Las Leyes del Amor 2

Capítulo 5

Después de dejar a Dion en su casa tomé un taxi, quería alejarme un poco de todo.

La situación era irreal, no sé qué pensaba que pasaría cuando Bianca se enterara, a decir verdad no esperaba que se enterara.

No sabía que estaba pasando con mi vida en estos momentos y como dice Dion nadie tiene derecho a obligarme a tomar una decisión.

Pero por otro lado él ha decidido que somos novios.

La lluvia azota en el coche y crea una cortina que no me permite ver las calles claramente, que me envuelve en una burbuja de pensamientos, quiero tomar el control de mi vida, pero es algo que nunca he hecho.

Cuando era niño soñaba con tener una linda casa, nada grande, simplemente acogedora y una esposa dulce que cuidara de mí, pensé en ser el mejor abogado, no rico, únicamente bueno.

Defender al inocente, castigar al culpable, un héroe silencioso.

Pero no lo soy, a todo lo que llegué es a ser un abogado de cubículo, tener un sueldo fijo y horarios de oficina.

Cada vez que le contaba a Bianca mis ganas de ser un abogado en lo familiar me decía que allí no hay dinero, que necesitaba un trabajo estable en el que un ingreso seguro nos diera estabilidad económica, que tenia que escalar en la oficina aspirar a puestos más altos sin arriesgar en lo independiente.

Pasamos por las oficinas de Brooks & Son, una gran firma de abogados, cuando apliqué para ella no se lo comente a Bianca para no decepcionarla si no quedaba en las plantillas, al final de la entrevista me dijeron que querían comenzar una nueva firma en lo familiar y me sentí un estúpido.

Ahora quiero saber en que es diferente Dion, es un hombre desde luego, uno fuerte y acostumbrado a dar órdenes, ¿será que me ve de la misma forma que me ve ella, o más débil aun?

Con él me siento pequeño y protegido, me gusta esa sensación, pero quiero ser capaz de darle algo a cambio, cuidarlo de alguna forma, George es un mejor partido, es un detective con mas años, gay y atractivo.

Pero al pensar en George teniendo cualquier tipo de relación con Dion me enferma, quiero a ese hombre para mí, es la primera vez que deseo pelear por algo y me aterra que sea otra Bianca.

Decidí pedirle al taxista que me llevara a casa de Andrew necesitaba hablar con alguien y él siempre ha estado para mí.

Cuando lo conocí el señor Lincoln me ayudaba con mis cursos en la universidad, era un chico asustadizo, siempre colgado del brazo de su padre, cuando el señor Lincoln me llamó aparte para pedirme que intentara ser amigo de Andrew me sentí alagado, nos llevo tiempo pero Andrew se fue acostumbrando a verme todas las tardes en su casa, a tenerme confianza y a compartir el tiempo de su padre conmigo, cuando tenia alguna crisis y pensaba que su padre dejaría de quererlo por algún error que cometió yo me encargaba de recordarle que el señor Lincoln lo amaba mas que a cualquier cosa.

Admiro profundamente a Andrew ha enfrentado todos sus miedos y se compromete con sus metas, yo únicamente he dejado que otros tomen las decisiones de mi vida.

El taxi se detuvo frente a la casa, las luces aun estaban encendidas, a estas horas estarán cenando o como es domingo viendo una película en la sala.

Andrew me abrió la puerta con una enorme sonrisa y me sentí en calma.

- Kevin! Llegas justo a tiempo el señor Lincoln servirá la cena

- ¡¡¡ANDREW!!!

El mencionado gritó desde la cocina.

No pude evitar reírme de esos dos, en verdad que el señor Lincoln se a de estar volviendo loco con esta nueva etapa en su relación.