Abril O'Neil es una joven estudiante de Universidad que tiene muy buenas notas, a excepción de Química, materia la cual odia y por esa razón sus notas bajan.
Así que sus amigos de clase, las tortugas, le recomiendan a su hermano el genio que Abril...
Una vez más, Abril se quedo profundamente dormida pensando en su mutante favorito, su profesor.
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Ya paso un mes desde que Abril empezó clases particulares, ella y Donnie eran prácticamente los mejores amigos. Se contaban todo, no se ocultaban nada, absolutamente nada, excepto una cosa. Lo que sentían por el otro.
Siempre se sonrojaban cuando el otro lo miraba o le dedicaba una sonrisa y eso hacia que sus corazones se acelerarán. Muchas veces era incomodo porque querían decirse lo que sentían por el otro, pero tenían miedo al rechazo, creían que era incorrecto y eso dificultaba todo aun más.
Era lunes. Abril se levantaba feliz, ya que con tan solo la idea de de ver a su profesor no podía esperar a empezar el día.
Cuando Abril llego a la universidad estaba un poco retrasada ya que en el camino iba imaginando de que hablaría con Donnie esa tarde y su hermoso rostro sonrojado que adoraba ver. Corrió a su salón para no retrasarse más y al entrar en él vio a Donnie sentado en el escritorio dando la clase.
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Cuando Donnie volteo a ver quien interrumpió su clase, sonrió feliz al ver a la pelirroja.
Esta, por su parte, estaba sumamente confundida y sorprendida de ver al de morado ahí.
Donnie: Señorita O'neil, se puede saber ¿a qué se debe su tardanza?
Pregunto el mayor dirigiéndose a la ojiceleste que seguía shockeada.
Abril: Ah... yo... m-me dor-dormí...
Contesto nerviosa la joven estudiante mientras miraba directamente a los ojos rubí del mutante, perdiéndose en ellos como hacía siempre que los miraba. Tenía muchas preguntas, en especial: ¿Qué hacía él ahí? ¿era el nuevo profesor? ¿qué pasó con el anterior? Y tenía muchas más preguntas, pero prefirió callar.
Donnie: Espero que no pase de nuevo señorita O'neil, ¿está claro?
Abril: S-sí, pro-profesor...
Donnie: Hamato, profesor Donatello Hamato, señorita O'neil.
El de morado le guiño un ojo a la adolescente dándole a entender que pronto le explicaría todo.
Donnie: Siéntese en su lugar señorita O'neil.
La pelirroja solamente asintió en silencio para luego ir hacia su lugar y sentarse.
Su mejor amiga pronto le pregunto en susurro ¿qué pasaba?
Pri: ¿Ese no es tu profesor particular del que estás enamorada? ¿qué hace aquí?