— Hae, ¿Estás seguro? — DongHae dio un pasó más hacia el callejón, eran tan frío y sucio, le recordaba a el.
— Si, el pronto llegará para aquí, estoy seguro — DongHae se agachó para acariciar un gatito, al menos algo era bonito en ese lugar.
— Esto no me está gustando, ese hombre es capaz de matarte — suspiro, entendía a su amigo, lo que no entendía era que se preocupara más de la cuenta.
— Eso lo sé... pero ya no me importa — suspiro al ver como el gatito se alejaba asustado.
— Cuidate... — la llamada acabo, DongHae estaba consiente de que inventar que vivía por ese vecindario de mala muerte era muy arriesgado, pero morir no le asustaba, tal vez eso era lo que buscaba, dejar de respirar y así no pensar en todo lo que HyukJae lo lastimó, podría estar con su bebé. Una mató tapó su boca, sabía que era el, tenía el mismo aroma y sus manos eran ásperas tratando de dar un toque suave.
— Hola, pequeño — no era un buen actor, pero hizo lo posible para parecer estar asustado y querer salir corriendo — Tranquilo — el se acerco y pasó su otra mano en su cadera, suspiro en su cabello y lo escucho sonreír — No grites y te suelto — Hae asintió desesperado, el agarré se aflojo y el le dio vuelta bruscamente, lo tenía frente suyo, de nuevo, seguía igual de varonil, con su mandíbula marcada, eso era una de las cosas que más le encantaban en su momento, sus ojos tan obscuros, como podía tener una vida normal después de saber que mató a un bebé, una vida que no merecía ese final.
— Déjeme, me quiero ir — colocó su dedo en su boca, estaba muy cerca para su gusto, su aliento a menta se mezcló con el suyo.
— Se que vives aquí sólo, yo podría ayudarte — era tan idiota, sabía que todo lo solucionaba con dinero — Puedes quedarte en un hotel, yo pago tu habitación — a su casa no, por que estaba su esposa.
— ¿Usted me ayudaría? — con sus ojos de cachorro vio al mayor y este asintió, HyukJae en verdad extrañaba ver esos ojos tan hermosos.
— Me lo pagarás, pero estas acostumbrado a hacerlo — DongHae lo abrazo, no quería seguir viendo su cara, no soportaba que el pensará que tener sexo lo arreglaría todo, el mató a su hijo, no quería ni siquiera tener que respirar al lado suyo.
— Gracias — HyukJae tomo la cintura del menor y lo abrazo, eso lo hacía sentir en calma, sentir su corazón latir cerca al suyo le quitaba un peso de encima.
— ¿Cómo llegaste a ese barrio? — HyukJae tomo asiento junto al menor en la gran cama.
— ShinDong me dejó ahí, el dijo que no corría peligro en ese lugar — el mayor apretó sus manos, odiaba tanto a ese hombre, deseaba que el nunca se hubiera metido en su vida.
— Ese desgraciado, ¿Te obligó a algo? — Hae negó y tomó las manos del otro, su toque lo hacía sudar.
— Estoy feliz de estar de nuevo con usted — HyukJae tomo la barbilla del menor y se acerco, junto sus labios, con ganas de vomitar el le correspondió, sentía su estómago tan asqueado de tener que probar de nuevo esos labios, seguían moviéndose sincronizados, su lengua pidió paso y el aceptó rápido, su mano subió al hombro del mayor, reaccionaba sin pensarlo.
— ¿Quieres jugar conmigo? — DongHae asintió y se subió encima suyo, el le tomó su trasero y lo apretó. Se empezó a mover en el pene del mayor, empezaba a notar como HyukJae estaba creciendo, dio la vuelta dejándolo debajo suyo y siguió quitando todo su ropa — Te aseguro que el embarazo te sentó bien — DongHae quito su mirada, como podía hablar tan normal de ese tema sabiendo que el mismo mató a su propio hijo.
— Gracias — respondió con duda.
— Tus piernas — pasó una mano por la piel de su pierna derecha — Están más lindas — subió su mano y apretó el muslo, DongHae dejó salir un pequeño jadeo, el agarré era fuerte, HyukJae beso su cadera, siguió el rastro de besos hasta llegar a su miembro, lo adentró en su boca, el menor mordió su labio inferior, se odiaba tanto por sentirse tan bien en ese momento, su rodillas se juntaron, mordió su labio pero era inevitable, soltó un gemido algo haciendo que el otro subiera a sus labios, los volvió a probar ansioso, sus piernas rodeaban la cadera de HyukJae, estaban desnudos, sus pieles calientes y húmedas, besos en su cuello y pecho, se sentía tan bien, el miembro irrumpió de improviso dentro suyo, movimientos suaves empezaron haciendo que el soltara jadeos, pero quería más, mucho mas.
— Más rápido, por favor — se empezó a escuchar como sus pieles chocaban y de igual manera los gemidos de DongHae.
— Te extrañe mucho — le susurró y le volvió a dar un beso, esta vez más profundo, DongHae lo abrazo y terminó, dejando todo en medio de sus cuerpos y HyukJae lo hizo a los segundos dentro de el menor. Eso no lo haría cambiar de opinión, tenía muy en claro sus objetivos, desaparecer a Lee HyukJae.
— ¿Porqué no puedo estar en su casa? — HyukJae trago saliva y le dio un pequeño beso.
— Mi casa no es un buen lugar, pueden hacerte daño — DongHae bajo su mirada, era claro que su esposa no podía darse cuenta — No te sientas mal.
— Pensé que podría estar en una casa, después de vivir en ese barrio... quería estar en un buen lugar — HyukJae levantó sus cejas con un poco de duda.
— ¿Quieres una casa? — DongHae lo vio.
— Sólo quiero un hogar — susurró, abrazo al mayor y este le beso su hombro.
— Te lo daré — lo quería con el, si eso era darle un patético hogar lo haría, no se volvería a alejar, no ahora que lo tenía de vuelta.
— Gracias por ayudarme — DongHae lo beso, pronto podría acabar con eso, lo que más deseaba era ver como sus ojos dejaban de brillar y se volvían opacos por la falta de vida, sus ojos cerrándose lentamente, lo haría tan feliz poder presenciar eso.

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Play with me 🎮🍼🐾 ~EunHae~
RomanceTener un esclavo en pleno sigo XXI era normal o eso piensa el gran Lee HyukJae con 36 años está dispuesto a tener un chico con quien poder entretenerse, tenía listas las esposas, cuerdas y todo tipo de herramienta de tortura de hace más de 150 años...