Tan solo tu y yo

Capítulo 9. Los tres solos.

*Narra _____.

Cuando entré en la que sería mi habitación durante los proximos 9 meses, ví que Dani y Jesús estaban discutiendo.

-Aver, ¿alguien me cuenta lo que está pasando aquí?-Grité

-Es que aún no me puedo creer que mi propio hermano se liara con tu hermana y no me contara na'.-Dijo Dani hechandole una mirada asesina a Jesús.

-Yo... lo siento mucho de verdad, aunque no sé por que os molesta tanto.- Dijo Jesús mirando para el suelo.

-Dani, ¿me puedes dejar a solas con Jesús por favor?-le dije.

Acto seguido Dani se marchó y cerró la puerta.

-Jesús a nosotros no nos importa que tu estés con Nerea, pero no queremos que te haga daño. Y no es porque te valla a engañar ni nada de eso pero es que dentro de 4 meses se va a Alemania.

Jesús sin decir nada empezó a llorar, me destrozaba verle así.

-Jesús ven, y no llores por favor.- Le dije mientras lo abrazaba.- No te pongas triste por favor.- Le dije, aun sin soltarle.

-Es que yo... yo no sabía que se iba.- Me dijo separandose de mí.

-Venga ven, vamos a tomar un helado por el pueblo y de paso tu y Dani me enseñais el pueblo.-le dije secandole las lagrimas.

Salimos de la habitación y cogí a los dos de la mano y me los llevé para la calle.

-¿Dónde vamos?- me pregunto Dani.

-A tomarnos un helado y de paso me enseñais el pueblo.-le respondí.

Paseamos hasta una heladería cercana al centro, compramos los helados y nos fuimos a que me enseñaran el pueblo. Estubimos toda la tarde riendo, y creo que a Jesús se le había olvidado todo.

Cuando estaba oscureciendo nos fuimos a casa. Alli cenamos y yo fuí hasta la habitación para ponerme el pijama.

Entre y cerré la puerta, pero se me olvidó de que los chicos dormian en esa habitación también.

<bueno da igual> pensé.

Me empezé a desvestir, justo cuando entró Dani, suerte que ya tenía la camiseta puesta, pero esta en braguitas. Me puse lo más rápido que pude el pantalón y Dani seguía petrificado.

-La proxima vez llama antes de entrar-dije mientras le daba una palmadita en la espalda.

-Per... per... perdón- Dijo tartamudeando. -Yo solo venía a hablar contigo.