Michael llegará a mi casa en diez minutos. Estoy terminando de arreglarme mientras me miro en el espejo; quiero estar perfecta para él.
Ayer nos besamos y luego me acompañó a casa. No hablamos demasiado, pero él sabe que yo de momento no estoy lista para tener ninguna relación formal, y está bien con eso. Solo necesito un poco de tiempo y estoy segura de que me lo dará.
Bajo al comedor y me siento en el sofá a esperarle. Unos segundos después suena el timbre. Miro la hora en el móvil. “Cinco minutos antes” pienso. Me acerco a la puerta y la abro, encontrándome a un sonriente Michael al otro lado. Me da dos besos y espera a que le deje entrar. Una vez estamos dentro, nos sentamos en el sofá. Mike me ha dicho que saldremos pero no me ha dicho dónde.
- ¿Vamos? – pregunto.
- Sí, pero antes tengo que hacer una cosa – dice, mirándome fijamente.
- Vale – respondo, un poco confundida.
Michael acerca lentamente su mano a mi mejilla y la roza con los dedos. Siento un escalofrío que me sube por la columna y me estremezco. Con el pulgar, Mike sigue frotándome la mejilla y empieza a acercarse, hasta que nuestros rostros están separados por un par de centímetros.
- ¿Puedo? – susurra, su aliento huele a frutos del bosque.
- Hmm – murmuro mientras asiento con la cabeza.
Mike junta su boca con la mía, ahogando mi suspiro. Sus labios son suaves como el terciopelo y encajan perfectamente con los míos. Pone una mano detrás de mi cuello y con la otra sigue acariciándome la mejilla, yo coloco la mía en su pelo y lo froto. Nos besamos hasta quedarnos sin aliento. Nos separamos y al ver que él también respira rápido y entrecortadamente me echo a reír. Él empieza a reír también y le doy un beso en la mejilla.
- ¿Vamos? – pregunta, esta vez él.
- Sí – me levanto y le alargo la mano.
La toma y también se levanta. Cojo mi móvil y las llaves y salimos. Son las ocho y media y falta poco para que anochezca. Empezamos a caminar y Michael me coge de la mano. Lo miro y él me sonríe burlón. Le saco la lengua pero no aparto la mano, así que caminamos cogidos, como una pareja.
- ¿Dónde vamos? – pregunto cuando llevamos diez minutos andando.
- Queda poco – me responde.
Al cabo de unos minutos llegamos a una calle, en la cual he estado bastantes veces, llena de restaurantes. Michael se dirige a uno y tira de mi mano para que lo siga. Nos paramos delante de un restaurante italiano bastante caro al cual he venido un par de veces con mis padres. Miro a Michael con una ceja levantada. No quiero decírselo, pero este restaurante es carísimo y no sé si puede permitírselo. Él no me mira así que no ve mi cara. Nos acercamos al mostrador y Mike habla con el camarero.
- ¿Cómo ha dicho que es el nombre? - pregunta el hombre, de unos cuarenta años. Me hace gracia ver que trata a Mike de usted.
- Clifford – responde Michael.
El hombre, que según su plaquita se llama Joseph, busca el nombre en una lista y acto seguido nos indica que le sigamos. Entramos dentro del restaurante y nos damos cuenta de que todo el mundo nos mira. Debe de ser la primera vez que ven a un par de adolescentes, uno de ellos vestido muy punk, entrar en un restaurante tan caro. Subimos al segundo piso y nos lleva a un reservado con una mesa para dos personas. Nos sentamos y el hombre se va.
- Michael, no hacía falta – digo. Me siento mal, no quiero que se gaste tanto dinero en mí.
- Sí, sí que la hacía – dice. – Quiero compensarte.
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voodoo doll { hemmings; clifford }
Fanfic"¿Cómo te llamas, muñeca voodoo?" "¿Muñeca voodoo?" suelto una carcajada. "¿A qué viene eso?" "No lo sé, por lo que me has explicado parece que tengan una muñeca voodoo con tu cara y te estén controlando." © 2014 by sparklinghxmmo