Capítulo 5.

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¡Hola! Lo sé, lo siento, sé que he tardado la vida para subir este capítulo, de verdad que lo siento mucho, sigo con el embotamiento cerebral y encima ahora con el catarro que llevo está lleno de mocos y aún es más difícil ponerme a escribir. Además mi cabeza no deja de imaginarse nuevas ideas que nunca llegan a ningún puerto y esto es horrible...

Como os dije quiero terminar esta historia, la voy a acortar, quizá quede drástico pero voy a intentar reducirla a unos 10 capítulos más o menos, todo depende de si en este tiempo mi cabeza se despeja o definitivamente se queda bloqueada. Espero que no.

También decir que voy a eliminar la historia de The surprising Dean Winchester's Secret más que nada porque soy incapaz de ponerme con ella. Por supuesto el día que vuelva a tener fuerzas y ganas la seguire escribiendo y la subiré, pero de momento voy a quitarla para que nadie espere en vano.

Con todo esto os dejo el siguiente capítulo.

¡Espero que os guste!



Capítulo 5.

Pasaron semanas desde que Jared había aparecido por casa de Jensen aquella mañana. No esperaba que la desaparición del Alfa fuera tan radical, él mismo había dicho que cuando terminara su informe se iría y no volvería a molestarle, pero incluso aquello había sido demasiado rápido. Estaba tan sorprendido que no podía decir con seguridad si eso le alegraba o le molestaba más incluso. Con todas las molestias que le había ocasionado, con todo el tiempo que el Alfa había perdido intentando caerle bien a la pequeña Abby y ahora simplemente había desaparecido.

Alfas, cada vez los odiaba más.

Gruñendo bajo subió para despertar a la pequeña, tenía que ir al colegio y sino terminaría haciéndosele demasiado tarde. Le preparó el desayuno mientras ella bajaba por las escaleras rascándose los ojos aún adormilada. Sonrió olvidándose de su enfado inicial y se agachó besando la mejilla de su hija para sentarla luego en su silla dejándole el desayuno delante de ella.
La pequeña sonrió agradecida empezando a comer, Jensen se sentó a su lado con una hoja en blanco en la que empezó a escribir el menú que quería preparar para esa semana a la hora de comer, la pequeña lo miraba con curiosidad, pero sin interrumpirle en ningún momento. Cuando su padre levantó la cabeza al sentir su mirada totalmente fija en él esta sonrió.

— ¿Va a venir Jared hoy? —. Preguntó con voz inocente y Jensen sintió que se enfurecía de nuevo.

— No Abby, Jared no creo que venga más por aquí en unos días.

— ¿Por qué? ¿Te has enfadado con él? —. Lo miró con curiosidad.

— No, claro que no, pero ya terminó su trabajo, no puede estar viniendo todos los días, sus jefes podrían enfadarse.

La niña hizo una mueca con el rostro sin comprender muy bien a qué se refería, pero asintió dejando el tema a un lado mientras terminaba de desayunar. Jensen suspiró y dejó lo que estaba haciendo para recoger los platos vacíos y llevar a la pequeña al colegio.
Allí la acompañó hasta la puerta, la abrazó y la besó en la mejilla prometiéndole que iría a buscarla para la hora de comer, que no se moviera de allí. Esta volvió a asentir con la cabeza de acuerdo a sus palabras y se metió en el edificio junto a sus amigas.

Jensen condujo en silencio hasta el restaurante aun dándole vueltas a la cabeza. Cuando aparcó en frente del edificio no pudo disimular la sonrisa que se formó en su boca relajándose al momento. Su trabajo era su templo, a parte de su casa con Abby, era de los pocos lugares en los que se sentía seguro. Le había costado sudor y sangre, sobre todo sangre, conseguir que aquel proyecto saliera adelante. Muchos Alfas de los comercios de los alrededores y del mundo de la hostelería habían intentado arruinar su negocio desde el momento cero, teniendo que luchar con uñas y dientes por permanecer en pie, seguir adelante. Su propio equipo había sufrido varias bajas por problemas entre los empleados. Él mismo se vio envuelto en una pelea con un Alfa que pretendía marcarlo como suyo un día que entró en celo en su oficina. Había intentado encerrarse allí hasta que todos sus empleados se marcharan, pero aquel Alfa había roto la puerta de una patada y Jordan los encontró sobre la mesa. Jensen con los pantalones bailando en sus tobillos y sus dientes clavados en el hombro del Alfa intentando que le soltara, haciéndole sangrar.

Abby AU ABOWhere stories live. Discover now