Cumpleaños, la mejor fecha para todos, menos para Choi Minho.
Odiaba su cumpleaños. Tantos saludos y buenos deseos hipócritas le causaban solo estrés y hasta asco. No quería ver a nadie ese día; no necesitaba ver a nadie para estar tranquilo.
Como siempre, la pasaría encerrado en su casa y es que como cada año, había rechazado la invitación de sus amigos que siempre deseaban organizar una reunión ese día.
Nah, él estaba bien con nada.
Pediría pizza y le echaría una miradilla al canal de porno donde iban a pasar un buen especial de Sasha Grey al ser sábado. Sí, eso sí que lo ponía de buen humor.
Su noche estaba por comenzar...
Por eso maldijo al jodido teléfono que sonó justo cuando él empezaba a acomodarse en el sofá para disfrutar de la encantadora Sasha Grey y su nulo reflejo de vomito... Mierda, ¿quién se había atrevido a estropear aquel momento?
—¡¿Quién mierda es?! —Exclamó fuerte, malhumorado.
—Woo, ¿esa es la forma de tratar a los amigos, penetrator?
—Reformularé mi pregunta. ¿Qué mierda quieres, Bilbo Bolsón?
—Solo te llamo para decirte te compramos un hermoso regalo. Seguro te estará llegando el encargo en cualquier momento y... nos costó una fortuna, amigo, así que esperamos que lo disfrutes. Dudo que no lo hagas así que... ¡Feliz cumpleaños, MinHo! —Y colgó sin decir nada más y dejándolo con una interrogante encima de su cabeza.
¿Un regalo? ¿Quién demonios les había pedido un regalo?
Já, como si quisiera un regalo. Lo que él necesitaba era una cerveza, sí, una refrescante cerveza para acompañar a la película que desde ya, sabía que sería buenísima.
Se acercó al frigorífico y cogió una botella, abriéndola hábilmente antes de tomar un sorbo que lo hizo gruñir por lo bajo por lo bien que le había caído el trago de ese amargo y helado líquido.
Dispuesto a tomar otro sorbo acercó el pico de la botella a su boca una vez más pero el timbre de su cada lo terminó interrumpiéndolo. Dejó la botella encima de la mesa del comedor y se acercó a la puerta malhumorado, suponiendo que era el dichoso regalo o alguno de sus estúpidos vecinos que venían a felicitarlo por su cumpleaños.
Era bastante joven y muy atractivo para muchos. Alto, de buen cuerpo y extremadamente guapo, pero tenía el carácter de un viejo de ochenta años que estaba ya cansado de la vida. Todos opinaban por ese motivo que lo que a él le hacía falta era una novia. No estaba de acuerdo y es que él estaba perfecto con follarse a alguna tía de vez en cuanto.
Esa era la verdadera vida.
Abrió la puerta con aquella expresión de pocos amigos que intimidaba a todo aquel que se le acercaba. No por gusto lo conocían como "matón Choi" en la universidad.
Sonrió un poco... Já, habían sido muchos los que habían probado sus puños.
La sorpresa remplazo rápidamente a esa sonrisa cuando vio aquella no tan pequeña caja roja y con un enorme listón en ella... ¿Qué demonios le habían mandado sus estúpidos amigos?
—Buenas noches, ¿es usted Choi Minho? —Preguntó el chico sorprendido, tal vez porque estaba desnudo de cintura para arriba. Él solo asintió —Bien, solo firme acá y podré entregarle su regalo —sonrió amable el más bajo, entregándole aquella especie de cuadernillo y una lapicera que rápidamente tomó para firmar apresurado—. Eso es todo, señor. Espero que disfrute su regalo y feliz cumpleaños.
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Sex Art [2Min]
FanfictionExiste un oscuro libro que tiene el poder de aflorar los deseos más ocultos de las personas con la violencia e intensidad de un volcán que ha estallado después de miles de años... Esos deseos que se mantienen escondidos en lo más recóndito de la men...