— El bebé está bien, en lo que cabe — el doctor quito el estetoscopio del vientre de DongHae y el menor se bajo su camisa al ver que el hombre terminaba su trabajo.
— Gracias — ShinDong le sonrió al doctor y los dos vieron como guardaba sus aparatos y se marchaba haciendo una reverencia — Viste — el mayor se dirigió a DongHae y este sonrió — Tu peque está bien — el chico paso su mano por su estómago asistiendo — ¿De que tienes antojo? Que tal un pastel tres leches.
— Si — dejo salir una preciosa sonrisa, imaginando lo delicioso que debía saber ese pastel echo por las manos de la señora Kim, la sirvienta de aquella mansión.
— Ya casi te lo traigo — en unos momentos tenía en su boca una gran cucharada de ese gran pedazo de aquel postre.
— Grashias — trato de pronunciar la palabra pero su boca llena de pastel no lo dejó.
— Eres un niño mimado — ShinDong se sentó junto a DongHae en la cama y se acerco provocando que el menor sintiera sus mejillas rosadas y un dedo se pasó por su labio inferior — Deja de comer como un cerdito — el menor le sonrió viendo como el hombre frente suyo se limpiaba la suciedad de su boca con la servilleta.
— Mochi es el que me obliga a comer — sintió la mirada incrédula.
— Mi hermana decía justo lo mismo, pero te aseguro que eso es un mito.
— Sunny me hubiera entendido — DongHae junto sus labios haciendo un puchero.
— Ella y tu serían mejores amigos, te lo aseguro — ShinDong recordó cuando le contó al menor de su hermana, se parecía tanto a el, tan tierno, inocente, engañados por esa maldita familia e igual de tontos, creyendo que todo lo que pasaban era parte de enamorarse.
— Pero ese hombre la mató — ShinDong asintió.
— Ella era tan linda y tierna — dejó salir ShinDong recordando con melancolía a su pequeña hermana.
— Yo también lo soy — interrumpió el menor rápidamente.
— No estés celoso, al fin y al cabo ella está muerta, tu eres de los únicos allegado que tengo hasta ahora — DongHae vio unos ojos asomarse por la puerta y como la chica colocaba su dedo en su boca y el menor captó lo que ella le quería decir.
— Tienes el cabello despeinado — el menor intento acomodar lo que no se encontraba mal y pasó su mano por todo viendo lo mal que sería siendo estilista.
— ¿Quién soy? — la castaña tapó los ojos del hombre regordete y el sonrió.
— Tal vez.... mmmm mi princesa, la mujer más hermosa del mundo o ya se mi futura esposa — ShinDong sintió los dedos de su novia alejarse y la vio juntando sus brazos junto arriba de su vientre de ocho meses.
— No me convences con palabras de amor.
— No es lo que pretendo — tomó a la chica de su cintura y la sentó en sus piernas.
— El bebé está pateando — susurró DongHae viendo el gran estómago de Sasha moverse.
— Es un inquieto — el padre orgulloso pasó su mano por la barriga de su futura esposa y le dio un beso en el hombro descubierto del vestido que traía puesto.
— Tu bebé debe estar descansando — DongHae asintió, su vientre estába un poco más grande, con seis meses se movía bastante, aunque en las noches no lograban que se movieran ni aunque se pusiera a correr un maratón.
— Todo un pequeño vago, como su pequeño padre — los mayores sonriendo asistieron y se levantaron de la cómoda cama.
— Sueña con angelitos — Sasha beso su frente y tomó la mano de ShinDong, los dos salieron de la habitación dejando descansar al joven padre.
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Vio pasar una mujer de cadera y piernas perfectas, notaba como sus sonrisas iban más allá que las de una simple cortesía.
— Bonita gargantilla — sin disimulo vio esos grandes pechos que estaban a centímetros de su escote.
— Gracias — ella pareció sacar más su pecho para quedar cara a cara con el.
— Tengo unas lindas sábanas que tengo que estrenar — ella levantó su ceja izquierda y tomó un poco de su copa.
— Suena tentador — la chica se bajo del asintió en el que se encontraba — Te veo en el parqueo — la mujer le susurró lo último al oído y un suave beso sintió en su cuello.
Dio una nalgada a ese estupendo trasero que tenía frente suyo. Se movía en forma circular, la chica era realmente hermosa, toda una diosa.
— Pronto llegaré — expresó con costo la chica.
— Vamos Hae, recuerdo lo bien que te corrias — HyukJae se dio cuenta de su error y claro que esa bella chica también.
— Eres un idiota — la chica tomó su ropa y salió de la habitación, maldito niño estúpido, lo estaba volviendo loco por volver a tener su pene dentro de ese maldito culo, pero pronto lo tendría de vuelta, ese mocoso no podía vivir más de unos cuantos meses sin el.
— Estará conmigo de nuevo, maldito bastardo... aunque sea muerto — tomó un cigarro de la mesita de noche y lo prendió, tratando de relajarse un poco. Mientras estaría con unas chicas lindas que lo ayuden a distraerse de sus pensamientos, es que todos eran sobre DongHae con ese maldito gordo que le podría estar haciendo más de una cosa, con solo imaginarlo su sangre se calentaba
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Un plato se colocó al frente suyo y una sonrisa se formó en sus labios al mismo tiempo. Algo dentro suyo empezaba a entender más las cosas, ShinDong era amable y bueno, lo quería mucho, era como un hermano que siempre lo protegía de cualquier problema, situación o sólo de algo que le pueda causar daño.
— Hola peque — precisamente del hombre en el que pensaba apareció por la puerta del comedor y se sentó en la silla junto a la suya.
— ¿Cómo estas? — el sonrió cabizbajo y subió sus hombros.
— Hoy mi hermana está cumpliendo nueve años de muerta — DongHae abrió su boca y dejó su mano arriba a la de ShinDong que se mantenía en la mesa de mármol. El menor tenía la misma duda siempre... ¿Quién había matado a Sunny? Sabía que era un hombre muy malo.
— ShinDong... ¿Quién la asesino? — el hombre suspiro lo vio a los ojos.
— Fue HyukJae, Lee HyukJae.
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Play with me 🎮🍼🐾 ~EunHae~
RomanceTener un esclavo en pleno sigo XXI era normal o eso piensa el gran Lee HyukJae con 36 años está dispuesto a tener un chico con quien poder entretenerse, tenía listas las esposas, cuerdas y todo tipo de herramienta de tortura de hace más de 150 años...