Suspiros [Sciset]

Suspiro Final

 
 
  
  
Pronto, se formó un gran vacío en el corazón de Twilight; pero ella intentó no ponerle atención pues era algo que no podía entender, observó a Starlight fijamente a los ojos y ésta se notaba igual de confundida que ella.

Sunset se había ido, y pronto su rostro se borro de las memorias de todos aquellos que alguna vez la vieron: para el que la había contratado en su trabajo en el que repartía volantes con un traje de pollo, aquellos meseros que les servían cuando iban a comer comida rápida, aquellos chicos que le habían visto en el autobus escolar, aquellas parejas que frecuentaban el parque, para Starlight, para Twilight... para todos, Sunset se había ido como un suceso que nunca debía haber ocurrido.

Cuando Twilight se despidió de Starlight caminaba lentamente sin estar segura a dónde se dirigía realmente, instintivamente sus pies la conducían a su casa; pero la sensación de vacío en el pecho la acompañaba en cada paso. No podía evitar sentir que había olvidado algo... algo importante. Entre sus muchos recuerdos estaba el rostro de su hermano Shining Armor que había fallecido, se entristeció aun más y el hueco en su pecho no hizo más que ahondarse.

Al llegar a casa, se encontró con sus padres que habían vuelto del cementerio, se comportaban fríos y apagados, era natural pues nunca se recuperarían de la perdida de su hijo. Twilight solamente se metió a su cuarto y se acostó en su cama en silencio, pensando en su hermano, pensando en el hueco que llevaba en el corazón. De repente, tocaron la puerta y ésta se abrió, entraron sus padres con una expresión de tristeza.

T. Velvet: hija, ¿como estas? -Preguntó la madre sentándose a su lado en la cama, su padre se sentó en la silla del escritorio.-

Twilight: no me siento bien. -Musitó la peliazul en voz baja.- Siento un gran vacío en mi corazón. -Esto último lo dijo en un suspiro.-

Night Light: sé cómo te sientes. -Comentó mirándola con tristeza.- Shining Armor siempre nos hará falta, era tan buen muchacho… pero no te preocupes hija, haremos investigar el asesinato. -Frunció el ceño con una expresión de ansias de venganza.- Esos malditos se pudrirán en la cárcel. -Suspiró y de nuevo se tornó triste.- Espero que el proceso no dure demasiado, ya es muy doloroso tener que arreglar los papeles en el cementerio.

T. Velvet: también queríamos hablarte de eso. -Comentó con la voz apagada.- Terminada la escuela, irás a vivir con nosotros a la ciudad donde trabajamos, estudiarás la universidad allí, no queremos dejarte sola de nuevo.

Night Light: y no nos parece lógico cambiarte de escuela a estas alturas, así que esperaremos a que te gradúes…

Twilight se confundió, por un momento pensó en Starlight y el hecho de que en un año acabarían la escuela, a pesar de todo lo que había pasado, todo el proceso escolar llegaría a su final, todo aquello al final solamente sería un tenue recuerdo dentro de sus memorias. ¿Qué podía decirles a sus padres como negativa? “Aquí están mis amigos”: no tenía más amigos que Starlight e incluso tenía dudas acerca de ella, “ya me acostumbré aquí”: empezaría una nueva etapa de su vida y un nuevo inicio siempre sería bienvenido, “este lugar me recuerda a... a… ¿A quién?”: una parte de ella no dejaba de sentir la ausencia de algo; pero no lograba definir qué sería. Sin dudar más, asintió con la cabeza, dentro de un año se iría a otra ciudad a vivir con sus padres.

Los días pasaron así, extraños, vacíos, sin sentido. Hacía mucho que no sentía aquello y su cuerpo lo sabía, sentía como si algún tipo de felicidad le hubiera invadido durante un tiempo; pero ahora ya no quedaba ni sombra de ella. Durante las horas de descanso, se encontraba con Starlight; sin embargo, en aquellos últimos días su tiempo de platicar se había reducido a diez de los treinta que tenían de receso, pues la susodicha debía ir a encontrarse con su maestra. Twilight veía cómo su amiga recibía las insistentes llamadas y mensajes a su celular y acto seguido se levantaba resoplando con la mirada caída.