Samantha había sido su vecina desde hace al menos tres años.
La primera vez que la vio se estaba mudando al departamento frente al suyo, indicándole a los trabajadores de la mudanza dónde debían colocar ciertos mobiliarios mientras trataba de entretener a su pequeña de cuatro años que no paraba de correr escaleras arriba y abajo, ella estaba llegando de una larga jornada laboral en el departamento policial donde tuvo que trabajar el turno de la noche como oficial de guardia para emergencias, por ende no había llegado a casa la noche anterior y desconocía dicha mudanza. Ruby chocó contra ella cuando iba bajando las escaleras y debido a su falta de sueño se tambaleó en su sitio y cayó al suelo, había sido pura suerte el hecho de que sólo había subido tres escalones, y tuvo mucho más que suerte la pequeña criatura, pues ella se encargó de sostenerla para caer de espalda en el suelo con la niña en sus brazos, evitando así que ésta se golpeara o lastimara. No había sufrido ningún tipo de daño, sin embargo, tenía tanto sueño que la pereza le ganó por un instante así que cerró sus ojos, permaneciendo en el suelo por un momento hasta que escuchó un llanto. Era la pequeña.
—¡Ruby ¿Qué has hecho?!
—Mamá, yo... ella estaba ahí y... yo corría... pero ella... ella... ¡se murió! —la niña corrió escaleras arriba, llorando a moco suelto hasta abrazarse a su madre, quién miraba desconcertada a la desconocida en el suelo. Fue entonces cuando Alex comenzó a reír, pues lo que Ruby había dicho había sido sencillamente muy gracioso —¡Mamá, es un zombie! Escóndete.
La risa de Alex sólo aumentó, contagiando un poco a Sam que trataba de calmar el llanto de Ruby.
—¡Oh, Dios, vas a matarme en serio! —Alex continuó riendo, aun estando en el suelo, mientras Ruby se aferraba a la pierna de su madre con fuerza, quién también estaba riendo —¡No estoy muerta!
—¡La señora es un zombie!
—No lo es, hija... te dije que pararas de correr o ibas a chocar con alguien, mira lo que has hecho —Sam bajó las escaleras y Ruby se soltó de ella, permaneciendo arriba con lágrimas a punto de salir de sus ojos de nuevo, pues para ella aquella castaña era un zombie que iba a comerse a su mamá —Lo siento, estamos mudándonos y ella no ha parado de correr por todo el edificio.
Sam le tendió la mano y Alex la tomó, levantándose por fin del suelo.
—No es un problema, de verdad —Alex comenzó a subir las escaleras con Sam a su lado que la miraba algo preocupada —, venía algo cansada y divagando, cuando chocó conmigo me aseguré de que no se golpeara pero luego permanecí en el suelo porque me ganó el cansancio por un segundo.
—Gracias, en serio lo siento y ella... —una vez llegaron hasta el lugar donde se encontraba Ruby, Sam la tomó de la mano —, ella también lo siente ¿no es así, cariño?
La niña negó con la cabeza, mirando a Alex con un dejo de miedo, causando que su madre apretara un poco el agarre en su mano en señal de que pidiera disculpas.
—¡Mamá, eso duele! —se zafó del agarre sin embargo bastó una mirada de Sam para que la niña hiciera un pequeño puchero que le pareció tierno a Alex —... lo siento señora zombie, no quería empujarte y hacer que murieras.
Alex volvió a reír, negando con su cabeza.
—No morí, pequeña...
Miró a su madre sin embargo antes de que ésta pudiera hablar, la pequeña extendió su mano a Alex, quien la tomó con una sonrisa.
—Ruby Arias —agitó la mano de Alex de manera excesiva, subiendo y bajando su brazo con fuerza, luego la soltó y se abrazó a la pierna de Sam mirando a la oficial con recelo —, mi mamá es Samantha Arias, ella es la mejor mamá del mundo.
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Make a Wish
FanfictionOneshots Supercorp, Agentreign y de cualquier pareja que tú, mi lector, y yo shipeemos UwUr Soooo... ¿te gustan los oneshots? ¿Tienes una idea de un fic que quieres leer, pero no encuentras un fic de esa pareja con esos estándares de lectura? ¿Te gu...