Capitulo 1.

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Primera semana de vacaciones y con mi mejor amiga Juli, ya estábamos planeando todo lo que haríamos. Nosotras vivimos juntas, ya que sus padres fallecieron en un accidente automovilístico, cuando ella tenía tan solo 10 años, y mis padres decidieron adoptarla.

-Prométeme que no estarás todas las vacaciones con Peter- le dije a mi mejor amiga, ya que hace más de un año estaba de novia con mi primo.

-Ay Francesca! Tú sabes que yo no te haría eso. - me dijo haciéndose la ofendida.

-Si claro, eso dijiste en las anteriores vacaciones.

-Enserio Fran, cada día confirmo más que necesitas un novio, no quiero que te ofendas- dijo mirándome fijamente- pero ¿no te parece que de una vez por todas tienes que dejar de tener amores platónicos y tener uno de verdad?

Esas palabras al principio me afectaron, pero sabía que lo decía porque se preocupaba por mí.

-Juli, por favor, tú ya me conoces no sirvo para hablar con los hombres, tendría que estar demasiado ebria para poder hacer eso.

Luego de cinco minutos de total silencio, Peter llamó a mi amiga invitándola a la playa. Yo sin embargo prefiero quedarme en casa escuchando música, leyendo libros o mirando las redes sociales. Después de un tiempo me puse a pensar en las palabras que me dijo mi amiga, de verdad necesito a alguien. Pero hay un defecto, o muchos diría yo, soy muy insegura, y no soy la típica chica con un cuerpo hermoso, rubia y ojos celestes, nada de eso. Soy un poco rellenita diría yo, aunque mi madre dice todo lo contrario, tengo el pelo castaño y ojos verdes. A mí no me va eso de las chicas perfectas, yo creo que eso no existe.

Pensando en todo esto, me quede dormida y mis padres me llamaron a cenar, Emilia, mi madre trabaja en un banco muy conocido, y mi padre, Pablo, trabaja en una empresa internacional, por lo tanto estamos bien económicamente.

-Hija, ¿Dónde está Juli, por qué no vino a cenar? - dijo mi madre preocupada.

-Se fue con el novio en la playa y creo que después se iban a ir a cenar a un lugar cerca de la playa.

-La próxima decile que me avise, porque estuve muy preocupada por ella.

Hubo un silencio en la mesa, cosa que era muy raro en mi casa, y sabía que mis padres me querían decir algo.

-Ya! Díganme lo que me tengan que decir, los conozco. - Dije en un tono no muy agradable

-Hija escuchamos hoy la conversación que tuviste con Juli y pensamos que tiene razón, necesitas salir más, despejarte, conocer gente. - dijo mi padre en un tono muy tranquilo.

-Papá yo estoy bien como estoy, los tengo a ustedes y a mi mejor amiga, ¿qué más puedo pedir? - Dije enojada.

-Lo se hija, pero no toda la vida estaremos nosotros contigo, tienes que conocer gente.

-Me parece que ya estoy un poco grande para que me digan estas cosas, ¿no les parece?

Me levanté de mi asiento y subí las escaleras hasta mi cuarto a encerrarme, mis vacaciones no habían empezado nada bien... 

Segundas oportunidadesWhere stories live. Discover now