-Te extrañaremos, Lyra –dijo mi madre dándome un beso en la frente.
-Y no sabes cuánto –dijo mi padre dándome un beso en la mejilla.
-Yo también –les dije abrasándolos por última vez.
Me subí al tren y me senté a lado de una ventana. Ya un trabajador había guardado mis maletas en otro vagón, entonces estaba tranquila. Me puse mi péndulo que había guardado en la bolsa. Mire a Astrophe que estaba en su jaula en mi regazo.
-¿Estas lista? –le pregunté y en ese momento, el tren empezó a avanzar.
Literalmente creo que dormí más de la mitad del día. Lo que menos me gustaba era tener que pararme en cada estación para ir al baño. Miraba por la ventana y la verdad nunca había nada interesante por ver. Nunca, nada. Miraba a Astrophe de vez en cuando, y le daba de comer. Las horas pasaban tan lento. Me di cuenta de que era de noche y decidí dormirme otra vez. Me levante por un señor sacudiéndome.
-Perdón por levantarla, tía, pero hemos llegado a vuestro destino.
Asentí lentamente más dormida que despierta, pero me pare y agarre a Astrophe y mi bolsa.
-Que gatito tan guay –me dijo con una sonrisa- y tu colgante ¡es la ostia!
-Gracias –dije algo confundida.
Busque mis maletas y las tome. Me baje del tren sin saber a dónde ir. Salí de la estación de trenes y me subí al primer autobús que encontré este lugar no se parece nada a L.A. ahora me doy cuenta.
-Disculpe ¿este autobús se detiene cerca de la Auge Akademi? –le pregunte al conductor.
-No tengo idea de que está hablando, señorita, pero tome asiento rápido.
No tuve de otra, le pague y espere que la suerte me acompañara para no terminar perdida en este estado. Me senté y puse mis cosas donde pude, y justo cuando el tren iba a avanzar una señora entro y se sentó a mi lado, pero claro, era el único asiento disponible.
-¿Y tú a dónde vas? –me pregunto.
Era joven, de unos 34, con cabello castaño ondulado y ojos azules.
-¿Usted a donde va? –le pregunte desafiante.
La señora soltó una risa y se quito los guantes morados que traía puestos.
-Sí, lo siento. Pero no importa, no tardara en llegar, este autobús es muy veloz.
-¿Disculpe? –pregunte.
-Espera un segundo, una niña me está hablando –mirándome- ¿decías algo, querida?
Oh, estaba hablando por teléfono.
-No, nada –dije incomoda.
-Hablamos luego. Código M O L K Q L –colgando y mirándome.
Yo la mire confundida y puse a Astrophe más cerca de mí.
-Mira, niña, aquí todo el mundo es ignorante. Ten –entregándome un papel.
Mire el papel confundida y luego la mire a ella. Ella se rió.
-Es un mapa para la Auge Akademi –dijo con una sonrisa que desapareció al minuto de que yo no tome el papel- Entiendo, “no confíes en extraños” pero si no llegas a Auge Akademi ¿Qué será de ti?
Lo pensé un momento, esta señora viene vestida de negro… pero, tengo que llegar a Auge Akademi.
Tome el papel y ella sonrió, estaba algo confuso pero entendible.
-Sales en la cuarta parada que de este autobús ¿okay?
Yo simplemente asentí. Y entonces le llego una llamada de nuevo.
-¿Sí? –Contesto- Me tardare el tiempo que quiera ¿oíste? –Sonaba enojada- no me jodas con tus reglas, yo no las firme ¿recuerdas?... Okay… Código Z X P F –colgó
Ella me miro y me sonrió.
Espero que esta mujer se baje en la siguiente parada. Me dio un mapa a Auge Akademi pero en serio es muy… rara.