Capítulo 8

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Cuando la policía llegó Kevin tuvo que ser sedado y puesto en una camilla, el único cargo que podríamos presentar sería allanamiento de morada y crimen de odio, nuestros bebés no tendrían justicia.

Pedí que me entregaran los cuerpos lo antes posible quería cremárlos y llevarlos a casa con nosotros, Kevin no volvería a este departamento, aunque lograsen quitar la sangre de las paredes.

Tenia ganas de llorar como hace tantos años, de nuevo juré proteger a alguien y no pude, mi familia fue mutilada esta noche, el hombre que amo estaba gritando de dolor en mis brazos y yo no pude hacer nada para evitarlo.

El señor Lincoln llegó corriendo, llevaba pijama, tal vez los policías lo llamaron, después de todo Kevin es otro hijo para él.

- ¿Andrew?

- Está abajo con Kevin, lo esta cuidado, aun no despierta.

Quería hablar, decirle lo que paso, pero tenía miedo de comenzar y no poder detenerme hasta que todo el dolor saliera de mi pecho.

- ¿Crees que sea alguna represalia por lo de esta tarde?

Ni siquiera pensé en eso, el detective en mi estaba perdido, únicamente sentía el dolor de amante.

- Esto es mas personal Señor Lincoln, deberían ver la habitación.

Un policía nos llevó dentro, Kevin y yo no entramos al departamento, llamé a la policía de inmediato así que no pudimos ver nuestra cama destrozada bañada en sangre y las fotos de Kevin regadas por todos lados y la poca ropa que dejo para cuando no quiero volver a casa quemada en el centro de todo.

- La ropa fue incendiada con alcohol por eso no se encendieron los extintores, esto fue planeado, quien estuvo aquí no forzó la entrada, usó guantes y salió por la escalera de incendios, me atrevería a decir que sabia incluso de su vida personal.

El policía nos llevó al pequeño baño y encontramos consoladores de todo tipo tirados por doquier y escrito en el espejo, con sangre "Un Regalo"

- Bianca.

**

Desperté con el calor de el sol en mi espalda y con el ruido de aves cantando, me sentía aturdido, como si tuviera resaca.

Al abrir los ojos la luz me da de lleno, es una habitación blanca con muebles en madera clara, la cama es inmensa, la puerta por donde entra el sol da a un amplio jardín que se pierde con el bosque, me levanto y mis pies tocan una suave alfombra, estoy vestido únicamente con una camiseta gigante.

Me encamino a la puerta que da al jardín, me siento un poco mareado, perdido, afuera brilla el sol y puedo ver una piscina con forma de lago, es un lugar hermoso justo cómo el que soñaba para mis pequeños.

El dolor me atravesó con los recuerdos, no quiero pensar en ello, quiero creer que es sólo una pesadilla, ¿quién podría dañar a unos seres indefensos de ese modo?

- ¿Amor qué haces de pie?

Dion estaba en la otra puerta viéndome, parecía que esperara que en cualquier momento me rompería, ya no más.

Quiero encontrar a la persona que me arrebato a mis pequeños y hacerle pagar por sus vidas.

- ¿Quién lo hiso?

- Están investigando, creen que fue un crimen de odio por lo de esta tarde...

No, no es su culpa, no es culpa de Dion.

- No, ellas no sabrían que estabas conmigo...

- El Sr. Lincoln cree que fue Bianca.

Las Leyes del Amor 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora