Paragnosta: Se refiere a una persona sensitiva y que posee una inhabitual capacidad para la percepción extrasensorial.
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No puedo hacer esto. Definitivamente no puedo hacer esto. No soy independiente. Por algo mis amigas hicieron esto a los trece y yo tuve que esperar tres años más para sentirme completamente independiente y ahora sé que no lo soy. Desde hace días me pregunto: ¡¿QUE CARAJO ESTOY HACIENDO AQUÍ?!
Desde que llegue no puedo dormir. Tengo frio, si me cobijo tengo calor. Estoy muy nerviosa y no hayo una posición cómoda en esta inmensa cama. Después de pensarlo mucho me baje de mi cama y salí de mi cuarto. No estoy segura de lo que estoy haciendo pero en serio necesito dormir. Abrí la puerta lentamente, obviamente ya estaba dormido, era de madrugada.
-Alec –le susurré- Alec –le dije más fuerte.
-¿Qué? –dijo apenas abriendo la boca. Este más dormido que despierto, entonces puedo usar eso en mi favor.
-¿Puedo dormir contigo? –le pregunte.
-¿Por qué te dejaría dormir conmigo? –pregunto un poco mas consiente.
-… ¿Por qué eres un buen hermano? –le pregunte dulcemente.
No me contesto, lo que supongo que es un “sí”, ya que no me dijo un “no”.
-Gracias –le dije subiéndome a su cama.
-Tu duermes en el piso –me dijo ahora completamente despierto.
-¡¿Qué?! –le grite.
-SHHH –me dijo abriendo los ojos y tapándome la boca- ¿quieres dormir conmigo? Duerme en el piso.
-Quiero dormir en una cama –le dije.
-Bien –dijo parándose- tu duermes en mi cuarto y yo duermo en el tuyo, buenas noches.
-¡No! –Le grite tomándolo del brazo para que no se fuera- Necesito sentir la presencia de alguien.
-¿La presencia? –dijo riéndose.
-Sí, rubio, la presencia.
-Estás loca –dijo intentando que lo soltara.
-Me vas a extrañar, me quedan 2 noches aquí contando esta, luego regreso a Estados Unidos.
Alec pensó un momento; tomo su tiempo y al fin entro en la cama. Sonreí victoriosa, espere a que se acostara para acostarme abrazándolo.
-Eres un extraño caso, ojos cafés –poniendo su brazo en sus ojos.
Recargue mi cabeza en su pecho antes de contestarle.
-Tú eres…. eres… uhm… una persona normal común y corriente, rubio –dije cerrando los ojos.
Desperté encima de Alec. Intente no moverme para no despertarlo, cuando creí haber triunfado tocaron la puerta. Alec me tumbo al levantarse y cuando toque piso abrieron la puerta.
-Alec, ¿sabes dónde está Lyra? No está en su cuarto y… -mirándonos- ¡Lyra, cariño! Dime que estás haciendo en el piso –me demando dulcemente la mamá de Alec.
-Nada importante, Señora Crabtee –dije parándome.
-Te dije todo el mes que me llamaras Kerensa –dijo riendo.
-Sí, lo siento –dije incómodamente.
-Bueno, el desayuno está listo –dijo la Señora Crabtee… digo Kerensa cerrando la puerta.
-Lyra, te invito a que salgas de mi cuarto –dijo Alec bajándose de la cama y abriendo la puerta.