Capítulo 21. Falsa alarma.

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Seguí abrazando a Dani, no quería que me viera la cara.

-No te preocupes por nada, todo va a salir bien.-Me dijo separandome de él y mirandome a los ojos.

Entró Eva a la habitación y me dijo:

-Clara, ya he pedido cita, hoy a las 18:00. Yo iré contigo, ¿vale?

-Si.

-Si quieres te acompaño, para cuando salgas.-Me dijo Dani.-Bueno, si mi madre me deja, claro esta.

-Sí, te dejo. Pero tu te quedas fuera, ¿vale?

Dani asintió con la cabeza y Eva se fué, dejandonos solos.

-Clara, en el caso de que estuvieras embarazada...-Me dijo Dani tristemente.

-Shh.-Le dije y le puse un dedo en sus labios.-Anda calla y no digas tonterias jajajaja.

-Cuanto te quiero.

Nuestros labios se acercaron poco a poco hasta que estubieron pegado y fundiendose en un beso.

Derrepente entró Jesús.

-Ups, perdón parejita.-Dijo gracioso.

-No pasa nada tonto.-Le dije yo.

Fuí hacia él y lo abracé. Ví como Dani miraba a Jesús con cara de pillo.

-¿Por qué lo miras así?-pregunte entre carcajadas.

-Cosas de hombres-dijeron a la vez.

Me reí por el comentario y dije:

-Vale, pues yo me voy a vestir bien vestida, que son ya las 17:00.

-Vale wapetona.-Dijeron a la vez.

*Las 18:00...

Ya estábamos en la consulta y Dani estaba más nervioso que yo y Eva juntas.

"Clara Bermudo, pase a la consulta 125 por favor."-dijo una voz.

Yo me levante al igual que Eva y las dos nos dirigimos a la consulta.

*Media hora más tarde...

Salimos de allí y ví a Dani sentado cabizbajo, corrí hacía él y al verme se levantó.

Lo abracé y le dí un beso.

-¿Qué tal?- Dijo sin soltarme.

-Muy bien jajaja.-Dije sin parar de abrazarlo.

-Pero, ¿que te ha dixo?

-Que los dolores, los vómitos y todos los demás síntomas son normales.

-¡¿Normales?!

-No te alteres mi amor. Que son normales porque hay mujeres, en este caso yo, que después de su primera vez, antes de que le baje la regla se ponen así de mal.

-Entonces,¡¿no estas embarazada?!-Dijo deseando besarme.

-No jajajaja.

Dani me abrazó y me levantó del suelo mientras nos fundíamos en un beso. Todo el mundo nos miraba pero nos daba lo mismo, nos queríamos y eso era lo que importaba.

Llegamos a casa y estaban Virginia y Jesús tirados en el sofá dándose un beso. Eva estaba aparcando así que corrí hasta ellos y les dije:

-Dejad de besaros, por que como os vea Eva va a pensar otra cosa.

Ellos me hicieron caso y se pusieron derechos. Pero se nos había olvidado un pequeño detalle.

Tan solo tu y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora