Sex Art [2Min]

Call Me Daddy

— ¿Te vas tan pronto? —Se quejó la mujer a su costado.

¿Cómo era que se llamaba? No lo recordaba y de todas maneras no le interesaba en lo absoluto cuando él no iba a verla nunca más.

— Sí —Se limitó a responder y dándole la menor de las importancias a su desnudez se colocó el bóxer negro ante la atenta mirada de la mujer.

— ¿Voy a volver a verte? —Cuestionó la pelirroja ya levantada igual que él.

La miró unos segundos y sonrió guasonamente, burlándose de ella. ¿Volverlo a ver? ¿Acaso sabía quién era él?

— ¿Dijiste que tu amiga te habló de mí? —Cuestionó sin dejar de mirarla.

Ella agachó la cabeza, de pronto avergonzada y cohibida. Asintió tímida, pareciendo no esperar demasiado de él.

Era mejor de esa manera...

— Sí, pero pensé que tal vez...

— Me tengo que ir —La interrumpió y aún hastiado trató de ser amable con la mujer que al parecer se había hecho una idea equivocada de él y de lo que podría pasar luego de que follaran.

Nunca se acostaba con alguien dos veces seguidas y nunca se cuestionó tener una relación formal. Su vida estaba guiada por libertad e instinto, y eso seguiría así hasta que terminara muerto en algún lado.

Ella no dijo nada más y él aprovechó eso para terminar de vestirse y largarse de esa habitación del hotel del que ni siquiera se molestó en fijarse el nombre cuando salió del lugar.

Estuvo a punto de subirse a su moto cuando su móvil vibró dentro sus jeans, deteniéndolo. Pensó en no responder y es que no conocía de nada aquel número..., o tal vez sí pero él acababa de perder otro aparato más ese mes así que no tenía ningún contacto agregado.

— Carajo —Maldijo por lo bajo cuando estuvo a punto de colgar la llamada —. Diga.

— ¿MinHo? —Respondió esa voz que casi le hizo reír en ese momento —. Hermano, soy MinSuk.

Oh, MinSuk, el hermano perfecto.

— Si no te llamo yo, tú no te acuerdas de mí.

Y allí iban otra vez, MinSuk mostrando lo diferente que eran aún si ellos estaban unidos por la sangre. Su madre siempre había dicho que aunque fueran gemelos eran completamente distintos, incluso físicamente.

MinSuk era notoriamente más bajo que él y más flacucho, teniendo una personalidad bastante tímida y amigable. Él en cambio desde chico había sido más alto, fuerte y vivaz, convirtiéndose en la oveja negra de la familia, como hubiera dicho su padre.

Su hermano se había dedicado a la pediatría y es que amaba con locura a los niños y él, bueno, él era un vago motociclista que dedicaba su vida a las música, mujeres, alcohol y drogas.

No estaba demasiado orgulloso de su yo actual pero no estaba en lo absoluto arrepentido. MinSuk era el hijo prodigio, responsable, sensible y cariñoso; él en cambio era aquel al que su papá no quería ver más ya y al que su difunta madre amaba aún si no la visitara demasiado.

Estaba ya desligado de su familia, ¿por qué MinSuk no quería aceptar aquello?

— MinSuk —Lo saludó sin ningún interés y esperando que esa llamada fuera rutinariamente corta.

Tanta hipocresía le resultaba entretenida porque venía de su "adorado" hermano mayor. ¿Hace cuánto tiempo no se veían? ¿Dos años? ¿Tal vez tres? MinSuk tenía una familia perfecta y bueno, no era conveniente que se supiera que tenía un hermano gemelo don nadie.