You are not the only one [Meanie/Wonhui]

Quatre

Tras leer el último mensaje de Mingyu, Wonwoo volvió a dejar el móvil sobre la mesita, acomodándose de nuevo en la cama.

—¿Quién era? —preguntó Jun adormilado, rodeando el torso desnudo del menor con sus brazos.

—Mingyu quería saber si podía comer hoy con él —contestó, acurrucándose entre sus brazos.

—¿Y qué le has dicho? —preguntó Jun, cerrando nuevamente los ojos.

—Que tengo mucho lío en el trabajo.
Jun soltó una carcajada disimulada por el sueño que lo inundaba y apretó más sus brazos alrededor de Wonwoo, quedándose los dos dormidos al instante.

El sonido insistente de una llamada entrante en su móvil fue lo que despertó a Wonwoo. Se deshizo como pudo de los brazos de Jun sobre él, contestando la llamada aún con los ojos cerrados.

—¿Sí? —dijo con la voz ronca.

—Estoy frente a tu trabajo, he venido a buscarte ¿Te queda mucho? —la voz alegre de Mingyu resonó al otro lado de la línea.

Wonwoo abrió los ojos de golpe y se sentó en la cama, mirando el reloj en su muñeca. Las 20:47.

—¿Woonie? ¿Sigues ahí? —preguntó Mingyu al no recibir respuesta del mayor.

—Sí, sí —contestó, levantándose a toda prisa de la cama e intentando vestirse con una sola mano.

—¿Qué pasa? —preguntó Jun, quien se acababa de despertar, con voz rasposa.

Wonwoo mandó callar al mayor con gestos y continuó con su lucha por ponerse los pantalones con una sola mano.

—Mingyu, hoy he salido antes de trabajo y ya estoy de camino a casa —contestó finalmente el mayor, diciendo lo primero que se le pasó por la cabeza—. Quería preparar la cena y darte una sorpresa.

Jun se cubrió la boca con las manos, intentando disimular su risa, siendo fulminado al instante por la mirada de Wonwoo.

—Oh, está bien. Te veo en casa —contestó Mingyu con voz apagada—. Te quiero.

—Y yo —habló Wonwoo y cortó la llamada, lanzándole el móvil a Jun— ¡Deja de reírte! —le reprochó con el ceño fruncido mientras se terminaba de abrochar el pantalón.

—Lo siento, pero es que es muy gracioso —dijo, esta vez soltando grandes carcajadas.

Wonwoo se puso la camiseta, volviéndolo a mirar con el ceño fruncido y se acercó hasta él para coger su móvil. Pero Jun tiró de su brazo, dejándolo tumbado sobre él.

—Jun, tengo que llegar a casa antes que Mingyu —dijo Wonwoo intentando levantarse y volviendo a caer al tener los brazos de Jun alrededor de su cintura—. ¡Suéltame!

—Pero antes dame un besito —pidió Jun, poniendo morritos y cerrando los ojos.

Wonwoo dejó un rápido beso sobre los labios del mayor y este deshizo el agarre con una sonrisa triunfante.

—Eres un idiota —protestó Wonwoo, levantándose por fin de la cama.
Jun sonrió de nuevo.

—¿Nos vemos mañana? —preguntó el mayor.

—No sé si podré, mañana te llamo —contestó mientras corría fuera de la habitación—. ¡Adiós! —gritó desde la puerta principal, cerrando de un portazo.