The Hard Decision. |Ziam-Niam-Lilo|

Capítulo 4

Zayn:

Me encontraba en clases de música. Mi materia favorita de toda la universidad. El profesor nos explicaba que para tarea de fin de semestre tendríamos que cantar una canción acompañada de un instrumento musical tocado por nosotros mismos. Mierda. Yo no sé tocar ninguno.

Al sonar la campana salí del aula, pues esa era mi última clase de los martes. Me dirigí hacia mi auto y me subí a él. Al llegar al estacionamiento del edificio me bajé del auto junto con mis cosas.

Subí a mi piso correspondiente aún con la duda en el aire. ¿Cómo se supone que iba a aprender a tocar un instrumento en menos de dos meses? Entré en mi apartamento, me tiré en mi cama y un poco agotado.

“¿A quién le puedo pedir ayuda? ¿A quién?” me repetía en mi cabeza una y otra vez. Y de repente, un ¡Ding, Ding, Ding! resonó en mi cabeza y  recordé ahí una de mis primeras conversaciones con Liam.

*FlashBack*

Liam, era mi nuevo vecino, apenas llevaba 5 días aquí. Él y yo estábamos encerrados en el ascensor. Llevábamos 30 minutos ahí atascados y nadie venía aún. Frustrante.

-Y, dime, ¿Qué te gusta hacer?- le pregunté al chico que se encontraba sentado frente a mí.

-Bueno… huh, yo…- la ternura de éste chico me mataba, era simplemente adorable.- Me gusta estudiar, leer y huh… tocar la guitarra. ¿Qué te gusta hacer a ti?- me dijo con su tímida voz.

*Fin FlashBack*

Me levanté de la cama con todas mis frustraciones en el olvido. Ya había encontrado a alguien que me enseñara a tocar un instrumento y además, ese alguien era Liam.

Vi la hora en mi celular. 3:30 p.m.  Es probable que él esté en su casa ahora. Salí de mi apartamento para justo en frente encontrarme con la puerta número 95. Su puerta.

Toqué justo 3 veces para que unos segundos después Liam me abriera la puerta, se veía tan tierno, cargaba una camiseta gris junto con unos pantalones deportivos de un color más oscuro y el cabello ligeramente desordenado.

-Hola Zayn. ¿Quieres pasar?-dijo un poco atontado, al parecer estaba durmiendo.

-Oh, claro.- él se hizo a un lado en la puerta para darme espacio. Cuando pasé él cerró la puerta detrás de sí y me indicó que me sentara en el sofá. Me ofreció algo de beber y le dije que agua. Al traerla se sentó junto a mí.

-¿Necesitas algo, Zayn?- me dijo con su linda voz.

-Eh, bueno… sí. ¿Recuerdas ésa vez en la que me dijiste que te gustaba tocar la guitarra?-

-¿Te refieres a la vez en la que nos quedamos atrapados en el ascensor?- yo asentí.- Si, lo recuerdo. ¿Qué pasa con eso?- dijo ya un poco más despierto que antes.

-Bueno es que… necesito aprender a tocar la guitarra.- Liam primero asintió pero luego frunció levemente el ceño, como si hubiera descubierto la razón del porqué quería aprender a tocar la guitarra.

-¿Lo necesitas para tus clases de música?- yo me sonrojé y le dije que sí.

-La tarea de fin de semestre es cantar alguna canción con algún instrumento de compañía tocado por nosotros mismos.- él sonrió.

-¿Si te enseño podré oírte cantar?- ésta vez, mi cara estaba totalmente roja. Él sabía que yo cantaba, pero nunca le permití que me escuchara.

-Yo… hum, supongo que sí.- él dio saltitos mientras aplaudía de la emoción, como un niño pequeño, que ternura.

-¡Comencemos ahora! ¿Tienes una guitarra?- preguntó emocionado.

-Claro. La buscaré.- él me sonrió en respuesta. Esa hermosa sonrisa. Y salí de su apartamento para rápidamente entrar al mío. Busqué por todos lados mi guitarra, nunca la usé porque no sabía cómo, pero en ése tiempo tenía el capricho de tener una.

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-Ya que sabes las partes de la guitarra y la posición correcta para tocarla comencemos con las notas.  

Luego de que me enseñara otro par de cosas después de eso él dio por terminada la lección de hoy. Ambos cuadramos los días en los que me daría más lecciones martes, viernes y domingos. Ah, también me dijo que aprendía muy rápido. Cada vez me enamora más.

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Viernes.

Estaba frente a la puerta de Liam con mi guitarra en una mano y una caja de chocolates en la otra. Tenía que comenzar ahora o nunca.

-Hola Zayn. ¿Preparado?-

-Totalmente.- entramos a su apartamento y él vio la caja de chocolates.- Son para ti.- se las entregué. Su rostro estaba rojo, pues la forma de la caja era en corazón.

-Eh… gr-gracias, Zayn.-

-De nada, Li.-

Continuamos con la lección. Ya estaba aprendiendo a tocar las notas con la púa.  Al final él decidió compartir sus chocolates conmigo. Antes de irme le di un beso en la mejilla.

 Liam:

-¡Louis, no vas a creer lo que me pasó hoy con Zayn!- dijo emocionado cuando su primo entró por la puerta…

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Me alegra ver que a las personas les gusta la novela <3 En serio muchas gracias por los votos y comentarios (aunque sean pocos) me animan mucho, en serio :3

Att: Verónica.