CAPITULO 10

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Peter no supo por qué, pero se entregó a ese beso desesperado, tomo a Lydia de la cintura y se fundió en aquel cuerpo húmedo por la lluvia pero cálido al tacto.

Sabía que estaba mal, pero algo dentro de él le decía que era correcto.

- No aquí – dijo entre el beso

Lydia se sintió valiente y los hizo correr al primer hotel que estaba cerca del hospital.

Se olvidaron de Stiles y de Derek por ese tiempo.

Solo eran ellos dos y su deseo contenido.

Ninguno supo cómo llegaron a la habitación.

Peter sabía que lastimaría a Lydia al decirle que esa noche era solo un pequeño desliz, algo sin importancia, no tendría corazón para hacer llorar a su fiel asistenta.

Pensaría en las consecuencias después.

Tumbo a la pelirroja a la cama y la amó durante toda la noche, hasta estar saciado.

***

Stiles se acomodó en el pecho de Derek, la escayola le molestaba pero el calor que sentía en su espalda lo reconfortaba.

- Tenemos que arreglar las cosas – dijo el castaño – estoy confundido Derek

- ¿Qué quieres decir?

- Tu eres la tormenta de mi corazón, y Peter es la calma de mi alma – se separó del moreno y se giró para verlo a los ojos – me duele Derek, aquí – dijo palpándose el pecho – sé que no soy digno de decirlo, pero amó a mi marido, sin embargo, te deseo a ti, Peter es calidez, tu eres fuego consumidor, pasión, Peter es seguro, es algo controlable, pero ¿Y tú?

- ¿Lo amas? – pregunto Derek

- Con todas mis fuerzas

- ¿Y a mí?

- Con toda mi pasión, no puedo Derek, esta obsesión no es sana

- Me apartare de ti – dijo tomándolo de la barbilla - ¿Me amas?

- Con cada fibra de mi ser, estoy seguro, pero Peter... - Derek lo calló con un beso

- Peter es agua pasada – gruño Derek

- No, no para mí, mientras siga casado con él

- ¿Te divorciaras?

- No lo sé, tengo que hablar con Peter

- Aun sabiendo que está cogiendo en estos momentos con Lydia

- Como lo he hecho yo contigo – dijo dolido el castaño

- Me voy, sabes dónde estoy, cuando decidas que hacer, búscame – Derek se marchó, no amaba a Stiles, sentía una enfermiza obsesión por él desde que no conoció, pero no era amor

- Cobarde – susurro el castaño

Malia entro a la habitación, cuando Derek se hubo marchado

- Lo que dijiste ¿Es verdad? – pregunto la castaña

- ¿Qué cosa?

- Que amas a mi padre – la muchacha se sentó al lado de su padrastro

- Si te soy sincero cariño, ya no sé nada – Malia se dio cuenta de la triste y vacía mirada del hombre en la cama.

***

Derek arrojo todo al piso, destruyo la habitación.

¿Quién se creía Stiles?

¿Enamorado de dos hombres?

Patrañas.

No quería a nadie.

Stiles era el fuego en sus venas, era algo que con un simple toque le incendiaba.

Pasión, lujuria.

Pero ¿Amor?

Tomo la botella de brandy y se la bebió de un jalón.

Moriría de una cirrosis hepática.

Cerró sus ojos y recordó la primera vez que vio a Stiles, inalcanzable al lado de su tío.

Mirada orgullosa y jovial.

La primera vez que hicieron el amor, pasión y candela.

Dinamita pura.

El saber que aun tenia sentimientos por su tío, le hicieron sentir como si miles de agujas se clavaran en su cuerpo.

¿Celos?

Jamás.

En una cosa tenía razón el castaño. No podían seguir así, en el limbo.

Tenían que aclarar las cosas.

¿Se reconciliarían?

¿Peter seguiría amando a Stiles?

¿Le perdonaría?

Sí, a todo.

***

Peter se despertó solo a la mañana siguiente.

¿Un sueño?

El ruido en la ducha, le confirmo que no, habia sido real.

Lydia salió del baño envuelta en el albornoz.

- Buen día – dijo la pelirroja feliz

- Lydia ... yo – no pudo continuar

- Shhh... no digas nada, por favor no digas nada, solo deja que me quede con este recuerdo, sé que no me amas, nunca lo harás

- Perdón Lydia, lo lamento tanto

- Como podre perdonarte, si cuando me tocabas, llamabas a tu esposo, Stiles tiene suerte de que lo ames

- Soy un hipócrita – dijo el rubio – estamos en paz

- No Peter, no lo estas, porque ahora que sé que se siente tenerte en brazos, sé que jamás sentiré con ningún otro hombre lo que sentí contigo, tendrás mi dimisión esta tarde

- Perdóname Lydia

- No hay nada que perdonar – le dio un último beso y vistiéndose se fue

***

Peter toco la puerta de la habitación y la encontró vacía.

- ¿Disculpe el Sr. Hale? – pregunto a la recepcionista

- Su hija vino por él, hace media hora que se fueron

- Gracias – en la salida se topó con Isaac el amigo de Derek

Se sentía terrible, una basura, sentía pena por Lydia, por él y por su jodida vida.

Llego a casa, Stiles estaba en su estudio, sentado con la mirada fija en su foto de bodas.

- Cinco años – dijo Stiles acariciando el vidrio del retrato – Peter, es mejor separarnos

- Dormí con Lydia – dijo el rubio esperando una respuesta histérica de Stiles

- Lo sé, los vi en el parque – Peter se sintió mal

- No me mires así, Derek estaba conmigo, se acabó Peter, se terminó – dijo conteniendo las lagrimas

- ¿Derek?

- Lo nuestro cariño mío, esto – Stiles se quitó el anillo de bodas – no puedo dejar de amarte, pero tampoco a Derek, te diré lo que le dije a él, tu eres mi calma, él mi tormenta, tu mi amor, él mi pasión, tú mi puerto, él el mar.

- Stiles – Peter lo abrazo, y beso su boca una última vez - se libre, amado mío

- Adiós Peter – Stiles salió de la habitación

- Adiós mi amor – el sonido de la puerta al cerrarse, marco el final, el final de todo.

AMOR PROHIBIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora