Año 2003En una aldea alejada de la gran ciudad vivía una familia humilde conformada por Arthur Yamato, su esposa Lucy Moon y sus pequeños hijos Ciel y Liana, dos pequeños gemelos de 4 años.
Está familia vivía tranquilamente, sobreviviendo con sus cosechas y criaderos de animales. Varias veces el señor Yamato viajaba a la ciudad a vender su verdura o eso creían sus hijos, este joven campesino no solo iba a vender su cosecha sino también que a solicitar y cumplir misiones a el vaticano. Secretamente Arthur era uno de los más grandes exorcistas de toda la zona. Lo había Sido desde muy temprana edad, su esposa estaba al tanto de su gran secreto pero nunca se lo impidió solo le hizo prometer que siempre regresaría a casa. Era difícil para Lucyi también el dejarlo ir pero sabía porque lo hacía por ello no lo detenía.
Un día luego de que terminara su trabajo volvió a casa pero lo que vio al llegar fue lo más conocido al infierno. Llamas rodeando su casa, de adentro de oían los gritos desesperados de su familia. Sin pensarlo sacó sus pistolas y se adentro a la casa en llamas, al entrar se encontró con el cuerpo de su hijo tirado cerca de la mesa cubierto de sangre, el pequeño lo vio e intentó hablar pero no le salían las palabras por lo que con dificultad levantó su mano para señalar las escaleras donde se encontraban las dos mujeres de la familia.
El joven se acercó a su hijo intentaba parar la hemorragia pero no obtenía resultados, aún así siguió desesperadamente intento salvar a su hijo hasta que el infante lo detuvo. Ciel a pesar de ser un niño sabía que no podría sobrevivir por lo que volvió a señalar las escaleras. El padre besó la frente de su hijo mientras las lágrimas caían de sus ojos, cuando el pequeño de 4 años dió su último aliento, el mayor lo dejó con delicadeza en el suelo y se levanto, tomo fuertemente sus armas para encaminarse hacia la segunda planta de su casa.
Mientras más se acercaba al final de las escaleras más fuerte se oían el llanto de su hija y las risas distorsionadas de su esposa.
-Mami por favor detente!!- se oía entre sollozos
Arthur sin pensarlo derivó la puerta de la habitación, al entrar lo primero que vio fue a su esposa envuelta en llamas moradas, sus orejas eran puntiagudas y en su rostro se podía ver una sonrisa macabra, una que nunca antes había visto en el rostro de su dulce Lucy.
-Cariño al fin llegaste- dijo la mujer frente a él mientras giraba a verlo
-Qui-quién demonios eres?
-Eso me ofende exorcista, llevas años frustrando mis planes y ni sabes ni nombre? -respondo el demonio en el cuerpo de la mujer.
-QUIEN ERES??? - grito ya cansado de los juegos de ese monstruo.
La mujer empieza a girar, luego de unos giros se frena y hace una pose mirando al hombre delante de él.
-Me presento mi nombre es Alucard, soy nada más y nada menos que la mano derecha de el Satán -comentó orgulloso
-Porque haces esto? Porque metes a mi familia en este maldito mundo!!- comenta completamente desecho Arthur.
-Para darte una lección exorcista. No debes meterte con los planes de alguien - responde con cierto tono de burla en su voz.
-Tu… mataste a mi hijo, te metiste en el cuerpo de mi esposa y ahora intentas matar a mi hija…- con cada palabra tomaba con más fuerza sus pistolas- TE MATARÉ!!... NO IMPORTA CUÁNTO ME LLEVE TE EXTINGUIRE POR COMPLETO!!! -Agregó furioso mientras lo apuntaba con sus armas.
El demonio empieza a reír - tú… matarme??? No me hagas reir. Será divertido verlo- sonríe con maldad mientras da un aplauso.- Ya se! Aceptaré tu reto, veamos si me atrapas, será divertido ver cómo matas a tu esposa. -desvía las mirada a el gran mueble donde se encontraba encerrada la pequeña- Te daré más motivación para jugar
Dicho esto el demonio lanzó una bola de llamas moradas hacia el mueble, estás lo atravesaron y le dieron a la niña. Cuando Arthur fue al rescate de su hija el demonio en el cuerpo de se esposa ya había desaparecido. Apurado sacó a la pequeña de allí, la llevó a la casa de su amigo y compañero exorcista para que cuidara de ella. Él había decidido ir tras el demonio que le arrebató todo, sin siquiera despedirse de su hija se fue haciéndole prometer a su amigo que le diría que toda su familia había muerto allí incluso el.
Los años pasaron la pequeña cuando le contaron lo que pasó lloro desconsoladamente se había quedado sola, ya no podría molestar a su hermano,ayudar a su madre ni abrazar a su padre, la vida como la conoció cambió por completo y demasiado. La tristeza reinaba en la joven albina, tristeza que la agobiaba día tras día hasta que de poco este sentimiento a uno más intenso, la niña quería vengarse por eso decidió convertirse en exorcista y así poder matar al demonio que destruyó su familia. Eliot el que ahora estaba en su cuidado comenzó a enseñarle todo lo que sabía. Cuando cumplió los 8 años gracias a las influencias de su tutor Liana logró que la aceptarán para comenzar a estudiar para convertirse en exorcista. Como obsequio por iniciar sus lecciones Eliot le entregó la espada que una vez perteneció a su padre, su nombre era “Kōri-ō no ken” mejor conocida como la espada del rey del hielo.
A los 15 años la joven albina ya se había recibido, ahora dedicaba su vida a ayudar a las personas y deshacerse de los demonios, esperando el día en el que el destino le permita volver a entrar a aquel demonio de llamas moradas que destruyó su vida.
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Hola hola!! Nueva historia ❤️ me encanta este anime por eso decidí hacer esto, espero les guste y me apoyen!!
Aquí les presento a nuestra protagonista ... Liana Yamato, con 17 años.
Prometo tratar de actualizar seguido 🐨Atte: Deb_Dreyar
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Siempre seras tu (Rin Okumura)
FanfictionUna nueva exorcista es asignada para proteger a los hermanos Okumura, y asegurarse que Rin no cause problemas con sus llamas azules. Pero como reaccionarán a ello? será bien recibida y más importante aún logrará cumplir su misión? La relación ent...