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Albus se despertó. No se había dado cuenta de que se había dormido sobre un sofá de la Sala Común.
Se levantó de un salto. El fuego aún estaba encendido y hacía un agradable calor en la habitación.
En ese momento, uno de los pocos chicos que se quedaron en el colegio se giró y lo miró extrañado para luego irse.

De repente Dumbledore se recordó de una cosa: los regalos.
Se olvidó totalmente de ellos.
Corrió hacia los dormitorios y, a llegar delante de su cama, miró hacia abajo y sacó los regalos que había escondido.
El primero era de su madre, que le había regalado una sudadera de color azul cielo, recibió de parte de su padre la segunda parte de un libro que le encantó, de su abuela una carta preguntando si había comido...
Se dio cuenta de que dejó como última opción el regalo de Gellert.
Miró la envoltura. Empezó a quitar el papel y, cuando el regalo quedó al descubierto, sonrió tanto que le empezaron a doler las mejillas.
Una hermosa foto enmarcada reposaba sobre sus manos. La fotografía era de Dumbledore y Grindelwald, los dos estaban cogidos de la mano para luego besarse.
Abrazó el regalo, sintiendo una suave y agradable sensación de calor en su pecho.

"El mejor regalo de mi vida"

Decidió escribirle.
Corrió hacia la Sala Común, donde había dejado su pluma, y subió de nuevo.

"Hola Gellert,

¿Cómo estás?
Gracias por el regalo, me encantó. En serio, me gustó muchísimo.
Espero que te guste el mío.

Bueno, ¿qué estás haciendo? ¿Disfrutando de las fiestas?
Yo no, me dejaste solo. Me aburro mucho aquí, sólo se han quedado unos pocos imbéciles.
No vuelvas a hacerme esto nunca más.

Cambiando de tema, ayer aquí nevó muchísimo. Me encanta la nieve. He oído que donde estás está lloviendo, ¿no?

Que te diviertas mucho,
Con mucho amor,
Albus"

Dobló la carta y se puso una chaqueta muggle que le regaló su tía para darle la carta a su lechuza.

Al llegar casi resbala sobre las escaleras de la lechuzería.
—Soy tonto— dijo cuando se dio cuenta de que había pisado la única zona donde se encontraba hielo.
Subió un par de escaleras más y pudo reconocer inmediatamente su lechuza. La llamó y le dio el mensaje.
—Llévasela a Gellert—
El pájaro empezó a volar.
Dumbledore se quedó mirándole mientras se alejaba.

(***)

Grindelwald estaba cansado. Ha estado rastreando por toda Londres una supuesta puerta mágica que llevaría a la casa del misterioso alquimista.
Sabía que el hombre se encontraría o en Londres o en Nueva York, lo había leído en un libro. Tenía mucho trabajo por delante.

Su mano se movió automáticamente hacia su bolsillo. Sacó el regalo de Albus y lo examinó. Era una joya de tamaño medio con forma de rombo. Tenía muchos detalles, haciendo que la persona se quede embobada mientras la miraba.
Grindelwald pensó que era hermosa.
Dentro tenía un espacio hueco para que pueda contener cualquier líquido.
El rubio guardó de nuevo la joya en su bolsillo.

Suspiró y se sentó sobre la cama. En ese momento una lechuza voló rápidamente hacia la ventana abierta y aterrizó.
Gellert se sorprendió. Se levantó, le dio una chuche al animal y se sentó con el mensaje en la mano.
Supuso que era de sus padres, pero al abrirlo descubrió que era de Albus. Sonrió y decidió escribirle una respuesta.

"Hola Albus,

Estoy bien, gracias.
Estoy feliz de que te haya gustado el regalo. El tuyo me encantó. He decidido que lo voy a guardar siempre en mi bolsillo.

Tranquilo, ya no te dejaré solo... A lo mejor. Estoy seguro que esos chicos son buena gente, podrías socializar un poco, ¿no?
que no puedes vivir sin , pero tienes que resistir. Ya verás mi hermosa cara en dos semanas y media.

Tienes razón, aquí llovió, y mucho. Qué suerte de que esté nevando en Hogwarts. A mi también me encanta la nieve.

Espero que tus vacaciones mejoren,
Te quiere mucho,
Gellert"

Al acabar de responder la carta de su pareja decidió buscar más información sobre la Piedra de la Resurrección.
La necesitaba, y mucho. El muchacho pensó en todas las cosas que podría hacer con los tres supuestos regalos de La Muerte.
Tendría mucho poder y muchos seguidores. Le encantó la idea.

Salió de la casa para dirigirse hacia unos cuantos sitios donde Nicolás Flamel estuvo. No se iba a rendir.

Holis,
En casi un mes el fanfict ha llegado a 6K visualizaciones y a varios votos (ahora no me acuerdo de la cantidad, lol).
En serio, os lo agradezco mucho ;-; <3
Los capítulos son bastante cortos, sorry. No consigo concentrarme para escribir un capítulo de 2000 palabras, es algo imposible para xD.
Espero que os guste este capítulo y que paséis un buen domingo.
Os quiero :3

Un Amor Peligroso [Grindeldore]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora