-Queremos que tengas una buena educación, y esta escuela obviamente te la da –dijo mi madre.
-Pero en serio los extrañe –dije triste.
-Y nosotros también, pero déjame decirte que el mes que te fuiste fue un mes de descanso –dijo mi madre riendo- sabes que estoy jugando, hija. Bueno, comamos el spagetti que tanto te gusta y luego decides, mañana nos dices que decidiste ¿quieres? A comer –dijo yéndose a la cocina.
Mis padres se fueron a la cocina y yo también. La verdad sentí eso como una indirecta de que ya quieren liberarse de mí.
Toda la cena fue “¿y qué crees que aprenda Lyra en esa escuela?” “Me pregunto cómo serán los profesores” “Te extrañaremos mucho, Lyra” “¿Sabes? Si quieres llévate a tu gato”
Me fui a mi cuarto seguida de Astrophe y cerré la puerta. Obviamente si digo que no quiero ir se van a enojar, pero si digo que si, pues… ya sabré como van a celebrar.
Me senté en la cama y Astrophe se sentó conmigo.
-Dime, Astophe ¿Qué les digo? –le pregunte preocupada.
Astrophe metió su pata en la bolsa de mi sudadera y saco mi péndulo. Ella maulló y se bajo de la cama. Tome mi péndulo y lo mire. Ya sé que voy a contestar.
Abrí mis ojos y bostece, me estire soltando un ruidito y me pare. Baje silenciosamente y me encontré a mi mamá haciendo la comida ¿Qué horas son? Cheque el reloj de pared de la sala y decía doce de la mañana con unos 14 o 16 minutos. Me senté en la mesa y mi mamá en vez de decirme “buen día” o algo me dijo…
-¿Qué decidiste, Lyra? –dándome un plato con huevos estrellados.
-Yo…. te diré cuando vuelva mi padre –dijo riendo.
-¡Hija! ¡No jueges conmigo! Sabes que tu papá llega hasta las ocho de la noche.
-Entonces para ti será un largo día.
Mi mamá me fulmino con la mirada pero luego soltó una risita.
A decir verdad el día se paso algo rápido, y cuando menos lo espere ya eran las ocho, hora de que mi papá llegue.
Se abrió la puerta y mi papá entro.
-¿Qué decidiste, Lyra? –me pregunto mi papá dejando su maletín en el piso.
Ambos mi miraron y yo… yo trague saliva.
-Yo…. quiero ir a la Auge Akademi –dije con una sonrisa.
-¡SI! –gritaron mis padres abrasándome.
-Toma, es un boleto de tren que te compre porque sabía que dirías que si –dijo mi padre- y llévate dinero porque te dejara a unas 4 horas de New Hampshire, entonces tomaras un autobús. Y ten… una tarjeta de debito, te estaré depositando cada semana.
-¿Gracias? –dije tomando el boleto y… ¡la tarjeta!
-Ve a empacar tus cosas, Lyra –dijo mi madre- nosotros celebraremos por ti.
Subí las escaleras y entre a mi cuarto. Saque la jaula de Astrophe de mi armario y se la mostré a Astrophe.
-¿Estás lista para un viaje de 1 día y 21 horas, Astrophe? –le pregunte riendo.
Astrophe corrió para esconderse debajo de la cama… la sacare luego.
Empaque como 2 maletas, posiblemente me compre más allá. Y con el dinero que mis papás me deposite.
Batalle un poco… demasiado en cerrar la segunda maleta. Agarre una de mis bolsas y guarde cosas como mi cartera, lentes de sol y comida para darle a Astrophe cada vez que me pida, oh más bien, cada vez que se note que tiene hambre.
Cheque a la hora que salía el tren… 6 de la mañana, mañana. Hasta ahora me cayó el veinte ¡me voy! ¡ha otro estado! ¡Me voy de L.A para irme a un estado del que ni siquiera había oído hablar! Me tire en la cama y me aguante las ganas de llorar.
