4 meses depués
Izuku suspiró bastante agotado y eso que apenas era mediodía, miró la hora en su reloj de mano y volvió a suspirar pensando en que tenía que llegar a su otro empleo, un bartender de un bar homosexual no muy lejos de su hogar. Era el primer trabajo que había logrado conseguir después de varios días de haber solicitado en varios sitios un empleo que lo pudiera sostener, un empleo con el cual pudiese pagar las deudas que quedaron desde la muerte de su madre, flores, cruz, ataúd. Todo lo había dejado en la ruina, la pérdida de su madre lo dejó sin esperanza alguna.
En ese día tan trágico para él había iniciado un infierno; los de la funeraria llamaban diariamente para reclamar el dinero que se les debía, la florista siempre iba a su hogar para entablar una "conversación" aunque este siempre supiera que iba a cobrarle el pago de las flores, la dueña de su departamento iba a reclamar constantemente los pagos de la renta. Todo se había ido encima del pobre Midoriya y ni siquiera un beso o un abrazo de su entonces novia alfa de nombre Uraraka, lo animaban lo suficiente para salir adelante.
Finalmente terminó por hundirse en la depresión. No comía demasiado, no dormía bien, tomaba duchas frías y su hogar, estaba hecho un desastre total en cuanto a limpieza y pagos económicos.
Una noche de luna llena quedó completamente dormido, hundido en los brazos de Morfeo - y si es que eran los de él-, tuvo un sueño algo desgarrador, muy confuso pero inspirador y también muy triste...
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Flashback
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Había vuelto a ser un niño, un niño tierno e inocente que se encontraba acostado y completamente perdido en un hermoso jardín, lleno de todo tipo de flores y rosas, las más hermosas que pudo haber encontrado.
Se levantó y sacudió su pequeña ropa para luego comenzar a correr en ese jardín muy feliz, riendo sin preocupaciones, disfrutando del hermoso y cálido sol que gobernaba esas maravillosas tierras hasta que pronto oyó un fuerte grito que lo llamaba desde lejos...
-¡Izuku!
Al instante reconoció esa voz y fue corriendo con una enorme sonrisa y brillantes orbes de un verde intenso a ese sonido tan maravilloso, tan suave y tan esplendoroso que siempre lo animaba cuando se caía y una de sus rodillas terminaba raspada, cada que algo le salía mal y quería llorar pero en lugar de eso terminaba recibiendo un muy amoroso abrazo...
-¡¡Mamá, mamá!!
Grito muy animado mientras atravesaba todo el campo con una sonrisa muy muy grande y unas ganas inmensas de abrazarla...
-¡Izuku, cuánto te he extrañado!
Al fin, el peliverde pudo llegar con su madre y abrazarla, al instante comenzó a llorar de dolor y felicidad.
-M-Mamá, te extrañé mucho, mi vida es mala, no tengo... ¡Mamá no te tengo, por favor regresa!
La madre del pequeño soltaba apenas unas cuántas lágrimas mientras sostenía al pequeño en brazos, luego de unos instantes se separó de él y levantó su pequeño rostro con un dedo para luego acariciar las húmedas mejillas del niño.
-Oh mi pequeño Izuku, yo también te extraño bastante, más de lo que puedes imaginar...- La voz de la mujer temblaba pero a la vez denotaba felicidad, una enorme felicidad...
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¡Mírame! {TodoDeku Omegaverse} [YAOI]
Fiksi Penggemar-Mírame, Todoroki-kun, no soy invisible, sólo soy un muchacho, un triste muchacho que añora tu regreso... Ese muchacho te ama en secreto. [Portada en edición, no se aceptan copias y/o adaptaciones] [Historia original]