Aeropuerto de Incheon, 10 de abril del dos mil doce.-Taemin cariño despierta, es hora de que vayas al aeropuerto cariño- la voz de mi madre casi me envió de bruces al suelo. -Es tarde.
Abrí los ojos rápidamente sintiendo los rayos del sol cubrir mi rostro con fuerza.
Maldita sea. Ya era tarde.
-Estoy despierto- grite al sentir nuevamente el golpeteo en mi puerta.
-Le diré a tu hermano que saque tu auto cielo- se despidió tarareando.
No dije nada apresurándome al baño para poder lucir un poco más presentable, tome mi teléfono notando inmediatamente que este había sonado pero no lo suficiente fuerte como para despertarme. Y de todos los días, mi sueño pesado se dio a notar hoy.
Justo cuando mi novio -pronto a ser prometido- se iba del país por tres meses.
Quizás si hubiera cortado la llamada ayer por la noche en la primera hora como Minho me dijo, estaría más descansado pero no me arrepentía de haber hablado casi cuatro horas con el.
Incluso después de que el cayera dormido y solo yo pudiera verlo por videollamada me quede allí velando su sueño como el me había contado que había hecho conmigo en más de una ocasión.
Gracias a eso tenía unos muy buenos pantallazos de el luciendo adorable mientras duerme.
Sabía que las cosas serían difíciles con la distancia, eso sumado a la diferencia horaria y los apretados horarios que tendría sería casi imposible hablar por cuatro horas.
Pero todo saldría bien.
Minho me lo había prometido.
Y el nunca rompía una promesa.
Desde que nos conocimos en el jardín de infantes cuando el me defendió de un matón quien quería quitarme mi comida pensando que era una niña, supe que estaríamos juntos toda la vida.
Y así había sido.
Estábamos juntos - oficialmente - desde hacía tres años, pero siempre habíamos sido todo el uno para el otro.
Y ahora el me dejaría solo a mi suerte, sabía que era tonto sentirme así por un viaje tan corto pero que le traería muchas oportunidades para que el pudiera cumplir su sueño, pero el me había engreído demasiado y no podía evitar sentirme triste.
Claro que no podía evitar que fuera.
Minho había nacido para ser el mejor pianista de la generación, incluso Julliard le había ofrecido una beca integral pero el se había negado por no querer estar separado de mi. Y es que aunque mi talento con el chelo era decente aún no estaba a la altura de las grandes ligas como Julliard.
Por eso Minho había aceptado finalmente luego de una larga charla con sus padres, el ofrecimiento de la Academia Francesa de Música Clásica quien lo recibiría por tres meses y que luego de ellos el podía decidir si quería seguir allí o si sus clases serían a distancia.
Sabía que era una gran parte del porque de su negación a quedarse permanentemente.
Pero no había forma de hacerlo cambiar de opinión.

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The way it was meant to be
FanfictionSe suponía que era una despedida que solo duraria 3 meses, no toda una vida. Lee Taemin había perdido mucho en estos seis años pero nada pudo llenar el vacio que dejó el perder al amor de su vida en aquel trágico accidente. Choi Minho no sabía qui...