Huit

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—Un capuchino, por favor.

La chica al otro lado del mostrador asintió con una sonrisa.

Mingyu se dedicó a mirar sus redes sociales en su teléfono móvil y a contestar algunos mensajes mientras esperaba su pedido, cuando sintió como una mano se posó en su hombro. Al darse la vuelta, su corazón dio un vuelco.

—Wonwoo —susurró aún con el teléfono en la mano, mirando al sonriente chico frente a él.

—Hola —contestó, sin borrar la sonrisa de su rostro—. Cuanto tiempo...

—Cuatro años —dijo mientras una sonrisa melancólica se formaba en sus labios.

—¿Cómo te va? —preguntó el chico frente a él.

Mingyu lo observó embobado un par de segundos antes de contestar.

—Bien, supongo —dijo finalmente—. ¿Y a ti?

—Bien —contestó el mayor, ampliando su sonrisa.

El silencio los rodeó durante un par de segundos, en los que ambos miraban hacia otro lado, dudando entre seguir la conversación o dejarla ahí.

—¿Sigues con él? —dijo Mingyu, sorprendiéndose por la pregunta que acababa de hacer sin siquiera haberlo pensado.

Wonwoo lo miró y Mingyu pudo ver un atisbo de sorpresa en su mirada, que rápidamente se esfumó y volvió a ver ocupado por una sonrisa.

—No, lo nuestro no funcionó —contestó el mayor.

Mingyu sintió al instante una sensación de alivio en su pecho, pero se regañó mentalmente por dejar que los sentimientos que tenía por el chico que se encontraba frente él y que le había hecho tanto daño años atrás, volviesen a salir a flote.

El silencio entre ambos volvió, siendo esta vez el mayor quien lo rompiese antes de que la situación fuese aún más incómoda.

—¿Quieres que quedamos algún día? —preguntó, y el corazón de Mingyu volvió a dar un vuelco aún más grande que el que sintió cuando lo vio minutos atrás.

Ambos se quedaron mirándose a los ojos. Wonwoo esperando una respuesta y Mingyu sin saber qué decir.

—Señor, aquí tiene su pedido —dijo la misma chica de antes, dejando el café del menor encima del mostrador.

Mingyu pagó su compra y se volvió de nuevo hacia Wonwoo, quien aún lo observaba, esperando una respuesta a su pregunta.

—No creo que sea buena idea… —contestó el menor finalmente, bajando la mirada hacia el vaso entre sus manos.

—Podemos empezar de cero —propuso Wonwoo, extendiendo su mano hacia el chico frente a él—. Encantando, me llamo Wonwoo.

El menor se quedó observando la mano unos segundos sin saber qué hacer. Dirigió la mirada hacia el rostro de Wonwoo, encontrándose con una mirada esperanzada y la misma sonrisa amable de la que se había enamorado años atrás.

—Mingyu —dijo finalmente el menor, agarrando la mano de Wonwoo y devolviéndole la sonrisa.

You are not the only one [Meanie/Wonhui]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora