Capítulo 26. "Soy un invecil"

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Decidí ir a buscar a Jesús al parque, cogí una sudadera, ya que hacía fresco, me puse mis vans y fui a buscarlo.

Todo estaba muy oscuro porque era muy tarde y las farolas estaban a punto de apagarse.

Entré al parque y lo busqué. Pude ver a lo lejos una silueta sentada en un banco con los codos en las rodillas y las manos sosteniendo su cara.

Me fuí acercando y pude ver que era Jesús, me senté a su lado y lo abracé por los hombros.

-¿Por qué lloras? Has sido muy valiente al decirmelo.-Le dije.

Levantó la mirada y chocó con la mia.

-Soy un invecil, ahora si mi hermano se entera se va ha enfadar y no me va ha querer ni mirar a la cara.

-Es verdad eres un invecil, pero por pensar eso de Dani.-Dije divertida a lo que él me respondió con una tímida sonrisa.

-Gracias.

-No se dan bobo.

Me levanté y él también, me puse en frente de él y lo abracé.

-Se que te hubiera gustado más un beso, pero estaría mal.-Le dije mientras me separaba de él.

-Me da igual abrazo o beso, mientras me lo des tú...

Me acerqué a él y le dí un beso eb la mejilla.

-A todo esto, ¿tú sabes que estamos en pijama?-Me dijo riendo.

-Jajajaja, anda vamos a volver.

Le dí la mano y nos fuimos a casa. En el camino había un silencio super incomodo pero Jesús lo rompió.

-Clara, ¿le digo a mi hermano lo que ha pasado?

-Sí, será lo mejor.

Llegamos y subímos a la habitación pero no había rastro de Dani. Hasta que entró por la puerta muy preocupado.

-¿Dónde estábais?-Dijo en susurro mientras nos abrazaba a Jesús y a mi.

-Me encontraba mal y fuí a dar una vuelta por el parque, pero como Jesús estaba despierto quiso acompañarme.-Mentí.

-Sí claro. Clara te conozco demasiado bien y sé que eso es una pedazo de trola.-Dijo Dani muy serio.

Jesús me miró preocupado y yo le hice un gesto para que se lo contara todo.

-Vamos abajo y te lo contamos.-Dijo Jesús cabizbajo.

Bajamos y nos sentamos en el sofá.

-Empiezo yo-Dijo Jesús y continuo.-Ví como Clara se levantaba y decidí seguirla, bajé y estaba en el jardín...

Dani lo interrumpió:

-¿Podeis ir al grano? Tengo sueño.

Decidí seguir yo porque Jesús estaba muy nervioso.

-Bueno y se sentó a mi lado y me dijo que...-No estaba segura de ser la persona indicada para decírcelo.-Mira mejor que te lo diga tu hermano porque es cosa de vosotros dos.-Finalicé y salí de alli corriendo.

Tan solo tu y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora