Capitulo II
Hoy era sábado, por lo tanto no tenía clases y solo trabajaría unas cuantas horas. Así que decidí hacer limpieza profunda en mi departamento.
Una vez que terminé me recosté en el sofá para descansar un poco. Lamentablemente mi descanso no duró mucho tiempo, en ese momento alguien llamó a la puerta.
Al abrir me llevé una gran impresión.No podía creer que estuviera ahí, frente a mi.
No.
No podía ser el.
En el marco de la puerta se encontraba un chico alto, delgado, cabello rubio, ojos verdes y sonrisa arrogante.
-¿Qué hacés aquí?-dije molesta y sorprendida a la vez.
-¿Acaso no te alegras de verme?-dijo con su típica risita burlona.
-No- dije sincera- ahora hazme el favor de lárgate antes de que llame a la policía-dije intentando cerrarle la puerta en la cara, pero logró detenerla.
-Solo quería informarte que a partir de hoy viviré en este edificio-dijo rápidamente
-¿Qué?-pregunté incrédula
-Lo que escuchaste, apartir de hoy seremos vecinos ¿Acaso no te alegras?- dijo intentando tocarme la mejilla pero quite su mano bruscamente
-lárgate de mi departamento si no quieres que llame a la policía-dije apunto de entrar en cólera.
-Está bien, me voy, pero no sin antes recordar viejos tiempos.
No pude reaccionar siquiera. De un momento a otro tenía sus labios frente a mí, queriendo besarme a la fuerza.
Me tenía agarrada de la cintura lo cual era fastidioso e insoportable.
Intenté soltarme pero no pude, su agarre era muy fuerte, a tal grado que me estaba lastimando.-Suelta me ¡Que me sueltes dije! -le grité desesperada- suelta me, estúpido.
Me removía bruscamente de un lado a otro, tratando de soltarme de su agarre.
Hasta que lo conseguí.
-¡En tu puta vida me vuelvas a tocar!- le grité para después darle una cachetada qué lo tambaleo un poco.
Aprovechando que estaba distraído, le cerré la puerta en la cara.
-Te juro que te vas a arrepentir de esto, Paula D'monte. Lo juro por mi vida-gritó desde el pasillo
-¡Ya lárgate de aquí!-grité a punto de estallar nuevamente.
-Estoy tan seguro de mi venganza cómo de que me llamo Mateo Harrison-gritó nuevamente
-Has lo que quieras, no te tengo miedo-grité apoyándome en la puerta
-¡Pues deberías!-dijo para irse, o eso creí en su momento.
Toda la tarde del sábado estuve en casa. Preparé algo de comer mientras escuchaba música. Cuando estaba apunto de terminar de cocinar alguien llamó a la puerta.
-¿Quién es?-pregunté un poco insegura de si abrir o no.
Nadie respondió, lo cual me hizo dudar aún más
-Me preguntaba si la señorita Paula se encuentra en casa-contestó una voz desde el pasillo, la cual reconocí al instante.
-No, no hay nadie en casa-dije siguiéndole el juego.
-Que lastima, me hubiese gustado verla, creo que será para la próxima-dijo burlón
Abrí la puerta encontrándome frente a frente con un Óscar muy sonriente. Llevaba puesto una playera negra, jeans negros y Vans negros. En la muñeca llevaba un reloj y en las manos un gran ramo de girasoles.
ESTÁS LEYENDO
EL CHICO DE NEGRO© [En Edición]
Teen Fiction¿Qué harías tú si un día, así sin más, chocas con un chico guapo, alto, caballeroso y bastante peculiar, en medio del parque? ¿Qué harías si en el encuentras todo lo que necesitabas para volver a vivir? Si, lo sé, es un escenario un poco extraño y a...