Séptimo suspiro

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Al día siguiente, la mañana no pasó tan normal. Twilight se había despedido de Sunset en la parada del autobus de la escuela. No dejaba de tener una expresión radiante de atontada sonrisa y ojos que brillaban como nunca antes lo habían hecho, recordaba a cada segundo a su ángel y aquella maravillosa noche que habían pasado juntas. Durante clases, miraba hacia la ventana y suspiraba, se ponía a escribir “SUNSET” en su cuaderno y sonreía.

No entregó su trabajo de Filosofía, cosa por la que su joven maestra le regañó. “Tuvieron tres días de fin de semana para hacer ese trabajo”. Pero no le importaba en lo más mínimo bajar sólo diez puntos en la materia en ese bimestre. Poco le importaba el resto del mundo, estando invadida por la felicidad que le traía Sunset, su ángel.

Starlight: pensé que siempre hacías los trabajos. -Le habló la pelimorado, quien se sentaba delante de un chico que se sentaba a su lado.-

Twilight: amm… -Despertó la peliazul de su ensueño, asustada, tapando el nombre que había escrito en su cuaderno.- Esta vez no tenía ganas… -Intentó sonar amigable, no iba a dejarse molestar de nuevo por esa chica.-

Starlight: espera, ¿Qué dice ahí? -Preguntó la pelimorado habiendo observado cómo la chica había tapado su cuaderno urgentemente.-

Twilight: ¡Hey! -Se enojó la peliazul.- Eso… amm… es personal…

Starlight: Joo… -Se burló la pelimorado, mientras la profesora se acercaba a ella para recoger el trabajo.-

Profesora: Starlight… ¿Hiciste el trabajo? -Preguntó la maestra mirándole raro. Twilight lo notó; pero no dijo nada, no quería entablar más conversación con aquella chica que sólo le traería problemas y más peleas y molestias de las que quería aguantar.-

Starlight: por cierto -Nuevamente insistía con hablarle la pelimorado.- Ya no usas gafas, cuatro ojos, ¿Cambiaste por lentes de contacto o algo así?

Twilight: no es de tu incumbencia. -Frunció el ceño la peliazul.-

Starlight: ¿Ah no? Y… ¿Quién es esa Sunset? -Le preguntó con un tono molesto. La chica de cabello azulado la miró enojada y a la vez dolida, le dolió cómo Starlight había llamado… esa… a Sunset.-

Twilight: no molestes… -Gruñó la peliazul volviendo a su cuaderno, mientras escuchaba la antipática risa burlesca de la pelimorado.-

En poco tiempo logró olvidarlo y sus pensamientos volvieron a su ángel, quien seguramente ya estaría de camino a la escuela para recogerle. Sin embargo, a decir verdad, le incomodaba el hecho de que Starlight, aquélla chica molesta, haya visto “Sunset” escrito en su cuaderno, podría comenzar a divulgar cualquier cosa. Y lo peor era que a cada segundo se daba la vuelta para dirigirle una molesta mirada de burla o “complicidad” burlesca.

Aguantó así hasta la salida, quiso salir rápido; pero una vez más, Starlight y su grupo le molestaron, la empujaron y esta vez arrojaron sus cuadernos por la ventana, haciéndolos caer unos dos pisos.

Twilight: ¡CUÁL ES TU PROBLEMA! -Explotó finalmente la peliazul empujando a Starlight, quien sólo se alejó riendo, sabiendo que un empujón no se comparaba a las molestias que le causaría el bajar los dos pisos por todas sus cosas, acomodar los lápices y bolígrafos en el pequeño estuche y subir corriendo de nuevo hasta su curso. Mientras Twilight hacía todo aquello con molestia pensando en que justo ahora que quería ver a Sunset lo más pronto posible, venía Starlight y la fastidiaba de esa manera.-

Los autobuses abandonaron las instalaciones del Crystal Prep y los pasillos ya estaban más vacíos. La peliazul se preguntó por un momento si Sunset estaría preocupada por ella, se apresuró lo más que pudo en guardar sus materiales en la mochila y salió del curso, cerrando la puerta silenciosamente detrás de ella. Pasó por varios cursos casi corriendo. Luego pasó por la dirección, subdirección, en fin, un sinfín de salas y laboratorios. En el camino, pasó por el gimnasio en donde pasaban deportes. Fue allí donde se detuvo un momento, al haber escuchado extraños sonidos. Frunció el ceño y la curiosidad acabo matando al gato, pues aunque prefería correr donde seguramente estaba Sunset, se quedó a investigar qué sería el sonido aquél que provenía de uno de los vestidores del gimnasio, entró a éste silenciosamente. Lo cual encontró raro, pues esa hora el lugar solía estar cerrado.

Suspiros [Sciset]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora