• CAPÍTULO O5

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DONDE UN NERD ESPACIAL NO TIENE NADA QUE VER CON LO QUE EL OTRO NERD NO PUEDE DEJAR DE PENSAR

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El sol fue quien despertó a Rey la mañana siguiente y ella saltó, sintiendo que realmente había descansado como no lo había hecho en mucho tiempo. El sueño que había tenido todavía estaba allí en la vanguardia de su mente, y ella pensó sobre eso mientras se ponía las botas y enrollaba la manta.

La figura en su sueño se sentía extrañamente familiar. Como la pieza de un recuerdo, justo al borde de su conciencia, pero ella no podía entenderlo del todo.
Era como una fruta colgando demasiado alto en el árbol de su mente.

Miró a R2, todavía pacíficamente en modo de bajo consumo, y decidió dejar que el droide descansara un poco más. Ella tomaría un desayuno ligero y se pondría rumbo a la nave para avisar a Poe, le haría saber que podría tardar más de dos simples días.

Caminando lentamente a través de la maleza, se preguntó cómo por las estrellas se suponía que debía llegar a Tatooine. Leia seguramente negaría el viaje con vehemencia, diciéndole que un planeta contrabandista estaría lleno de cazadores de recompensas que la reconocerían en un instante. Probablemente todos allí tenían carteles de ella en la ala de sus naves, después de la recompensa que la Primera Orden había puesto por su cabeza.

Pero se sentía como algo necesario, como si no pudiera comenzar el siguiente capítulo de su vida sin hacer ese viaje que el misterioso hombre en su visión le dijo que hiciera.

Respirando hondo, apartó los pensamientos que simplemente la estaban volviendo loca. El dolor de cabeza latía silenciosamente en el fondo de su mente, recordándole que estaba tan sana como podía, dadas las circunstancias.

Sin el peligro de volverse loca por los árboles caídos y las raíces crecidas, el viaje de regreso a la nave tomó la mitad del tiempo que tenía el día anterior. Subió a la cabina y encendió la radio, lo que le dio un minuto para calentarse. Dijo una palabra clave, esperó unos minutos y volvió a contestar.

"¿Eh? Lo siento, Poe aquí" una voz cansada salió por el comunicador. "¿Qué está pasando, Rey? ¿Encontraste la torre?"

"¿Has dormido, Poe?" preguntó Rey, asumiendo la respuesta. El silencio se prolongó durante un instante.

"¿Supongo que has encontrado la torre?"

"Sí" suspiró Rey. "Sin embargo, ha habido un...poco de retraso en el envío de la señal". Rey explicó la situación, cómo se reconstruyó la torre en su mayor parte, pero tardaría un par de días más en volver a colocar cada pieza, y volver a cablear algunos de los fusibles que inevitablemente se quemaron con el rayo.

Poe inhalo lenta y profundamente, respirando directamente en el comunicador y haciéndolo crujir con estática. "¿Dos días?" aclaró.

"Si demora más que eso, te lo haré saber" prometió Rey. Poe estuvo de acuerdo, y cortó la comunicación con Rey, quién antes le recordó que él era sólo humano y no un droide construido para funcionar durante días a la vez.

Rey salió de la cabina y se apoyó contra el metal de la nave. Se calentaba con el sol de arriba, y una ligera brisa del océano le hacía cosquillas en la nuca, agitando un poco su pelo.

Por mucha confusión que pasara por su mente, en este lugar siempre encontraba la paz que buscaba. El viento soplaba, el sol brillaba, sus pensamientos eran arrastrados hacia el mar con cada ola del océano. Le recordó que permaneciera aquí, en el presente, y permitiera que el futuro le llegara, algo que había estado tratando de entrenar para hacer desde su viaje a la supremacía.

Constelaciones de ti | REYLODonde viven las historias. Descúbrelo ahora