los labios y Taehyung no pudo contener una risa acogedora. Cerró sus ojos y dejó a la vista la forma que tenían sus labios de hacerse un cuadrado y los dientes limpios de los aparatos de ortodoncia (se los sacaba para comer).

—¡Mamá! ¡No puedo creer que hagas eso!

—Mañana te vas a salvar de hacer las compras, Seokjin va a ir. —Agregó ella todavía divertida y unos momentos después revolvió su cabeza para ordenar los pensamientos. Suspiró y volvió a ponerse seria, Taehyung sintió de nuevo ese horrible empujón directo al infierno. —Me fui de tema, tenemos que hablar seriamente sobre eso... —Pero Eun Kyung fue interrumpida por el sonido de la puerta de entrada abriéndose. Taehyung sonrió instintivamente cuando escuchó la voz gruesa de su padrastro exclamando "¡Llegué!".

Apareció por la cocina momentos más tarde, con una camiseta sin mangas blanca y el cabello goteando de sudor. Taehyung pensó que era una noche realmente calurosa pero también sabía que su padrastro no sudaba por eso. Él era bastante conocido dentro y fuera de la comunidad de Los Ángeles como un artista en ascenso y le enseñaba a tocar la batería cuando tenía algún tiempo libre en la semana.

Su madre lo conoció en el festival Woodstock en 1994. Taehyung no pudo ir porque tenía quince años y su madre, a pesar de ser bastante permisiva, también era descomunalmente protectora. Fue por eso que ella asistió con una amiga de la comunidad y terminó embarrada de pies a cabeza cuando estaba tocando Green Day. Su padrastro apareció de la nada, totalmente cubierto de marrón y le dijo "Tenés un poco sucio acá" y señaló a su mejilla. Fue amor a primera vista.

Josh podía ser un dolor en el trasero (en el buen sentido) pero también era el que se encargaba de darle infinidad de regalos a Taehyung y de convencer a su madre cuando le pedía permiso para ir a fiestas, o lo que sea. Por eso estaba muy agradecido de que apareciera en un momento tan decisivo.