CAPITULO 8

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Malia miro con horror como su primo besaba a un inconsciente Stiles.

Derek no se percató de la presencia de su prima y siguió con su juego sucio.

La castaña no podía dejar de ver aquella escena, iba dar un paso en la habitación cuando sintió un fuerte tirón en su hombro. Su padre se veía enojado, su blanca tez roja, como si fuera un campo de futbol tacleo al moreno.

Derek cayó al otro lado de la cama, Peter sobre él, propinándole golpes en el rostro, el moreno esquivaba alguno que otro golpe, sangre cubría la boca del más joven de los contrincantes, los nudillos del rubio rotos.

Malia empezó a gritar cuando despertó del estupor, Lydia y Liam entraron, mientras Claudia buscaba a los de seguridad.

Los doctores trataron de separar a los hombres, Derek se dejó pegar una vez, no más. Empezó su primer golpeando en el estómago a Peter sacándole el aire.

Ambos hombres fueron expulsados del hospital.

Claudia acariciaba la cabeza de su hijo y sonrio con malicia.

- Dime Stiles, ¿Qué harás ahora? – la mujer beso la frente del muchacho y se fue del lugar.

Malia dormitaba en la mullida silla, cuando la puerta se abrió.

- ¿Papá? – pregunto dudosa

- Shhh, tranquila – Peter tenía el labio roto y una tirita en un corte en la ceja – ¿Cómo está?

- Estable – la tristeza en su voz era notable - ¿Por qué? ¿Por qué lo hizo papá?

- No lo sé cariño, no lo sé – a Stiles se le escurrieron sus lágrimas

- A...agu...a – trato de decir

Padre e hija se acercaron a la cama y dieron de beber a Stiles, el doctor entro a la habitación nada más recibir la llamada de la enfermera.

Stiles fue dado de alta al día siguiente, pero nada fue igual, todos incluso Lydia escondían objetos con filo, la mirada de Stiles era lúgubre, no habia en sus ojos brillo alguno.

Cada vez se alejaba más y más de Peter, no dejaba que lo tocara, ni siquiera el más inocente roce, Derek pasaba más tiempo en el hospital.

Las pesadillas del castaño eran más duras cada noche.

Claudia no ayudaba mucho, el desapego tan grande entre ellos hacia la brecha más extensa.

Lydia entró en la habitación con una bandeja de comida, el esposo de su jefe miraba por la ventana.

- ¿Crees que duela? – pregunto el chico, Lydia no entendió

- ¿Doler?

- La caída – Stiles la miro y sonrio – que linda trayéndome el almuerzo

- No dejare que mueras de hambre – se acercó a la cama y dejo la mesilla en el regazo del hombre

- Gracias, lo comeré – apenas salió la pelirroja tiro la comida en el baño.

Una hora después la señorita Martin volvió por los trastos, sonrio al ver todo limpio.

- Es bueno que comas, aunque sea un poco – el castaño sonrió

Peter entro en la habitación como toro en festival taurino.

- ¿Es verdad? – dijo mientras tiraba un sobre en la cama – contéstame – grito

- Depende a tu definición de verdad

- Al hecho que me ocultaste que tramitaste el divorcio en esta clase de aislamiento autoimpuesto

- Ah... eso, si, es verdad, quiero el divorcio

- ¿Por qué? ¿Qué te ha faltado?

- No es por ti, es por mí, no entiendes Peter

Stiles se puso de pie y saco un trozo de cristal.

Cuando vio salir a la pelirroja ama de llaves fue a tirar la comida al inodoro, se miró al espejo y noto su cadavérico cuerpo, siempre habia sido delgado pero nunca a ese grado, el rostro que le regresaba la mirada no era la sombra de lo que alguna vez fue.

- Hola Stiles – en su desvariada mente Stiles escucho hablar al otro Stiles, a su reflejo - ¿Por qué tiemblas? ¿Me temes? Te quieres liberar de toda esa carga emocional que lentamente te está consumiendo.

Stiles asintió, toco su huesudo rostro.

- Golpéame... golpéame... - el espejo se rompió tras el fuerte golpe.

Stiles limpio las manchas de sangre y sus nudillos heridos.

- Tómame...tómame – el rostro reflejado en el espejo hecho añicos hablo desde el suelo, el castaño tomo un pequeño trozo y lo escondió bajo la almohada

Peter trato de mantener la calma cuando Stiles saco el cristal de debajo de la almohada.

- Stiles suelta ese pedazo de vidrio te lastimaras – el castaño lloraba

- Peter... Peter... Peter...te quiero demasiado como para darte todo de mí, pero te falle... ensucie tu amor

- Stiles...

- Perdón amado mío, perdón

- ¿Eso es lo que quieres? ¿Mi perdón? ¿Qué has hecho?

- Dejar de amarte, Peter no sé cómo paso

- No entiendo

- Amo cobardemente a Derek, he entregado mi cuerpo a él, pero mi corazón está dividido.

- ¿Qué?

- Aquí es esta cama, en este cuarto hice el amor con Derek – Peter sintió su sangre congelarse

Peter salió de la habitación enojado, no con Stiles, sino con Derek.

Derek habia abusado de su cariño.

-¡ Peter! – grito Stiles desde la ventana

- ¡Baja de ahí Stiles! – el castaño cerró sus ojos y se tiró al vacío. - ¡STILES! – el grito de Peter se oyó por toda la propiedad.

AMOR PROHIBIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora